Esta característica también ofrecerá próximamente soporte entre plataformas y sistemas operativos, por lo que será posible jugar entre equipos Windows, Linux o Mac tanto de sobremesa como portátiles. “Incluso podrías empezar un juego en un ordenador e irte a otro sitio más cómodo para continuar jugando”, explica Valve desde el FAQ de la característica.
Para obtener los mejores resultados se recomienda que el equipo anfitrión tenga como mínimo una CPU de cuatro núcleos. El cliente debería poseer a su vez una GPU con soporte para descodificación de vídeo H264 acelerada por hardware.
Además de funcionar con los títulos de la librería de Steam, Valve explica en el FAQ de In-Home Streaming que jugar con juegos que no sean de la plataforma “podría funcionar”, aunque no cuenta con soporte oficial. Para activar el servicio tan solo hay que registrarse en ambos ordenadores con la misma cuenta de Steam y abrir el juego elegido en el equipo receptor.