[Review] Concord

Concord, el nuevo título de Firewalk Studios, ha estado en el centro de la controversia desde mucho antes de su lanzamiento oficial. Tras una breve demostración en su beta cerrada, el juego finalmente llegó al mercado con un precio de 40 dólares, una cifra que muchos consideran desmesurada dada la saturación del mercado de shooters. A pesar de contar con un equipo de desarrollo experimentado, integrado por veteranos de estudios como Bungie, Activision y Electronic Arts, Concord ha tenido dificultades para encontrar su lugar. Las decisiones comerciales de Sony han generado una respuesta mixta y, en muchos casos, negativa.

Desde su anuncio, Concord ha enfrentado problemas relacionados no solo con su jugabilidad, sino también con las decisiones de marketing que lo rodean. Sony, uno de los principales impulsores del juego, optó por un camino comercial que desconcertó a muchos. En lugar de seguir la tendencia de los shooters de héroes gratuitos o de bajo costo, decidió lanzarlo con un precio de 40 dólares, lo que generó una barrera de entrada considerable para el público general. Esto afectó de inmediato su recepción, dado que los jugadores potenciales compararon Concord con títulos de la misma categoría que ofrecen una experiencia gratuita y mucho más establecida, como Valorant o Overwatch 2.

Este tipo de decisiones, sumadas a la falta de un verdadero diferenciador en la propuesta, contribuyeron a que Concord fuera visto con escepticismo. En un mercado saturado, en el que los servicios de juegos en vivo necesitan innovación constante y una base de jugadores sólida desde el inicio, un precio elevado puede significar el fracaso antes de siquiera tener la oportunidad de despegar.

En cuanto a la jugabilidad, Concord se apoya fuertemente en el team-shooting, lo que significa que la cooperación entre jugadores es esencial para el éxito. El diseño del juego claramente busca fomentar el trabajo en equipo, en lugar de alentar la acción individual de jugadores solitarios. Esto es evidente en decisiones de diseño como el alto time to kill, que puede parecer exagerado para algunos, pero que tiene sentido desde la perspectiva de la dinámica en equipo. La velocidad de movimiento también es más lenta de lo que se ve en otros shooters, lo que puede generar cierta incomodidad para los jugadores acostumbrados a un ritmo más ágil. No obstante, estas características están justificadas y alineadas con la visión de los desarrolladores.

Una de las áreas donde Concord muestra algo bueno es en el gunplay. Los veteranos de Bungie, conocidos por sus trabajos en juegos como Destiny, han logrado trasladar esa experiencia a Concord, haciendo que las armas se sientan precisas y satisfactorias de utilizar. Sin embargo, hay una ausencia notable: no se incluyen habilidades definitivas, una característica común en este tipo de juegos. Esto deja una sensación de que algo falta, afectando la intensidad de las partidas.

Uno de los puntos más discutidos en relación con Concord es su falta de innovación. A pesar de que el juego ofrece una jugabilidad sólida y bien ejecutada, no introduce elementos nuevos que lo distingan de otros títulos populares en el mismo género. Las comparaciones con Overwatch 2 y Valorant son inevitables, y lamentablemente, Concord no logra estar a la altura en términos de originalidad. En lugar de ofrecer algo único, el juego parece ser una versión diluida de conceptos que ya han sido perfeccionados por otros.

Uno de los intentos de innovación de Concord son sus cinemáticas semanales. Cada semana, el juego presenta un cortometraje animado de alta calidad que narra la historia del universo del juego. A nivel de producción, estas cinemáticas son impresionantes, con el mismo nivel de detalle que se espera de grandes producciones de Sony. Sin embargo, en el contexto de un hero shooter, este enfoque narrativo no parece tener el impacto deseado. Los personajes carecen de carisma, lo que dificulta que los jugadores se conecten emocionalmente con ellos. Aunque la idea de una narrativa en desarrollo es interesante, en este caso no resulta suficiente para compensar las deficiencias en otras áreas del juego.

La versión para PC de Concord ha sido particularmente problemática debido a la baja cantidad de jugadores activos. Esto ha afectado negativamente el matchmaking, lo que lleva a partidas con niveles de habilidad muy desiguales y un ping poco estable. La falta de jugadores también ha ralentizado considerablemente el tiempo de espera para encontrar partidas, lo que resulta frustrante para quienes intentan disfrutar del juego de manera casual.

Otro aspecto que ha generado confusión es el sistema de variantes y bonificaciones. Estas mecánicas, que permiten a los jugadores personalizar sus personajes y mejorar sus habilidades, introducen una complejidad innecesaria. Los jugadores menos experimentados se ven penalizados por no comprender completamente el sistema, mientras que los veteranos, que dedican más tiempo al juego, se benefician desproporcionadamente. Esto crea un ambiente de juego desigual, que puede alejar a los recién llegados y favorecer a quienes ya tienen una experiencia considerable en el género.

El precio de Concord es, sin lugar a dudas, uno de sus mayores obstáculos. En un mercado repleto de opciones gratuitas o de bajo costo, el lanzamiento a 40 dólares fue una apuesta arriesgada que no dio frutos. Si bien el juego tiene aspectos positivos, como su sólida jugabilidad y la calidad de producción de sus cinemáticas, no son suficientes para justificar su precio. Muchos jugadores han expresado su descontento, comparando el costo de Concord con otros juegos similares que ofrecen más contenido y una experiencia más refinada sin necesidad de un pago inicial tan alto.

El futuro de Concord parece incierto. Aunque el juego tiene el potencial para mejorar con actualizaciones y ajustes, la barrera de entrada y la competencia feroz de otros títulos podrían condenarlo al olvido. Tal como ha sucedido con otros live services que no lograron captar una base de jugadores lo suficientemente grande, Concord corre el riesgo de ser otro ejemplo de un juego que no pudo sobrevivir en un mercado extremadamente competitivo.