[Review] Destiny 2: The Final Shape

Desde 2014 que Destiny es referente en un género de shooter-looter MMO, diferente a lo que estamos acostumbrados. Bungie se ha jactado de constantemente estar evolucionando el título con la idea de lograr que sus jugadores no se desprendan, y en muchas ocasiones, lo ha logrado con creces. The Final Shape representa la culminación del arco narrativo iniciado hace casi una década, brindando una abundancia de contenido y un final impresionante para la comunidad que lo bancó desde el inicio.

Destiny 2: The Final Shape comienza con un resumen de los eventos del último año, como la mayoría de sus expansiones siempre lo han hecho. El desenlace narrativo que logra esta expansión es excepcional, presentando algunas de las misiones más destacadas de la saga. La campaña está concebida para completarse en una sola sesión y, si bien no es mandatorio, se recomienda vivirla de corrido para una experiencia totalmente envolvente.

La duración de la campaña ronda las 12 horas, aunque esto puede variar dependiendo que tan hábiles somos y hace cuanto no tocamos el juego. Hay algunas misiones que, por su jugabilidad, hacerlas en solitario resulta mucho más complicado. Por suerte, siempre hay otros guardianes dispuestos a prestar ayuda, haciendo esencial el uso de la función in-game para buscar miembros para el equipo. La nueva clase “Prismático” fusiona elementos de todas las clases previas con adiciones novedosas. Será posible usar tanto la luz como la oscuridad en cualquier instante, enfrentando adversarios con escudos prismáticos que solo se pueden destruir con ataques que combinan ambos tipos de daño.

Tras concluir la campaña, se habilitan nuevas misiones que no solo amplían la narrativa, sino que también introducen actividades semanales en anticipación a los próximos episodios de “Ecos”. El mapa recién añadido rebosa de acciones, con invasiones enemigas en distintos sectores que necesitamos repeler, aumentando la dificultad hasta el enfrentamiento con el jefe final. Asimismo, existen retos que otorgan premios de élite, misiones exclusivas para obtener armas exóticas y recompensas por finalizar las misiones principales en el nivel de dificultad Leyenda. Es un reto enorme, pero con buenas recompensas al final del camino.

Las misiones de historia en The Final Shape son más largas que lo quizás estamos acostumbrados. En un momento crítico para todos los personajes, no solo enfrentamos la amenaza constante de El Testigo, sino también lo que representa La Luz del Viajero para los guardianes. El nuevo “planeta” es gigantesco y visualmente impresionante, en sintonía con el tono melancólico de la expansión. Los escenarios invitan a rememorar eventos pasados, con un diseño de niveles que enfatiza la verticalidad y habitaciones llenas de detalles impactantes. Las estatuas enormes y las alteraciones propias de la mente del villano crean momentos inolvidables, potenciados por los efectos de luz y un manejo exquisito de los colores. El equipo de Bungie ha puesto todo su esfuerzo para que el cierre esté a la altura de su legado.

La melancolía de concluir una saga de casi una década se fusiona con la alegría de celebrar el triunfo con otros jugadores. Bungie ha diseñado una misión colaborativa que, si bien no posee la complejidad de una incursión, evoca el espíritu de colaboración en pos de una meta superior.

“Destiny 2: The Final Shape” es una de las expansiones más destacadas de la serie de Bungie y un cierre magnífico para la saga de la luz y la oscuridad. Proporciona un viaje nostálgico por la historia del juego y una aventura robusta. La expansión coloca nuevamente a “Destiny 2” en lo más alto con incontables horas de aventuras. “The Final Shape” es ideal para empezar si nunca entraste al Destiny-verso.