Varias películas se retrasaron durante la pandemia, películas que saldrían en 2020 o al siguiente año, Top Gun Maverick fue una de esas y que luego de la vuelta al cine siguió alejándose de su fecha de salida, pero finalmente la fecha llego y la secuela de la cinta de Tony Scott, ahora de la mano de Joseph Kosinski, finalmente está entre nosotros.
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Algo que deseo dejar en claro es que cinematográficamente hablando, Top Gun: Maverick es muy superior a la primera entrega del año 1986. Significa que la primera entrega es mala, no, para nada, revisitar un icono ochentero y salir airoso es un gran mérito… pero es que esta secuela mejora bastante la experiencia gracias a la tecnológica actual disponible con un montaje mucho más fluido y una historia en la que reina la aventura por encima de todo.
Top Gun Maverick es un regalo para el lucimiento de Tom Cruise, que nos da una de las mejores interpretaciones de su carrera. Pasaron los años pero Maverick mantiene esa picardía, valor y ego que caracteristico. La evolución del personaje es magnífica y logra conectar con el público de inmediato. Se entiende porque el titulo lleva el ‘Maverick’ en el titulo justificando el protagonismo casi absoluto de Tom Cruise. Los nuevos miembros de Top Gun cumplen a la perfección su papel: secundarios, carismáticos, atractivos y con nombres en clave que suenan bien.
Son tantas las similitudes, u homenaje segun como se vea, entre Top Gun y Top Gun Maverick que es casi más fácil señalar las diferencias, que tienen que ver sobre todo con el tercio final de la película. Por lo demás, todo es familiar: desde el arranque con la bronceada fotografía o la banda sonora que nos retrotrae en el tiempo hasta la presentación de Maverick como instructor de la nueva generación de pilotos, incluso la tipografía de los 80 con los créditos ralentizados y el texto que nos cuenta sobre la academia Top Gun, todo es un gran homenaje al fallecido Tony Scott.
Nos llamó la continuidad respecto a todo (la explicación del destino de la esposa de Goose, la carrera de Mav, el papel que desempeña Iceman, y varias cosas más) pero también más llamativo aún es que se haya borrado al personaje de Charlie, dando paso al nuevo interés amoroso de Maverick Penny Benjamin (Jennifer Connelly), con quien tiene una relación intermitente que irá madurando con el tiempo, se siente igual que Charlie, solo que con otro nombre, pero misma interacción. Nos da la sensación de que Connelly queda muy desaprovechada. Como si fuese una necesidad abordar la faceta sentimental del personaje. Otro elemento extraño es el enemigo “indeterminado” pero amenazador del mundo libre.
El ritmo de Top Gun Maverick es adecuado y bastante más larga que la primera parte. Sus más de dos horas de metraje se pasan “volando” gracias a un montaje que sabe intercalar espectaculares sets con momentos más emocionales y distendidos. El último acto de la película es brillante, entregando un clímax memorable capaz de generar una sensación de estrés y nervios genuina en el espectador por el destino de la misión.
Conclusión
Estamos ante un blockbuster casi perfecto, capaz no solo de rendir un sentido homenaje al pasado, sino de cerrar su propia leyenda de una forma ejemplar, evolucionando su propuesta y a su protagonista de una forma más que satisfactoria. Una gran secuela, hecha del material del que nacen los clásicos.
