¿Qué pasa por nuestro interior cuando dormimos? Algunas veces pasamos la noche de corrido, sin darnos cuenta que efectivamente tuvimos algún minuto de sueño. Otras veces, tenemos sueños que parecen ser realidad y otras que no tanto pero casi. Y muchas otras, soñamos con cosas irreales, cuestiones que escapan a cualquier realidad conocida o que pensamos conocer. Algo así es lo que nos encontramos en Shio, un juego de plataformas con contenido original que nos trae Coconut Island Studio.
Historia
La historia en Shio es bastante particular. Al empezar no se entiende mucho el contexto en el que se encuentra el juego ni su protagonista, ya que no explica absolutamente nada de la historia, y los pocos NPC que vamos encontrando a medida que avanzamos no hacen más que confundirnos más, quienes divagarán sobre los sueños o nos contarán parte de sus miedos.
Todos los niveles en los que jugamos se desarrollan mientras el protagonista sueña, y a medida que vayamos avanzando conocemos un poco el entramado que posee la historia. Así, los personajes con los que nos vamos encontrando se relacionan con el protagonista, con líneas que no poseen mucho sentido, pero que desbloquean párrafos en nuestro diario que nos explica un poco la historia. Además, a veces estos personajes nos entregan objetos que también nos cuentan algo del marco en el que nos encontramos, lo que también sucede cuando encontramos objetos que podemos recolectar a medida que avanzamos en los distintos niveles.
Jugabilidad
Shio nos presenta niveles en los que nuestro único enemigo es el entorno, aunque esto no es tan sencillo como suena. Tendremos que usar la linterna que tenemos en nuestro poder para poder ir avanzando por los niveles, en los que se encuentran lámparas que tendremos que golpear para poder saltar nuevamente y así llegar hasta el final del nivel. A medida que avanzamos, la dificultad va creciendo, teniendo que utilizar nuestro ingenio para superar ciertos escollos entre los que se encuentran péndulos, sierras, paredes con pinches, llegando a tener que esquivar hasta rayos de sol que nos calcinarán instantáneamente. A medida que avanzamos activaremos lámparas que hacen las veces de checkpoints.
Hay que aclarar que en Shio no podemos morir: al fin y al cabo no deja de ser un sueño. Al chocar con cualquiera de los obstáculos que nos presentan los niveles, volvemos a comenzar en el último checkpoint que activamos, y las trampas también resetearán sus movimientos para que tengamos una noción bastante acertada de cuándo y cómo va a actuar nuestro entorno.
En todos los niveles podremos ver qué nos aguarda más adelante, ya que tenemos un mini mapa en el que vemos nuestra posición, donde se encuentran y qué tipo de trampas hay adelante, así como el próximo checkpoint que nos dará algo de alivio.
Estos checkpoints son de gran ayuda ya que divide el juego en secciones, dándonos la posibilidad de avanzar de a partes sin estar obligados a pasar el nivel de principio a fin sin “morir” en ningún momento.
Gráficos y Música
Este punto es algo a destacar en Shio. Hubo varios momentos en el juego en el que no avanzaba únicamente para ver los paisajes que había de fondo. Los gráficos, aunque podrían no corresponder a lo que pueden ofrecer las consolas de hoy en día, logran transmitir todo lo que los desarrolladores tenían en mente. Los escenarios, ambientados en paisajes chinos, son dibujados a mano. Esto le da un plus al juego,y acompañan su avance de forma muy armónica.
En cuando a la música, podemos decir que es simplemente hermosa. Las melodías acompañan los detalles de cada uno de los niveles en los que estamos de forma perfecta, y su ritmo relajado es más que bienvenido, sobre todo cuando nos encontramos frustrados porque no podemos avanzar más de cierta parte del nivel por su dificultad.
Dificultad
Al ser un juego de plataformas, Shio nos pone a prueba en todo momento, aunque la dinámica del juego siempre es la misma. No existen habilidades nuevas, nuestro personaje no sube de nivel, nuestra linterna no cambia: lo que cambia son los niveles.
Cada uno de los niveles en los que jugamos se destaca por tener sus propios y distintivos peligros, los que son reemplazados por unos nuevos cuando iniciamos un nivel distinto. Además, en cada sección de los distintos niveles existen tiempos a vencer, lo que le agrega otro incentivo para aquellos que les gustan este tipo de juegos y los quieren completar al cien por ciento.
Finalmente, existen dos tipos de dificultades para el juego: Shalow Dream o Deep Sleep. Shallow Dream es para dar inicio al juego y conocer en profunidad sus mecánicas, aunque si lo que buscamos es un verdadero desafío, deberemos elegir Deep Sleep, donde la dificultad es sensiblemente mayor y podremos acceder a cuartos con desafíos, así como obtener más coleccionables que en dificultad baja.
Conclusión
Shio es un juego de plataformas innovador en el que nuestro enemigo es pura y exclusivamente el entorno. Los controles a veces no son tan precisos como a uno le gustaría, pero eso no priva de disfrutar una gran experiencia con un juego que aporta cosas distintas al género de forma acertada. La música y los gráficos acompañan una aventura que podría ser mucho mejor si se pudiese entender la historia de una forma más sencilla.