[Review] Detective Pikachu Returns

El verdadero secreto es saber para quién es este juego

Detective Pikachu Returns, desarrollado por Creatures (no confundir con Game Freak), llega como una esperada secuela del juego de aventuras de 2016, trayendo consigo la promesa de resolver misterios en el colorido mundo de Pokémon. Encarnamos a Tim Goodman junto a su compañero Pikachu  y somos llevados a través de una serie de desafíos en la bulliciosa Ryme City.

A pesar de tener momentos destacados, el juego también presenta ciertos aspectos problemáticos que no pueden pasar desapercibidos, lo que deja un sabor agridulce en la experiencia de juego.

Siendo que no jugué el primer juego de la saga, pero si vi la película, sentí que en un principio gran parte de la trama se tocan aspectos del juego anterior. Ya de hecho desde el principio tenemos un flashback sobre los sucesos del juego de 2016 (que si vimos la película no hay mucha diferencia con éste juego).

No digo que sea necesario haber jugado el juego anterior o haber visto la película porque los eventos del juego en general se entienden sin haber jugado al anterior título de la franquicia, pero me hubiese gustado al ser un juego tan de nicho que no se haga tanto foco en eventos anteriores.

Luego de esa primera impresión nos encontramos con una historia de misterio simple que mezcla un poco de ciencia, Pokémon e intriga, en una trama que podemos esperar para un juego, que particularmente yo, creo que está orientado para los más chicos.

Una de mis frases de cabecera cuando veo un juego para los más peques es: “Que un juego sea para chicos no tiene porque significar que el juego sea malo”. En éste caso se nota que Creatures no aplica mi frase, y es un juego que no está a la altura de sagas como “Scarlet y Violet“, o cualquier otro de Mario en Nintendo Switch, que tranquilamente pueden haber sido diseñados para los chicos, pero que al final pueden ser disfrutados por cualquiera.

Un aspecto que me pareció muy pobre siendo que la película es de 2019, es que si ya la vimos, puede ser que algunos de las cosas más importantes del juego sean muy predecibles. Si bien el mundo de Ryme City está lleno de Pokémon bien diseñados, con animaciones pobres, y escenarios vibrantes, los gráficos en general dejan mucho que desear.

Las texturas borrosas y los modelos poco detallados a menudo rompen la inmersión, especialmente cuando se comparan con otros títulos contemporáneos en la consola. La falta de atención a los detalles visuales es una oportunidad perdida para hacer que este mundo cobre vida. Los diseños de los pokemones en general no están mal, no tienen muchos detalles, pero no son feos en general, pero los humanos son de lo peor que vi en un juego first party de Nintendo.

Vamos a ver que pocas veces los pokemones van a hacer algo interesante, y en general están estáticos esperando a que nos acerquemos para hablarles. Las caras tanto de protagonistas como personajes secundarios demuestran falta de cariño o interés, más bien son diseños que tranquilamente podrían haber sido mejor realizados.

Realmente me da pena que tengamos que jugar juegos de la saga Pokémon que se ven tan mal. Las voces de los personajes en general estan buenas, pero la inmersión se destruye en un instante al ver el pobrísimo lip-sync de los personajes.

La jugabilidad sigue la fórmula establecida en el juego anterior, combinando exploración, conversaciones y resolución de acertijos. Aunque esta fórmula es sólida, los acertijos son repetitivos y carecen de desafío. Si ya jugaste un juego de aventuras de este estilo, no vas a encontrar nada nuevo acá, por lo que normalmente vas a ir a un caso nuevo, buscar pistas, deducir que pasó y haciendo uso de un multiple choice entre 3 posibles opciones, en el cuál si nos equivocamos solo Pikachu nos va a marcar que los eventos no fueron de esa manera y nos van a volver a presentar las opciones nuevamente, resolverlo.

Creo que la mejor forma de definir este juego es un mix entre una aventura y una novela visual, en donde vamos a estar moviéndonos del punto A al punto B, y hablar con tanto humanos como Pokémon para poder resolver los acertijos que tendremos que se nos presenten. Muchas veces vamos a resolver el misterio antes que nuestros protagonistas, pero tenemos que seguir todos los pasos para que ellos determinen qué y cómo sucedieron los hechos.

Uno de los mayores inconvenientes de Detective Pikachu Returns es su corta duración. Con una historia principal que se puede completar en unas 10-12 horas, puede ser que uno se sienta defraudado por la falta de contenido sustancial. Aunque hay algunos coleccionables y misiones secundarias para prolongar la experiencia, no son suficientes para justificar la inversión de tiempo.

A pesar de sus fallos, Detective Pikachu Returns tiene momentos de brillantez que no deben pasarse por alto. La química entre Tim y Pikachu es palpable, y sus interacciones aportan un toque humano a un mundo lleno de criaturas fantásticas. Las misiones secundarias, aunque escasas, ofrecen algunas de las mejores partes del juego, permitiendo a los jugadores profundizar en la vida de los habitantes de Ryme City y aprender más sobre el universo Pokémon.

Y además Detective Pikachu Returns nos permite ver otra faceta del mundo Pokémon que pocas veces podemos apreciar en los juegos de Game Freak, ya que Ryme City es una ciudad donde están prohibidas las peleas, vamos a poder ver a los pokemones ayudando a los humanos en las tareas diarias de cada uno, aspecto que en general está más reservado para el anime u otros juegos spin-off de la franquicia.

No obstante, la falta de innovación resalta aún más en un mercado de juegos saturado. Detective Pikachu Returns se siente como una oportunidad perdida para llevar la franquicia a nuevos horizontes y ofrecer algo más allá de lo familiar.

A nivel técnico, los problemas gráficos y de sonido socavan la inmersión. Los entornos borrosos y los efectos sonoros irregulares rompen la magia del mundo de Pokémon, dejando a los jugadores preguntándose qué podría haber sido si se hubiera prestado más atención a los detalles técnicos.

En última instancia, Detective Pikachu Returns es un recordatorio de que las franquicias queridas también pueden tropezar. Aunque ofrece momentos de diversión y nostalgia, no logra elevarse por encima de las expectativas para ofrecer una experiencia verdaderamente impactante. Los fanáticos pueden encontrar alegría en esta entrega, pero para la mayoría, esta aventura se quedará corta en términos de innovación y profundidad.

Para los incondicionales de Pokémon y aquellos que buscan una experiencia ligera y familiar, Detective Pikachu Returns podría ser una opción adecuada. Sin embargo, para aquellos que buscan una experiencia de juego más inmersiva y desafiante, este título puede no satisfacer completamente sus expectativas. Con su mezcla de encanto y decepciones.

Detective Pikachu Returns es un viaje agridulce al mundo de Pokémon. Aunque tiene momentos encantadores, una historia inicial intrigante y personajes entrañables, se ve empañado por su falta de cohesión narrativa, gráficos decepcionantes y falta de desafío en la jugabilidad.