Plataforma: Xbox Series | Xbox One | PS4 | PS5 | PC | Switch
Género: Plataformas
Desarrollador: Arzest – Sega – Sonic Team
Editor: Sega
Fecha de lanzamiento: 17 de Octubre de 2023
Precio: PC $ 17.999 – Xbox: $ 17.999,00 – PS: US$ 59.99
Idioma: Textos en Español

Hay muchas cosas que podemos criticarles a las empresas desarrolladoras de videojuegos, como por ejemplo las incontables veces que remasterizan un título y presenta más imperfecciones que el original, como nos venden contenido adicional como si de las reventas de entradas para la Libertadores fuera. Pero cuando las cosas salen bien, y el producto es digno de lo que esperabamos tenemos que mencionarlo también con la misma intensidad que si así no lo fuera, tal es así la experiencia que me llevé con esta nueva entrega de Sonic: Superstars.

Luego de alti-bajos como podría tener cualquier saga con más de 30 años en el mercado, Sonic Superstars se presenta como una nueva entrega para los amantes del 2D que quieren reconciliarse con el erizo. Sepan de entrada, que van a casarse nuevamente con la gran pelota azul y sus amigos.

El juego transcurre bajo el mismo concepto de siempre: Eggman está haciendo de las malas y tenemos que detenerlo. En este caso tendrá a dos secuaces, uno nuevo en la franquicia llamado Trip (una especie de lagarto con un casco metálico), y otro bandido que si bien ya existe en la historia de Sonic, fue encajonado por años: Fang The Sniper. En varias escenas que juguemos de la campaña iremos viendo como pareciera ser que Fang comanda los ataques y colabora para robar las Esmeraldas del Caos, y Trip representa como el “torpe” del equipo.

En el otro lado del charco, tendremos a los personajes jugables que serán la banda amiga: Sonic, Tails, Knuckles y Amy. Cada uno tiene sus propias habilidades (ya vistas en otras entregas), que harán que quizás jugar con uno u otro nos facilite alguno de los desafíos. Más adelante tendremos otro personaje desbloqueado, pero no voy a contarles cómo hacerlo.

Dentro de la jugabilidad ya clásica de Sonic (correr rápido y agarrar los anillos), se le suman las áreas secretas y bonus, que en este caso recuerdan a sus antecesores, donde teníamos un laberinto en el que rebotamos todo el tiempo y debemos obtener, aquí, una moneda dorada. Así mismo, también tendremos unos anillos gigantes en los escenarios que actúan como portales que nos llevarán a obtener la Esmeralda del Caos correspondiente a la zona que estemos. Para obtenerla, debemos jugar un minijuego de balanceo entre diferentes puntos brillantes, por tiempo, para “capturarla” (bastante floja esa mecánica, pero se la dejo pasar).

Lo importante realmente respecto a las Esmeraldas del Caos no es cómo obtenerlas, sino su propósito. Por supuesto, obtener todas nos permitirá disfrutar de las ventajas de la superforma, pero también hay un agregado interesante. Cada una de las Esmeraldas, al ser obtenidas, activará un poder especial que podemos utilizar una vez por zona. Convertirse en agua, generar replicas que atropellan a los enemigos o ver plataformas ocultas, son solo algunos de estos poderes.

Las zonas están muy bien diferenciadas unas de otras, por sus recursos audiovisuales. En la zona Pinball, cada efecto de sonido de rebote se realza específicamente como si de un juego de casino se tratara; y en donde pareciera un área cyberpunk, los colores chillones remarcan la ubicación mejor que otra cosa. La música por supuesto es un condimento más que importante, y cumple con creces, al punto de que ya me puse la lista para escucharla mientras trabajo o voy en transporte público.

Si bien Sonic Superstars me dio horas de diversión, y disfruté cada una de ellas sumergiendome en lo frenético que puede ser controlar un erizo superveloz, también debo reconocer que por momentos la experiencia fue frustrante. No hay errores groseros dentro de la producción de esta entrega, pero son pequeños factores que entorpecen lo que parecía ser una aplicación perfecta del “golpe de nostalgia”.

Cuando se anunció el título, una de las características clave que prometió fue la posibilidad de jugar la campaña hasta 4 jugadores en la misma habitación, y la cumplió. El inconveniente está en que a pesar de tener antecedentes de hacer cooperativa la jugabilidad en 2D, parece que el equipo detrás de Sonic Superstars no dió en el blanco sobre cómo hacerlo. El ejemplo más claro que puedo contarles es que el juego no identifica nunca correctamente cuál es el jugador principal, ni tampoco “parte” la pantalla para poder seguir a ambos. Esto provoca, inevitablemente, que al priorizar al jugador que más adelantado se encuentre, elimine al otro. Por supuesto, es muy fácil revivir cuando somos varios, pero no quita la molestía de tener que hacerlo constantemente (hay un nivel con trenes que es especialmente anecdótico con esto).

Además, a esto se le suma que la búsqueda de tener velocidad como factor principal de un juego de Sonic, se ve entorpecida muy a menudo por decisiones de diseño, a mí parecer, erradas. Lo que quiero decir con esto es que, un escenario nos brinda una serie de propulsores, rampas y caminos que nos hacen acelerar a mucha velocidad, para luego poner un enemigo literalmente pegado a la salida de una animación (de cualquiera de los elementos anteriores). Sí, es verdad que Sonic se trata también de nuestra habilidad reactiva, y que tan rápido podemos reaccionar, pero les aseguro que esos enemigos los puso allí el mismísimo Satán.

Otra crítica que puedo hacer sobre la jugabilidad está radicada en la utilización de los poderes provenientes de las Esmeraldas. Excepto cuando el juego me explicitó que utilice uno para hacer alguna acción particular, no vi necesario usarlos en las 5 horas que dura la campaña. Simplemente no parecer ser tan necesarios o los escenarios no dan espacio a que debamos utilizarlos, ya que en todas las ocasiones hay una forma de llegar o derrotar un enemigo.

Hablando de enemigos, la variedad es tan surtida como cualquier otra entrega, siendo que siempre Eggman o alguna maquinaria fabricada por él cerrará las aventuras en cada zona. Las peleas son secuencias repetitivas de hechos, y en algunos casos incrementa la frecuencia de los ataques o la posición, pero nada drástico (a pesar que tardé mucho tiempo en la batalla final, por ser apresurado…).

Por último, mencionaré los modos adicionales que poco suelen importar en Sonic, pero deben tener un párrafo aparte. Por un lado tendremos el modo batalla, donde podremos competir contra amigos u otros jugadores en internet a lo largo de ciertos desafíos de velocidad, destreza, etc. Este modo permite que usemos un avatar personalizado de la cabeza a los pies, comprando cada una de estas partes en la tienda que posee el juego (usaremos las monedas de oro de la campaña o las que ganamos en el mismo online). En segundo lugar tenemos el ya clásico Modo Crono, que nos permitirá competir por vencer tiempos record en cada escenario. Ambos modos son anecdóticos, y no brindan más que un entretenimiento eventual.

Sonic Superstars tiene algunas falencias técnicas o de diseño que no opacan el excelente sabor que nos deja una entrega más del erizo. Sonic Team y Arzest conocen lo necesario para poder reparar estas pequeñas imperfecciones y seguramente lo hagan cuanto antes. Por el momento, disfrutemos lo mejor que tiene el título, un ambiente audiovisual espléndido y una jugabilidad (en solitario) extrañada por muchos.

Analisis
Puntaje
7.5
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Gamer. Narrador. Loco. Entusiasta. Fanático del Chrono Cross y la aventura. Queriendo tener un condensador de flujos y viajar en el tiempo, para explorarlo todo.
review-sonic-superstarsSonic Superstars tiene algunas falencias técnicas o de diseño que no opacan el excelente sabor que nos deja una entrega más del erizo. Sonic Team y Arzest conocen lo necesario para poder reparar estas pequeñas imperfecciones y seguramente lo hagan cuanto antes. Por el momento, disfrutemos lo mejor que tiene el título, un ambiente audiovisual espléndido y una jugabilidad (en solitario) extrañada por muchos.