Con la masividad con la que los video juegos cuentan en el día de hoy, una de las cosas que más me asusta es el termino “Free to Play”. Generalmente este término indica un juego que, a pesar de poder resultar adictivo y en contadas ocasiones divertidos, suelen sufrir a causa de querer exprimir al jugador de cuánto dinero puedan antes de que el se aburra. Con este temor me lancé a intentar un juego que fue lanzado durante la más reciente PlayStation Experience.
Let it Die es la más reciente creación de Grasshopper Manufacture, el estudio de Suda51, creador de juegos como No More Heroes y Shadow of the Damned que siempre se caracteriza por sus excéntricas visuales y excelentes bandas de sonido. En este caso nos ofrecen algo que se puede categorizar como un “roguelike” con controles similares a un Dark Souls y con una premisa que a primera vista puede parecer basica: Escalar una torre llamada “la torre de Barb”. Una torre que cuenta con 40 pisos creados a base de diferentes modelos que al principio pueden parecer aleatorios pero luego de unas cuantos recorridos empezamos a notar que cuenta con solo algunas variaciones que compensa con una estética oscura que por momentos recuerda a títulos como Silent Hill, lleno de óxido y sangre por todos lados
Esto puede sonar simple pero no lo es realmente, ya que como suele pasar en estos juegos vamos a morir más veces de las que podremos contar, pero a diferencia de a muchos juegos del género esto tiene menos importancia, ya que todo en el juego tiene una durabilidad finita, tanto las armas (martillos, hachas, bates) como la ropa (desde jeans hasta piezas de armadura) que no suelen durar mucho más que un viaje o dos, resultado de su baja resistencia y su combate un poco tosco (recordandome por momentos al Dead Rising), cosa que lleva a veces a que al recibir un golpe parecería que el personaje se aturde y no podemos esquivar como nos gustaría y que si nos vemos acorralados por más de dos enemigos las cosas se puedan poner oscuras rápidamente ya que el sistema para apuntar (similar al de Dark Souls) suele trabarse en el enemigo menos indicado y es mejor escapar y buscar otro ángulo que sentir que perdemos el control y morir miserablemente, pero como alguna vez se dijo, la muerte es solo el comienzo…
Cuando nuestro avatar muere en la torre podremos crear otro en reemplazo del anterior que comenzará en nivel 1, sin equipamiento y solo conservando el nivel que tengamos con las armas que hayamos utilizado ¿Pero que sucede con nuestro anterior compañero de aventuras? Al reingresar a la torre con el nuevo personaje si llegamos al lugar donde fuimos abatidos nos encontraremos con el, pero de una manera mucha menos amistosa, ya que cuando un personaje muere es transformado en un “Hater” y la única forma de calmarlo es a los golpes. Si lo logramos es enviado al freezer (si, un freezer literal donde se guardan nuestros personajes) para que lo podamos volver a utilizar.
Este es solo el comienzo de una serie de mecánicas que realmente le dan una vida al juego que muchos en su género carecen, ya que esto se conecta con un modo multijugador asincrónico que al juntar varios personajes que tal vez ya llegaron al máximo nivel, o simplemente no queremos usar, podemos usarlos para invadir a otros jugadores, que serán atacados en su torre por un “hater” con nuestro nombre que al cabo de unas horas volverá a casa con diferentes premios como oro o materiales con los que podemos crear mejores arma con mayor durabilidad.
Este no es el final del lado multijugador del juego. Además de la torre, el juego cuenta con un lado competitivo en el que con nuestro personaje activo tenemos la posibilidad atacar la base de otro jugador, que es en apariencia similar a la nuestra pero puede ser defendida por luchadores del establo de nuestra víctima, un método de defensa que podemos aplicar nosotros mismos para que en nuestra ausencia defiendan la base. Con estos ataques y defensas podemos lograr un número de cosas: robar oro (usado para comprar equipo), SPLithium (esto se usa para mejorar nuestra base, como por ejemplo la capacidad de oro que podemos llevar y la cantidad de personajes creados que disponemos) o en algunas ocasiones secuestrar a uno de nuestros oponentes que mantendremos cautivos por un tiempo usándolo para “cosechar” SPLithium y conseguir un rescate en oro… Si es que el oponente no toma venganza y viene a rescatarlo. Este modo competitivo es uno de los puntos fuertes del juego, ya que al ingresar por primera vez podemos elegir un equipo (definido por país) y atacar rivales sea simplemente por codicia o en una de las batallas entre dos países que pueden llegar a ocurrir. Sin ir mas lejos, mi rivalidad con Mecka_Sonic de Inglaterra ya lleva varios rounds, atacándome y secuestrando uno de los míos, acción que no quedó impune y llevo a mi ataque para rescatarlo pero no antes llevándome uno de los de el.
Teniendo en cuenta todo esto ¿Que quiere el juego de nosotros siendo F2P? ¿Cual es el precio a pagar en respecto a la jugabilidad?
Death Metal es la moneda “premium” del juego, que es la que se puede comprar en la store de PlayStation (desde $0.99 hasta $99.99) y se pueden usar para una variedad de cosas, por ejemplo, comprar un pase especial para el ascensor, ya que normalmente si queremos continuar nuestra escalada por la torre cuesta oro, o sino, un pase que compramos por Death Metal. Este primer uso es casi irrelevante, ya que cada viaje a la torre podemos volver con 5000 o 6000 oros, y un viaje en un ascensor sale 100 oros y subiendo de 100 en 100 en promedio de piso en piso. Además, con este pase también recibimos items diarios y 10 espacios extras en nuestro inventario. Esto puede sonar un poco injusto, pero usando el Death Metal que nos suele dar como regalos diarios podemos comprar estos espacios y con un poco de visión no deberíamos de tener mayores problemas.
El segundo uso y más controversial es que podemos usar un Death Metal en la torre de Barb para revivir en caso de que algo salga mal y no queramos perder nuestro progreso. Esto puede hacer la experiencia un poco nula, ya que si podemos revivir le quita el peso a la muerte y hace que una de las mecánicas del juego sea inútil, así que queda a nuestro criterio si esto es una ventaja ante el juego o una desventaja en contra de la experiencia.
Lo que podría haber sido un desastre termina siendo una grata sorpresa, un juego que se destaca tanto en su aspecto visual como en el apartado sonoro, y con un precio así de bajo no se pierde nada en probarlo, luego de pasar mas de 20 horas en el extraño mundo de Barb no me queda mas que recomendarlo.