Quizás muchos no lo conozcan, pero no por eso no forma parte de la era dorada de las aventuras gráficas. Double Fine nos trae otro clásico como ya es costumbre a solo 22 años de su salida a la venta, con un hermoso remasterizado que invita a nostálgicos y a nuevos jugadores a sumergirse en el mundo de Ben y los Polecats.
Recuerdo dos décadas atrás cuando jugué por primera vez Full Throttle, llamaba la atención la espectacularidad de sus gráficos y secuencias animadas, y representó un gran salto gráfico para la época ver esas escenas renderizadas mientras manejábamos la moto, o las cinemáticas tan bien logradas que parecían sacadas de la TV. No solo el apartado grafico era la novedad de la época, sino su simplificado control que sustituía aquel sistema de “hablar con”, “Dar”, “Tomar” y muchos verbos mas, simplificando todo en 4 simples comandos. Tim Schafer estaba cansado de la critica sobre lo complejo que eran los controles en las anteriores aventuras de Lucas Arts y decidió probar este tipo de control lo cual acercaba mas a muchos jugadores a este tipo de juegos. Aunque no solo eso, tambien el juego vio reducida la dificultad de los puzzles que por aquel entonces eran bastante rebuscados en algunos casos.
La nueva interfaz simplificó y mejoró la experiencia, haciendo la aventura mas fluída. Pero ver todos los objetos con los que podíamos interactuar en cada escena, baja la dificultad del juego notablemente.
Al contrario de lo que se piensa, Full Throttle no forma parte de un mundo Post Apocalíptico ni mucho menos, sino que es parte de una historia con un tono mas oscuro, con menor cuota de humor a los que nos tenia acostumbrado Lucas Arts, acercándonos a una historia mas seria con el clásico “banda de motoqueros en contra de las corporaciones”. Y es que la historia tiene mas toques realistas que fantásticos. La aventura de Ben esta llena de grandes momentos, se disfruta y hace que el juego te parezca mas corto de lo que es. Sí, es corto para el estándar y eso fue muy criticable en su momento, pero realmente vale la pena.
La remasterizacion
Como en otras remasterizaciones, podemos siempre volver al juego original (en este caso para la versión reseñada en PS4 se hace tocando el touchpad del joystick). Acá es donde verdaderamente apreciamos el hermoso trabajo no solo en apartado gráfico, sino del sonido que también fue remasterizado tan bien que hace falta ir y volver entre versiones para darnos cuenta la calidad que se usaba en la época.
Hacer click en cada imagen
En cuanto a los controles, se siente cómodo jugarlo con el dualshock; la interfaz es tan sencilla que hará creer que fue diseñada para controles en lugar de teclado y mouse.
Podría poner muchas mas fotos o hasta videos comparativos para mostrar el trabajo, y es que si buscan en Youtube van a encontrar muchas comparaciones del original con el remasterizado.
Vale la pena rejugarlo con los comentarios activos, asi como los viejos DVD donde uno podia volver a mirar la pelicula con los comentarios del director. Double fine repite lo que hizo con Day of the Tentacle agregando los comentarios de sus creadores mientras jugamos.
Full Throttle es una cuota de nostalgia adaptada a televisores de alta resolución sin sacrificar su esencia y llevando toda su magia a una nueva generación. Para veteranos de la saga es una obligada revisita, y para aquellos que nunca lo experimentaron es mas que recomendado.