Plataforma: PC |
Género: FPS |
Desarrollador: Nightdive Studios |
Editor: Prime Matter – Plaion |
Fecha de lanzamiento: 30 de Mayo de 2023 |
Precio: Steam: $ 4.199 | Epic: US$ 30 |
Idioma: Textos en Español |
La desarrolladora Nightdive Studios y Prime Matter han lanzado un esperado remake de una joya del pasado adelantada a su época: System Shock. El juego está disponible desde el 30 de mayo de este año para PC, con planes futuros de lanzarlo también en PS4/5 y Xbox Series X/S.
El juego nos transporta a un futuro distópico en el año 2072, donde la tecnología se ha convertido en parte integral de nuestro cuerpo y las megacorporaciones han llevado a la humanidad al espacio, pero también han acumulado suficiente poder para manipular a la sociedad a su antojo.
En el juego, asumimos el papel de un hacker que intenta robar un prototipo de implante neural de una de estas megacorporaciones llamada TriOptimum. Sin embargo, somos atrapados por la seguridad de la empresa, quien nos lleva a La Ciudadela, una inmensa estación espacial perteneciente a TriOptimum, donde uno de sus ejecutivos, Edward Diego, nos ofrece un trato: implantarnos el prototipo neural que intentábamos robar a cambio de ayudarle con algunos “trucos” de hacker en la inteligencia artificial que controla toda la estación, conocida como SHODAN.
Después de seis meses desde el trasplante, nos despertamos en la estación donde, como era de esperarse, la IA se vuelve loca y comienza a matar o convertir en cyborgs o mutantes a la tripulación. Aquí, nuestra aventura da su puntapié.
Para sobrevivir a la desafiante misión de atravesar La Ciudadela, dispondremos de una amplia variedad de objetos y mecanismos futuristas cibernéticos. Para progresar en el juego, además de exterminar enemigos, es necesario resolver acertijos para abrir puertas y restaurar la energía en algunas áreas. System Shock Remake ofrece varios niveles de dificultad personalizables, lo que permite ajustar la cantidad de enemigos, los recursos disponibles y la complejidad de los acertijos.
Por otro lado, un aspecto que contribuye a la dificultad es la falta de recursos. La forma más eficiente de obtenerlos es a través de máquinas expendedoras que funcionan con créditos que se encuentran durante la partida, y también al reciclar chatarra acumulada. De esta manera, el juego plantea de manera intencional el desafío de tener un inventario limitado de principio a fin. A menudo, nos vemos obligados a retroceder, recolectar chatarra y reciclarla con el único propósito de tener créditos suficientes para otro item.
Algo extraño de ver hoy día, y que sucede en System Shock, es que prácticamente no hay tutoriales, ni “lista de misiones”. Todo se basa en buscar y encontrar. Desde el principio, se puede explorar todos los niveles de la estación y, con cada retroceso, descubrir caminos alternativos que podrían no haberse notado antes. Incluso en la dificultad más alta, hay un límite de cinco horas para completarlo, el tiempo que SHODAN nos dará para proceder a exterminar a todos.
Dentro del repertorio de armas, contaremos con hasta 16, incluyendo armas de energía, físicas o explosivas, cada una con diferentes tipos de munición y efectos que permitirán aprovechar las debilidades de los enemigos. También dispondremos de varios elementos como botiquines de primeros auxilios o parches intradérmicos que proporcionarán un pequeño impulso de salud, mejorarán nuestros reflejos, resistencia o daño.
Si tenemos que entrar en los detalles negativos de la experiencia, hay dos que se destacan del resto: los enemigos, y el gunplay. Cada uno de los enemigos pareciera no tener el suficiente razonamiento para hacer temblar las piernas, incluso en las dificultades más altas, y seguramente está relacionado con la antiguedad del juego y quizás una pequeña “muestra de cariño” a la inteligencia artificial de la época. La táctica para ganarnos de cada enemigo es la misma: darse vuelta e ir de frente hacia nosotros. No hay movimientos de esquive, ni especiales, o algún sistema de patrulla.
Respecto al combate con armas, deja bastante que desear y quiero creer que también es algo no mejorado ampliamente de la versión original. Las armas parecen todas iguales, con ciertas animaciones bastante similares. Una lástima que un shooter, que debería destacarse primordialmente por su gunplay, no lo haya aprovechado más.
La atmósfera del juego está muy lograda y es extremadamente fiel a la obra original de los años 90 de la que se deriva, evocando obras maestras de la época como Doom o Quake. Hay computadoras, mecanismos, pantallas y objetos cibernéticos por todas partes. El estilo ciberpunk se caracteriza por esto, pero quizás por momentos satura tanta explosión de neón.
Si nunca jugaste System Shock (como yo), es una buena oportunidad de experimentar un clásico. Quizás el mayor problema venga de que no está tan “asistido” el título como cualquier otro que encontramos en el mercado actual. En mi caso, esto (y la falta de tiempo), hizo que no explore mucho más allá de algunos caminos “alternativos” o tampoco vuelva a encontrar puzzles adicionales. Lamentablemente vivimos en unos tiempos agitados, donde lo fácil y rápido, pero también satisfactorio, se juega más que lo desafiante.