“Cuanto más pesado sea un producto, mayor será su calidad”. De chico siempre decía mi padre esa frase, y me quedó impregnada. Claro, jamás dudé tampoco de ella, porque la historia me demostraba que tenía razón. Hoy, en el año 2023, con la tecnología avanzando continuamente en rumbos ya prácticamente desconocidos, mi fé en esa frase empieza a desvanecerse, y marcas como Logitech me vienen a demostrar lo contrario: no es necesario componentes de mayor peso para brindar un producto de calidad altísima.
En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de probar por unos cuántos días en diferentes entornos de trabajo uno de los mouses más livianos que existen en la tierra: Logitech G Pro X Superlight. Con un diseño básico pero plagado de buenas características, este ratón inalámbrico me dió una grata sorpresa al presentar practicidad, calidad y rendimiento, todo en un solo paquete.
En términos extremadamente técnicos, las especificaciones del producto son las siguientes:
DIMENSIONES
ESPECIFICACIONES FÍSICAS
- Altura: 125,0 mm
- Ancho: 63,5 mm
- Profundidad: 40,0 mm
- Peso: <63 g
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
- Compatible con POWERPLAY
- Tecnología inalámbrica LIGHTSPEED
- Memoria integrada
- Sistema de tensión de click
- Pies de PTFE sin aditivos
- 5 botones
SEGUIMIENTO
- Sensor: HERO
- Resolución: 100 – 25.600 dpi
- Aceleración máx.: >40 G 2Pruebas realizadas en Logitech G240 Gaming Mouse Pad
- Velocidad máx.: 400 ips 3Pruebas realizadas en Logitech G240 Gaming Mouse Pad
- Sin suavizado/aceleración/filtros
RESPUESTA
- Velocidad de respuesta USB: 1 ms (1.000 Hz)
- Microprocesador: ARM de 32 bits
DURACIÓN DE BATERÍAS
- Movimiento constante: 70 h
Si entramos en detalles, en base a la experiencia de uso, podemos confirmar que le hace honor a su nombre de “Super Ligero” (Superlight). El mouse proclama ser liviano y así lo es. Con un peso menor a 63 gramos, se podrán imaginar que sostenerlo en la mano y moverlo termina siendo muy satisfactorio en comparación con cualquier otro ratón que comúnmente usamos en una oficina o para el trabajo. Las jornadas realizando diferentes actividades ajenas al gaming resultaron muy cómodas de practicar, y con sesiones de hasta 9 horas no sentía agotado el brazo y la muñeca de los movimientos constantes.
En situaciones en las que utilicé el mouse para gaming (principalmente en shooters), el poco peso favoreció los movimientos veloces haciendo que deslizarse por una configuración multi-monitor (sin la necesidad de incrementar los dpi) sea muy ágil. En ciertos géneros de videojuegos podría resultar contraproducente un ratón tan liviano, o mismo a ciertos usuarios que no están acostumbrados a tener una pluma en la mano, le generaría conflictos.
Como mencioné anteriormente, el diseño es bastante simple. Cuenta con 5 botones los cuales son configurables desde la aplicación de escritorio de Logitech G Hub, el logo de la marca en la parte de apoyo de la palma, y un práctico mecanismo de tapa imantada en la parte inferior (el compartimiento para el receptor de señal Lightspeed). También posee pies debajo de teflón, material utilizado para aislar y mejorar el deslizamiento extremadamente silencioso que posee. Si se desea, con la caja del ratón viene una tapa adicional que posee más teflón aún, de forma que los más experimentados o exigentes puedan aprovecharlo.
Además de esto, el cable de conexión para carga y utilización, si no desea usarlo inalámbricamente, viene con un formato de tridente para conectarlo y que no pierda la esencia de un mouse común, y tampoco suspender sesiones de uso del dispositivo. La conexión se realiza por micro USB.
Una decisión quizás polémica es la de no incluir un botón adicional para el cambio rápido de dpi. Para ello, tendremos que “sacrificar” alguna de las dos teclas laterales (o ambas), si queremos cambiar dpi al vuelo. Esto, sumado a la falta de iluminación en todo el dispositivo, me hace creer que si bien tiene características de gaming, pretende quedar bien parado como un mouse de oficina o más tradicional, que no llame la atención.
Más allá de lo estético, el Logitech G Pro X Superlight tiene una precisión bestial. A pesar de ser principalmente un ratón inalámbrico, la utilización del sensor Hero (de lo mejor que hay en el mercado), y la conectividad por tecnología Lightspeed hace que se luzca más sus bondades. Es indiscutible que en ninguna situación me brindó problemas como microcortes o lag, incluso utilizando el mismo a una distancia más larga de lo recomendado. Puede configurarse de 100 a 25.600 dpi, lo cuál es más que suficiente prácticamente para cualquier entorno.
Otro de los puntos fuertes es la duración de la batería. Con una carga completa, que puede durar 1 hora en realizarse, este ratón resiste más de las 70 horas establecidas para uso constante. Durante 2 semanas, quizás 3, no tuve necesidad de cargar la batería, a pesar de que se daba uso por más de 12 horas por día aproximadamente. No hay duda de que Logitech ya no solo trata de mejorar su precisión, sino también este tipo de experiencia de usuario.
Por último, debo mencionar que, al ser un mouse de tamaño considerable, el agarre es muy cómodo. Desde mi experiencia, acostumbrado a ratones pequeños, me terminó sorprendiendo que pueda reposar toda mi mano sobre el equipo sin problemas. Este tipo de decisiones definitivamente fueron acertadas.
Sin lugar a dudas, Logitech G Pro Superlight es un mouse completamente recomendado para cualquier usuario, más allá de la actividad que vaya a realizar con el mismo. Las sesiones largas de gaming pueden ser menos agotadoras, y por lejos las de trabajo serán más placenteras. El hecho de poseer una batería tan duradera hará que no podamos quejarnos de tener que cablear constantemente el ratón, y por más interferencia que exista, gracias a Lightspeed siempre nos funcionará correctamente el sensor. Eso sí, en nuestro país, primero hay que revisar si alcanzamos con la economía casera para hacernos con uno.
