[Review] Shadow of the Orient

Si me pongo serio y empiezo a pensar cual es mi género favorito de juegos, probablemente esté entre los RPG por turnos y los Metroidvania, abarcando quizás también a los plataformeros 2D de acción.

A primera vista, Shadows of the Orient parece tener todos los ingredientes para ser una pequeña joya dentro del catálogo indie de Nintendo Switch, pixel art (un tipo de arte que si leyeron alguna que otra de mis reviews saben que es mi favorito), combate de artes marciales (lo cual da a lugar una posibilidad de crear combos o combinar estilo), y una historia clásica de heroísmo y rescate (nada muy serio pero bueno es un plataformero 2D de acción no se puede pedir mucho).

Sin embargo, tras varias horas de juego, la experiencia resultó un tanto frustrante, no por su dificultad, porque realmente no es un juego difícil la verdad, sino por decisiones de diseño que después de ver que también esta disponible en la App Store de forma gratuita en el iPhone me explican un par de cosas, pero vayamos de a poco.

Tomamos el control de Xiaolang, un joven guerrero con poderes de fuego que debe rescatar niños secuestrados y enfrentar al mal que asola su tierra.

El juego se estructura en tres actos (con 5 niveles adentro de cada uno y un jefe al final) con niveles diseñados para el backtracking y la exploración, algo que podría haber funcionado mejor si las habilidades clave no estuvieran bloqueadas detrás de una tienda interna que, en esta versión para Switch, no tiene microtransacciones (acá se empieza a entender mis principales críticas con el juego) pero sí múltiples monedas internas y una progresión poco amigable.

Les doy un ejemplo, el dash una habilidad casi básica en cualquier plataformero 2D es una habilidad paga (con monedas internas del juego), está claro que quisieron trasladar un juego con microtransacciones a un juego completo (o premium) pero realmente es una tarea muy compleja trasladar un juego que espera que compres estas habilidades con plata real como en la versión de celular.

La mecánica de adquirir habilidades mediante el uso de gemas de distintos tipos (rubíes, esmeraldas, zafiros) no sería un problema si el juego no colocara herramientas esenciales, como el dash o la espada, detrás de una tienda, entiendo que el juego haya pasado de un juego gratis con microtransacciones a un juego premium pero esto rompe cualquier progreso normal que uno espera en un juego.

Esta decisión se siente especialmente arbitraria cuando muchos niveles están claramente diseñados para ser jugados con estas habilidades desde el inicio.

La consecuencia es un ritmo de juego que se resiente y una exploración que se vuelve una tarea tediosa, vamos a jugar niveles primero recolectando recursos y una vez que tenemos éstas habilidades vamos a poder retormarlos como fueron pensados en un principio, sabiendo que hay zonas que si no tenemos habilidades como el dash nunca podríamos acceder.

En cuanto al diseño de niveles, hay buenas intenciones. Cada uno esconde chicos que vamos a tener que salvar, llaves que en general abren rejas donde están los chicos y cofres con monedas o gemas, pero la recompensa rara vez justifica el esfuerzo.

La mayoría de los secretos se intuyen fácilmente (pared larga sin obstáculos, probablemente se puede atravesar), lo que elimina gran parte del encanto de descubrir algo verdaderamente oculto, parezco reiterativo pero cuando un juego nace para vender microtransacciones estas cosas van a pasar.

Lo más frustrante de Shadows of the Orient es que debajo de todas estas decisiones discutibles, hay un juego que podría haber sido muy bueno. Las animaciones son fluidas, el pixel art está bien logrado, y el sistema de combate es básico pero tiene potencial especialmente las distintas armas que usamos, habilidades y animaciones están muy bien logradas.

Nota especial a los textos de los mensajes de ayuda, se escriben letra a letra de forma lenta, podrían hacer un update que cargue el texto completo de una.

Pero todo se ve opacado por las no-microtransacciones vamos a llamarlas.

En un mercado saturado de plataformas indie, destacarse es más difícil que nunca. Y lamentablemente, Shadows of the Orient no logra salir de la sombra de otros exponentes del género, teniendo juegos como Hollow Knight, Dead Cells, la saga Ori, Celeste, Shovel Knight o inclusive algunos menos conocidos como SteamWorld Dig 2.

Shadows of the Orient intenta rendir homenaje a los clásicos del género, pero termina siendo un recordatorio de lo importante que es el equilibrio entre desafío, accesibilidad y diseño. Un título que creo que si hubiese sido pensado como un juego “premium” desde su concepción sería un gran juego para disfrutar.