Plataforma: PC | Xbox One | Xbox Series | PS4 | PS5 | Nintendo Switch
Género: Plataformas
Desarrollador: Ewoud van der Werf | Nils Slijkerman
Editor: Extra Nice | PLAYSM
Fecha de lanzamiento: 18 de Julio de 2024
Precio: Switch US$ 24.99
Idioma: Textos en ingles

A diferencia de muchos títulos actuales que se jactan de presentar una dificultad absurda, o una experiencia totalmente inmersiva, SCHiM, el título creado por dos desarrolladores holandeses, se mueve en el ámbito del simplismo pleno. Con una propuesta corta, básica si se le quiere decir, madura una idea más de fondo que se trata de la pertenencia y el miedo a la soledad.

SCHiM es un plataformero en 3D muy simple de explicar: somos el “alma” de una persona, que se separa de ella y debemos buscarla para unirnos nuevamente. La propuesta divertida aquí, es que realmente somos una pequeña bola negra que solo puede transportarse bajo la sombra de los objetos o seres vivos, y por ende, deberemos ir saltando e interactuando entre ellos para lograr nuestro objetivo. Un laaaargo objetivo.

El título contiene una serie de niveles (65 para ser exactos) que varían completamente de duración, siendo algunos más cortos de un minuto en completarse. Comenzando con un breve tutorial donde saltaremos entre personas o animales para hacer fluir la escena en la que nos encontramos, finalizamos en el cuerpo de nuestro individuo que, en un acto desafortunado, pierde a su SCHiM.

Aquí nos enteramos que lo que vimos en los trailers y creímos que era una pizca del título, resulta ser el plato principal y postre, todo junto. En SCHiM nuestra jugabilidad está bastante limitada, no solo por el hecho de tener que recorrer las sombras para poder avanzar, sino también porque contamos con dos botones con funciones esenciales nada más: saltar e interactuar. El primero de ellos está implícito en la necesidad de nuestra pequeña bola negra de llegar hasta su humano, pero para el caso de la interacción, son solo algunos objetos con los que efectuar una acción, genera un beneficio a la causa. Tendremos ocasiones donde interactuar con un automóvil hará que prenda sus luces en la noche, dando más sombra sobre la cual regocijarse; o en otros cambiaremos las luces de los semáforos a nuestro antojo para no entrar al cielo de SCHiMs.

Cada paso de la aventura en SCHiM me hacía acordar a “¡Cuidado! Bebe suelto”, la película donde un infante gateaba por todo Chicago mientras las cosas más absurdas lograban que tres secuestradores no lo atrapen. Aquí es similar, porque cada vez que nos acercamos al humano, este decide tomarse un colectivo, comprar pan o salir a correr en plena noche (donde no podemos cubrir terrano tán fácilmente). Es una aventura que juega con la sensación de estar cerca, pero lejos.

En la medida que avanzamos, tendremos ciertos coleccionables que recoger, los cuales suelen estar relacionados con objetos que requieren otros SCHiMs para “enlazarse”. Cabe mencionar que un 30% de los niveles que jugamos en la historia completa no tienen un solo coleccionable, y el camino para completar el nivel es solamente ir de A hacia B, de la forma que se pueda. Esto le quita muchísima rejugabilidad al título, y también el sentido de exploración que se despierta en cada uno de nosotros al querer completar la Pokedéx del juego. Aquellos niveles que sí poseen algún coleccionable, no superan los 4 o 5 de ellos.

A lo largo de toda la aventura de este SCHiM, la duración de cada nivel estará infundada por cuán abierto esté el mismo. Algunos de ellos contienen 20 manchas de sombra móviles (bicicletas, personas, etc) o estáticas prácticamente en hilera, listas para ser recorridas como si de un maratón habláramos. En otras ocasiones, tendremos la sensación de estar en el camino correcto, pero el diseño del nivel nos juega una mala pasada dando curvas abruptas en los saltos, que no parecen tan obvias. Desde plazas, supermercados, campos de golf y noches lluviosas, todo depende de nuestra habilidad.

La única forma de perder en SCHiM es errar un salto hacia la luz. Si la tocamos, tendremos la posibilidad de dar un pequeño empuje más como si fuera un salvavidas, o sino reiniciamos desde el punto estático más cercano. No hay límite de saltos a realizar, a menos que hayamos completado todo el título y este será un “desafío” adicional.

SCHiM parecía una propuesta mucho más interesante que solo saltar, con una trama poco profunda y una cantidad de niveles exageradamente altos, para opacar quizás la falta de una jugabilidad más profunda. SCHiM es un título para no pensar mucho, relajarse y dejar que los puzzles tan simplones nos quiten de la cabeza otro juego que pueden estar haciendo que nos desvelemos.

Analisis
Puntaje
6
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Adrian Elias
Gamer. Narrador. Loco. Entusiasta. Fanático del Chrono Cross y la aventura. Queriendo tener un condensador de flujos y viajar en el tiempo, para explorarlo todo.
review-schimSCHiM parecía una propuesta mucho más interesante que solo saltar, con una trama poco profunda y una cantidad de niveles exageradamente altos, para opacar quizás la falta de una jugabilidad más profunda. SCHiM es un título para no pensar mucho, relajarse y dejar que los puzzles tan simplones nos quiten de la cabeza otro juego que pueden estar haciendo que nos desvelemos.