[Review] Top Spin 2K25

Dentro de las sagas de deportes, tenemos muchas icónicas que con solo nombrarlas tienen un peso en la historia de los videojuegos. No hace falta dar introducción tampoco para empresas como 2K Games, una de las más experimentadas en el rubro deportivo ajeno al fútbol, con títulos importantísimos como los NBA 2K. Y luego de varios años sin imponer presencia, finalmente volvió a las canchas Top Spin, la franquicia elite de tenis en esta industria, en su versión Top Spin 2K25.

El título se presenta como un faro de esperanza para estas épocas desoladas de videojuegos del maravilloso deporte llamado tenis. Probablemente muchos son los que venían contando los días restantes para que se anuncie y finalmente aparezca en las tiendas un juego que le rindiera el tributo necesario a este bello arte del peloteo. Esos días han llegado a su fin, trayendo a nuestras manos uno de los ápices tenísticos de la historia, Top Spin.

Para no pelotear demasiado el tema, Top Spin hace un regreso agridulce. Con una presentación interesante a cargo del genio de John McEnroe y un tutorial interactivo con un partido entre Roger me pongo de pie Federer contra Alcaraz, el título nos demuestra lo versátil que puede ser su jugabilidad. Atractiva para los profesionales de estos simuladores, y quizás por demás precisa para aquellos que buscan una experiencia más relajante.

Dentro de las posibles acciones que realizaremos en el juego, tendremos opciones en línea como individuales sin conexión a internet. En principio cabe mencionar que todo lo relacionado al online se puede jugar en los modos clásicos de partidos aleatorios o también competitivo por ranking (como cualquier otro juego de deportes). Lo más interesante está en los modos desconectados.

Por un lado podremos crear nuestro jugador personalizado en My Career, y así ascender al estrellato de este deporte, en el ranking ATP mundial. La creación de personajes no tiene factores muy creativos, ni sorprende por la variedad. Eso es bien notorio luego al momento de encontrarnos con otros avatares de la IA, en la medida que juguemos los torneos en este modo, donde tampoco se notan las “caras nuevas”. Sin embargo, 2K decidió ponerle más énfasis a la cantidad absurda de cosméticos que podremos desbloquear durante nuestra aventura: remeras, gorras, bandas, zapatillas, etc. “Todas las marcas y todos los colores de ropa, pero nuestro personaje no pudo tener una barbilla diferente a la de nuestro amigo del colegio”.

Dentro de este modo, luego de crear nuestro personaje y atribuirle un estilo de juego (jugador de red, fondo o mixto), tendremos puntos de habilidad diferentes que repartir y que seguirán sumándose a medida que subimos nuestro nivel. Resistencia, potencia, saque, drift, volea, son solo algunos de estos atributos que al final de cuentas determinarán cómo nuestro personaje se mueve en la cancha. Desde mi punto de vista, siempre fue recomendable en los títulos de tenis apuntar a la potencia, resistencia y saque, la tríada imbatible.

El año fiscal comienza, y es hora de elegir las actividades que mensualmente realizaremos para hacer crecer a nuestro jugador. Otro punto flojo, solo tenemos tres opciones escalonadas mensualmente, y poca variedad de actividades: una práctica, una exhibición y un torneo. En la medida que cumplimos ciertos objetivos pequeños, como jugar una cantidad de exhibiciones, participar de varios torneos o entrenar una habilidad específica, nuestra reputación incrementará, dándonos acceso a mejores desafíos. Así es como pasaremos de novatos a ser atletas experimentados, y de ATP 500 a participar en Masters o Grand Slams.

Lo simple de este modo, y lo escaso de amor, hace complicado darle un visto bueno. Los menúes parecen en ocasiones no tener una interfaz diseñada por las mismas personas, con fallas de usabilidad donde los botones no terminan siendo intuitivos, o nos cuesta interpretar cómo acceder a una sección con el mando en la mano. Las animaciones previas y posteriores a cada partido, así como las coronaciones, nunca cambian (literalmente el mismo avatar nos entrega la copa de campeón sea la parte del mundo donde nos encontremos).

La balanza comienza a enderezarse cuando llegamos al tie-break con la jugabilidad. Más allá de los clásicos golpes que podemos dar con nuestra raqueta, hay un factor sensato y realmente aplicable a la realidad que el juego lo expresa a la perfección: por más que le pegues siempre a la pelota, no todos tus tiros van a ser perfectos. Entonces, Top Spin agrega un pequeño grado de dificultad que es una barra de precisión, donde si nos adelantamos a presionar (o soltar) el botón del tipo de disparo que hagamos, o demoramos mucho, el tiro puede fallar inmediatamente. Cuesta tomarle el ritmo a esto, pero una vez que lo hacemos, sale por inercia.

Además, posicionar el disparo también presenta un desafío digno, que aún se vuelve más complejo cuando se trata de un saque (la precisión necesaria en el analógico es de película). Sumado, finalmente, a que cada tiro puede ser “cargado” (con potencia máxima y mayor desgaste de nuestra resistencia) o normal. Como el título nos explica en cada uno de los tutoriales que tendremos en el modo “Academia”, controlar nuestros impulsos de arrasar con tiros potentes todo el tiempo es un factor crucial para no perder toda la resistencia durante el partido, lo que lleva indefectiblemente a cometer errores o lesionarnos (algo que nos hará perder meses de juego en My Career).

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Estar al mando de un jugador de tenis nuevamente en un videojuego es una sensación excelente, más aún luego de todos los fracasos que hemos visto en los últimos años para este deporte. El problema es que, sencillamente, no parece cerrar del todo la idea… A nivel visual y técnico, las canchas, los sonidos y la iluminación son increíbles, pero los rostros, expresiones y el público dan miedo. Aquí está el problema real, que todo es “una de cal y otra de arena”. Algo bueno, algo malo.

Y esto no termina aquí, porque si bien el título inicia con 25 jugadores profesionales para utilizar (desde leyendas hasta los que vemos hoy día jugando) y 2K prometió entregar más tenistas de forma gratuita, en consecuencia tenemos un “pase de batalla”, el Centre Court Pass, que se accede abonando. La historia se repite, y es como un set para cada lado.

En definitiva, Top Spin 2K25 es un título entrañable, táctico, sofisticado, pero que parece ir en un samba, donde cada pequeño paso que lo acerca a la grandeza conlleva un cimbronazo furioso que nos demuestra que aún le falta más cocción. Esperemos que luego de tantos años, esta entrega sea el primer saboreo de una nueva generación de videojuegos de tenis que logren captar la atención de todos los que disfrutamos de este deporte, y persigan el match point en calidad.