Desde la primera vez que jugué a The Legend of Zelda: A Link to the Past, supe que había encontrado un mundo que resonaría en mi corazón durante años. Ay, Nintendo, Nintendo… tu consola ya tiene 7 años, pero aún no sé cómo hacés para seguir trayendo juegazos a esa plataforma.

Es muy loco, hacía bastante que no salía un Zelda “top-down”, como se les dice, o sea, con la vista isométrica clásica de la franquicia. Sí, había salido Link’s Awakening, pero este era un remake de un juego de Game Boy. Al ser un remake, tenía todos los limitantes que tuvo el juego original; pero acá podían ser todo lo creativos que tuvieran ganas, y wow, ¡si lo fueron eh!.

Es muy divertido cómo decidieron comenzar el juego, porque vamos a estar en control de Link, que tiene todo su repertorio de armas y habilidades clásicas, pero se siente súper fluido, con saltos rápidos y movimientos que siguen perfectamente lo que queremos que haga, todo para que Ganon lo atrape y nos quedemos en las manos de una Zelda que no tiene ni un ápice de la fluidez que tenía Link… o al menos, todavía no lo tiene.

Obviamente, usar a Zelda por primera vez como protagonista marca un hito en la historia de la serie. Hemos tenido muchas iteraciones de Zelda que no eran una princesa esperando ayuda de Link solamente, por lo que no es una sorpresa que tome las armas. La hemos visto en roles como Sheik o, recientemente, como un dragón en Tears of the Kingdom.

Nuestra herramienta principal en Echoes of Wisdom va a ser la “Vara Tri”; su nombre proviene de Tri, nuestro compañero de aventuras en esta nueva entrega, y es un objeto que permite a Zelda manipular el entorno y copiar elementos o enemigos. Esta va a ser nuestra herramienta principal tanto para pelear con enemigos como para resolver los puzzles con los que nos vamos a topar. La forma de usarla es fácil: hay objetos inanimados que van a tener un brillo; esos objetos los vamos a poder copiar y replicar a gusto. Lo mismo ocurre con los enemigos: primero vamos a tener que eliminarlos y, una vez que mueran, quedará el “eco” de los enemigos para poder copiarlos.

Dije “a gusto”, pero vamos a poder copiar tantos objetos como el nivel de Tri nos lo permita.

Y ahí vienen las preguntas: ¿quién es Tri? ¿cómo subo su nivel? ¿para qué sirve?

Como dije antes, el enemigo principal va a ser Ganon, y en esta entrega va a tener el poder de generar unas grietas interdimensionales. Cualquier cosa o ser que quede atrapado en estas grietas va a quedar en una especie de suspenso temporal que solo Zelda y Tri (una bolita amarilla que no todos pueden ver, solo Zelda y aquellos que hayan sido atrapados en una grieta) van a poder arreglar.

Cada vez que arreglamos estas grietas, el nivel de Tri va a aumentar, lo que nos va a permitir generar una mayor cantidad de ecos y más poderosos.

Estas grietas van a estar desplegadas en todo el amplio mapa que vamos a tener para explorar, y como en Tears of the Kingdom o Breath of the Wild, vamos a tener que ir a distintos puntos de la forma que más nos plazca para reparar las grietas.

Este detalle refresca la franquicia (no hablo de Zelda en sí mismo, sino los juegos isométricos de la franquicia) y lo acerca a los últimos dos juegos de mundo abierto. Vamos a poder ir a donde queramos; los ecos nos van a permitir ir a donde nos pinte. Vamos a necesitar un poco de creatividad para llegar a lugares más altos o más alejados, pero que vamos a poder llegar, se los aseguro.

Si exploramos un poco vamos a encontrar nuevos ecos que solo van a estar disponibles si exploramos las cuevas mas recónditas, o corazones extra, items que vamos a poder usar para crear pociones, o ítems que vamos a poder equipar que nos van a dar una habilidad pasiva.

Echoes of Wisdom usa el mismo motor gráfico de Link’s Awakening, con sus pros y contras. Los pros son que pueden hacer que cada rincón del mundo de Zelda esté lleno de detalles, desde los árboles hasta los monstruos, todo con un aspecto brillante y vibrante. La atención a los detalles es excelente. Y los contras son que es un motor que hace que sufra nuestra pequeña portátil; muchos objetos en pantalla hacen que los cuadros por segundo caigan. Era más notorio en Link’s Awakening, pero vamos a tener caídas y va a ser peor en los momentos más tensos.

Echoes mezcla no solo una vista isométrica, que es como vamos a ver gran parte del juego, sino que en algunas partes como cuevas la vista va a cambiar a 2D por lo que vamos a tener que pensar de forma distinta el combate y los puzzles.

La historia es simple, pero cumple. No solo vamos a tener que ayudar a Link, sino también a todo Hyrule de las manos de Ganon. De las grietas van a salir personajes que van a ser copias de muchos personajes conocidos, y algunos, como el falso rey de Hyrule, van a hacer que Zelda tenga algunas complicaciones en casa. Hasta van a colocar unos carteles de “se busca” muy simpáticos.

Les comenté antes que Zelda solo pelea invocando los ecos de las criaturas que derrotamos, y estas criaturas no vamos a poder controlar directamente, sino que vamos a depender de la IA de cada criatura. Pero durante la aventura, vamos a obtener más habilidades, como la de poder tomar los poderes de la espada maestra de Link y así convertirnos en “Link” por un corto período de tiempo, pudiendo atacar directamente a nuestros enemigos con la espada o flechas.

Otra habilidad funciona igual a la Ultra Mano de Tears of the Kingdom para mover objetos a distancia. Vamos a poder crear pequeños robots y otras habilidades que descubriremos mientras progresemos en la aventura.

Hay pequeñas frustraciones que las tolero, pero a veces puede ser un poco molesto en el combate. Cada eco depende mucho de la IA, y a veces no va a hacer lo que esperamos que haga, por lo que vamos a tener que apuntar bien o crear varias copias hasta que cumplan lo que necesitamos que hagan.

Vamos a tener un montón de misiones principales y secundarias para completar, desde reparar grietas más chicas, llevar gallinas a un granjero, o conseguir a Epona (o un caballo con colores similares, pero para mí es Epona), hasta las misiones principales que nos van a llevar a reparar las grietas gigantes que acechan a Hyrule, donde vamos a tener que resolver un dungeon que suelen estar perfectamente construidos. Son divertidos de explorar; vamos a tener multitud de puzzles para resolver, y ni una vez se me hizo pesado ni sentí que me perdí o no sabía qué hacer.

Los jefes son una delicia. Todos van a hacer que tengamos que usar todo el repertorio de habilidades que tenemos a disposición, ya sea subirnos arriba de ellos, usar la Master Sword, o generar varios ecos para distraerlos mientras usamos la habilidad de agarrar a distancia para desarmar al jefe. Realmente da gusto cada pelea que vamos a tener con estos gigantes enemigos.

La música es otro aspecto destacable, con una banda sonora que evoca la grandeza de Hyrule. Las melodías familiares se reinterpretan de manera clara y hermosa, haciendo que cada aventura se sienta significativa. Viajar por los paisajes de Hyrule se convierte en un deleite auditivo que complementa la experiencia visual.

The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es un juego que va más allá de las expectativas, ofreciendo una mezcla de innovación y nostalgia que atrapa a los jugadores desde el primer momento. Le da su merecidísimo primer protagónico a la princesa Zelda y no solo es un título digno de la serie, sino que se perfila como uno de los más memorables de la consola. Nos devuelve un estilo de juego que parecía olvidado, pero que, por el contrario, es un excelente complemento mientras esperamos el siguiente gran lanzamiento de mundo abierto. Espero que Nintendo nos siga ofreciendo más juegos de este estilo que a mi niño interior le encantan.