[Review] Raid: World War II

Juegos como Destiny, Borderlands y Left 4 Dead han demostrado que los jugadores gravitan más hacia los shooter cooperativos bien diseñados. Starbreeze Studios aprovechó ese éxito con la popular franquicia Payday, que permitía a cuatro jugadores unirse para realizar un gran robo mientras asesinaban a policías y equipos SWAT. Raid: World War II intenta reconstruir el éxito de Payday, utilizando gran parte de la misma infraestructura para una experiencia inspirada en Inglorious Basterds. Lion Game Lion trata de emular arduamente la atmósfera y ambiente de esta era pero falla más de lo que lo logra gracias a su a su ejecución descuidada.

Raid: World War II da la bienvenida a los jugadores al Ministry of Ungentlemanly Warfare. Con probabilidades insalvables frente a la Wehrmacht de Hitler, Winston Churchill le encarga a uno de sus subordinados (interpretado por la leyenda de Monthy Python John Cleese) que explore una guerra no convencional. ¿Su solución? Reclutar a un grupo mortal de ladrones, renegados y desertores con vía libre para hacer lo que más saben hacer y eliminar a los alemanes de la forma en que estos “agentes” lo consideren oportuno. Si se llegara a perder parte del oro de Hitler en el proceso, que así sea (nadie ha visto nada.. Guiño, Guiño). Cada misión concluye con una parodia ridícula de Hitler que muestra al Führer hirviendo de rabia, derrota angustiosa o resignación mientras enfrentas a su ejército. Estos intentos de ligereza muchas veces fallan mas de lo que aciertan

Al elegir uno de los cuatro personajes y clases, estableces una base en una iglesia bombardeada detrás de las líneas enemigas. En donde puedes elegir entre una docena de misiones que van desde descarrilar trenes llenos de oro hasta infiltrarse en bastiones nazis bien fortificados para sacar a científicos de las SS. Los jugadores pueden usar cualquier moneda que confisquen en estas incursiones para actualizar la base, desde una casucha decrépita a una sede impresionante llena de muebles de lujo y pinturas caras. En las misiones también ganas XP que se canaliza a un sistema de progresión básico similar a los árboles de habilidades de Payday. Estas actualizaciones imparten modestos aumentos de estadísticas y mejoras en la calidad de vida, como la posibilidad de moverse más rápido cuando se transportan objetos pesados, pero no te dan nuevas habilidades que te cambien el juego. Cada clase tiene una habilidad especial, llamada grito de guerra, que le da al escuadrón impulsos de varios estilos en misiones críticas, pero éstas tampoco cambian significativamente a medida que subes de nivel.

La influencia del Payday también se puede ver en el combate. A medida que comienza cada misión, tienes la opción de ir sigilosamente para saltar sobre los enemigos nazis. Este sistema rudimentario sigue siendo crudo, sin animaciones al matar sigilosamente o formas de manipular el medio ambiente para permanecer encubierto. Inevitablemente, los soldados te detectan y comienzan los largos enfrentamiento que constituyen la gran mayoría de la experiencia del juego.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los militares alemanes desarrollaron la famosa estrategia Blitzkrieg, que requería atacar con una gran concentración de tanques, aviones y artillería para aplastar rápidamente a las fuerzas enemigas y causar desorden entre sus filas. El A.I. empleado por Raid también entrega una gran concentración de tropas, pero trae su propia desorganización al campo de batalla. De a poco abruman como insectos tu ubicación, cayendo sobre las paredes y a través de cualquier abertura disponible. Lo que hacen una vez que llegan al objetivo hará que cualquier general renuncie avergonzado. A menudo corren en línea recta directamente hacia ti, como si estuvieses audicionando para un papel de extra decapitado #1. La falta de variedad enemiga fuera de francotiradores y lanzallamas también empobrece el combate. Ocasionalmente, el enemigo marca tu posición con una bengala para un ataque de artillería o un tanque entre en la escena, pero solo necesitas disparar a ciegas en la lluvia de balas mal espaciada que se te acerca. Su pobre puntería hace que sea fácil correr directamente a través de la zona caliente hacia objetivos al aire libre en las dificultades más altas.

Los jugadores sin conexión tampoco reciben mucho apoyo de la A.I. Tu escuadrón acompañante se maneja admirablemente durante los tiroteos e incluso resucitan a los compañeros derribados. Pero pedir ayuda es demasiado para estas divas. Tienes que llevar las pesadas cajas de oro y las Shell AA una a la vez, y también acompañar a los prisioneros de guerra uno por uno hasta la zona de extracción. Estas frustrantes y repetitivas experiencias mataron cualquier deseo de jugar solo.

Aquellos que quieren experiencias más largas y diversas pueden abordar una de las dos operaciones. Estas misiones de seis partes te sacan de la rotación normal de redadas y te llevan a las calles que rodean tu base, y son una adición bienvenida. Estos segmentos introducen vehículos, pero dados los horribles controles, me pregunto por qué el desarrollador se molestó en añadirlos.

En lugar de invertir recursos en la introducción de vehículos, el estudio podría haberlo usado para resolver las fallas técnicas de Raid. Con listas de servidores poco pobladas que no reflejan el grupo completo de jugadores, marcadores de objetivos que no aparecen o que no desaparecen una vez que los completas, y ralentizaciones abruptas cuando se unen nuevos jugadores, Raid se parece más a un juego de acceso temprano que a un lanzamiento AAA. Muchas veces el juego se detenía y reiniciaba solo, extrañas figuras geométricas rojas aparecían aleatoriamente, e incluso una vez apareci al comienzo de una misión en un vagón de tren del cual no podia escapar. No tengo idea de cómo Sony o Microsoft aprobaron el juego para su lanzamiento.