[Review] Saviorless

En estos días vió la luz un título cubano, que llevaba 8 años en desarrollo y pasó por, inclusive, un cambio de nombre. Saviorless es el primer videojuego independiente de Cuba en colaborar con una editora internacional, dándole la posibilidad de estar en consolas y en las principales tiendas digitales de todo el mundo. A continuación repasemos sobre qué trata.

Saviorless nos sumerge en la historia de Antar, un joven en una misión épica para llegar a las enigmáticas Islas Sonrientes. Aquí, busca convertirse en un Salvador, una figura legendaria y poderosa que sirve como de “Caballero blanco” y protector de especies en el complejo mundo que el título presenta. Toda esta introducción que nos hace el juego, nos demuestra desde el principio que detrás de esta producción hay un dilema con su narrativa: es compleja y enmarañada. 

La trama se cuenta todo el tiempo a través de unos Narradores y sus aprendices (un hombre viejo y sus nietos), quienes comentan sobre la travesía de Antar, aunque con un enfoque que parece desconcertar más que aclarar. Estos Narradores actúan como omniscientes, es decir, conocen todo lo que Antar está viviendo y parecen ser ellos quienes moldean la historia que supera paso a paso nuestro protagonista. Aquí se encuentra el primer conflicto, dado que no sabemos de dónde provienen, quiénes realmente son y cuáles son las motivaciones de ellos tampoco, pero sí sabemos que tienen influencia directa sobre la trama (especialmente el anciano, que entiende perfectamente cómo debe ser el camino a recorrer por Antar).

La narrativa se torna complicada cuando empezamos a ver que no hay tampoco un trasfondo de nuestro protagonista. Las motivaciones de Antar y los personajes secundarios se mantienen en las sombras, y el mundo en el que se desarrolla la historia carece de claridad y cohesión. Quizás, el objetivo de los desarrolladores fue principalmente ese, mantenernos todo el tiempo en una posición de desconocimiento e intriga, lo que produciría que esperemos un giro narrativo, algo que termina no sucediendo.

La jugabilidad de Saviorless es correcta, aunque quizás podría haberse profundizado más. La experiencia se divide entre segmentos centrados en puzzles muy básicos y plataformas de salto con Antar, que representan dos tercios del título; y momentos de combate más dinámico con los dos personajes adicionales: Nento y Savior. El mayor conflicto aquí puede darse para quienes buscan continuas escenas de acción, algo que no sucederá recién hasta las etapas finales del juego (unas 5 a 6 horas). Lo interesante es el avance que tenemos gradualmente en la jugabilidad, dado que al inicio Antar corre riesgos muy básicos y prácticamente nulos, donde con lo toscos que puedan ser sus movimientos, sortearlos en fácil; y a medida que nos adentramos en las Islas Sonrientes, encontrará enemigos, trampas y otros mecanismos que nos harán dudar si los saltos que realiza nuestro protagonista son lo suficientemente acrobáticos para cumplir el objetivo a tiempo.

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Si nos adentramos en la dificultad, el título tiene una curva leve de incremento, pero que definitivamente está bien diseñada. La realidad es que nunca buscaron que esto fuera un título de la saga Souls, sino más bien podríamos compararlo con la dinámica de Braid, donde ciertas escenas o batallas están más condicionadas por nuestra habilidad exacta de movernos, más que por la destreza con nuestras armas. Cuando nos acercamos al final, donde el protagonismo de los otros personajes controlables aumenta, entran otros factores adicionales en esta ecuación, como el tiempo en el que realizamos cada acción, lo que brinda esa pizca adicional de dificultad que esperabamos.

El diseño de niveles, aunque estéticamente atractivo, a menudo se siente forzado y poco inspirado, como si se hubieran incluido ciertos tipos de trampas o niveles solamente pensando en estirar el título. Algunos checkpoints están mal posicionados y la muerte instantánea por un solo golpe aumenta la frustración de aquellos que no son tan tolerantes, especialmente en las peleas contra jefes (así sean pocos), donde aprender sus mecánicas es el mayor desafío que tiene el juego (especialmente el jefe final).

A pesar de cualquier otra crítica realizada, Saviorless tiene un arte excepcional. Los escenarios a mano están diseñados con detalle y belleza, y la paleta de colores y el diseño de enemigos reflejan una fuerte inspiración en títulos como GRIS y Blasphemous. Cada porción de las escasas cinemáticas que tienen son sádicas, disonantes y extrañas, pero estéticamente perfectas. En la medida que avanzamos por la trama, irán cambiando cada vez más hacia el lado de la oscuridad, en concordancia con la historia que se cuenta.

Saviorless es un juego muy interesante, más aún pensando en sus orígenes y cómo fue concebido, con el esfuerzo de todo el equipo detrás de este. El tramo final del juego logra encontrar un ritmo más agradable y el arte es impresionante, aunque duela un poco llegar a ese punto.