[Review] Nikoderiko: The Magical World

Nikoderiko: The Magical World es un homenaje a los juegos de plataformas 2D de antaño, con una propuesta colorida y amigable que revive la esencia de aquellos clásicos. Aunque el juego no propone una premisa particularmente original, es fácil reconocer la nostalgia y el cariño con el que está diseñado, inspirándose claramente en grandes del género como Donkey Kong Country y Crash Bandicoot. En Nikoderiko, acompañás a dos simpáticos protagonistas, Niko y Luna, en una aventura repleta de niveles variados y detallados, donde el objetivo principal es superar obstáculos y recolectar items.

El juego cuenta con una estructura clásica en 2D, donde avanzás de un extremo a otro del nivel, recolectando elementos que podés usar para desbloquear rutas alternativas, ítems o mapas secretos. Los enemigos, de movimientos sencillos, te desafían sin complicaciones, pero la dinámica y los mundos llenos de color y personalidad aportan un toque especial. De vez en cuando, la aventura se vuelve tridimensional en ciertas secciones que te transportan al estilo Crash, mientras corrés hacia la pantalla en niveles de persecución que aportan una experiencia diferente dentro del juego.

Los controles son simples y efectivos: podés saltar, golpear el suelo y deslizarte para esquivar y derrotar enemigos. Algunas mecánicas de gameplay, como el uso de monturas, amplían las posibilidades: podés montar a un lagarto que escupe enemigos, un jabalí para embestir, una rana para alcanzar plataformas más altas o un caballito de mar para nadar rápido bajo el agua. La variedad en los niveles y las opciones de monturas hacen que el juego sea dinámico y entretenido, llevándote a diferentes escenarios como un bosque, una zona nevada y hasta un volcán.

Una gran ventaja es que podés disfrutarlo en modo solitario o en cooperativo local. Aunque el juego en compañía tiene sus momentos divertidos, puede ser un poco caótico en los niveles más rápidos, ya que uno de los jugadores podría quedarse atrás si el otro avanza demasiado. Pero incluso si un jugador es derrotado, reaparecerá rápidamente en una burbuja que el otro jugador puede explotar para continuar juntos.

A nivel visual, Nikoderiko es atractivo y visualmente amigable, con gráficos coloridos y personajes de diseño simpático, pensado especialmente para captar al público infantil. Además, la banda sonora está compuesta por el legendario David Wise, quien aporta temas llenos de energía y ritmos tribales que complementan muy bien la atmósfera del juego. Si jugás en PS5, la experiencia mejora gracias al uso de la vibración háptica del DualSense, que te permite sentir cada recolección de objetos como si la tuvieras en la mano.

En cuanto a la dificultad, el juego ofrece una experiencia accesible, ideal para toda la familia. Solo tiene dos modos, fácil y normal, y aunque avanzar por los niveles no es complicado, juntar todos los items y cumplir ciertos objetivos puede añadir un buen desafío. Eso sí, la curva de dificultad es algo irregular; aunque en general los niveles son bastante asequibles, hay ciertos picos inesperados que pueden resultar frustrantes, sobre todo en enfrentamientos con jefes.

La aventura completa puede tomarte unas 9 horas, pero van a quedar muchos secretos por descubrir si querés completarlo al 100%. Nikoderiko: The Magical World es una apuesta confiable para quienes buscan un plataformas clásico, aunque no ofrece mucho en cuanto a innovación. Es un título familiar, encantador y lleno de desafíos para coleccionistas.