[Review] Kaku Ancient Seal

Kaku: Ancient Seal, desarrollado por el estudio chino Bingobell, es un juego que combina combate, exploración y plataformas en un mundo abierto, como muchos otros exponentes en el rubro. Con grandes similitudes a Immortals: Fenyx Rising, este juego busca establecer su propia identidad, aunque está lejos de llegar a ello.

La trama gira en torno a Kaku, un niño que debe explorar unas tierras divididas en cuatro áreas, cada una asociada a un elemento específico (agua, tierra, fuego, aire). Su misión es bastante cliché, y consiste simplemente en detener a todos los malos en nombre de Saga, el dios que creó todo el mundo, para salvarlo de la destrucción. Para ello, en cada isla que visitamos nos encontramos con un Elemental a quien destruir, así como una serie grande de puzzles de plataforma o enemigos de distintas índoles. 

Ni bien comenzamos la travesía, en búsqueda de un cerdito que escapa de las garras de nuestro protagonista, nos topamos con un anciano que nos da algunas lecciones de vida, así como enseñanzas acerca de ciertas mecánicas del juego: la cocina y la mesa de trabajo. En la primera podremos crear comestibles con plantas, hongos u otros materiales que se encuentran al derrotar enemigos o dispersos por el escenario; y en la mesa, podremos, al menos desde el inicio, crear los 3 tipos de munición disponibles para nuestra resortera (porque la munición común, piedras, será infinita). Este personaje servirá de guía y tutorial para todas las acciones que hagamos al inicio del título, y que requieren ser aprendidas por nosotros, los jugadores.

Así mismo, un poco apenas más adentrado en la historia, un cerdito volador (Piggy) se nos unirá en la aventura con la capacidad de ayudar a sortear obstáculos principalmente en la travesía. Este hábil amigo tendrá 4 habilidades, que van desde transportarnos a una especie de “base” donde podremos incrementar habilidades, hasta generar una burbuja protectora para que caminemos sobre el agua. Realmente consiste en un personaje excusa para ejecutar ciertas habilidades que serían imposibles para el protagonista solo, y nada más.

Kaku: Ancient Seal sigue al pie de la letra las lecciones del manual de aventuras de acción en mundo abierto. Por momentos hasta se puede confundir con la grandeza de las últimas entregas de Zelda, pero está lejísimos de asomar la cabeza en esa categoría. Su estructura rígida puede resultar confusa y formulaica. A medida que se avanza en el juego, esta rigidez se convierte en una falta de cohesión y personalidad propia. Todo parece sacado de otros juegos.

El sistema de combate se basa en agotar la resistencia de los enemigos con ataques secundarios y aprovechar sus momentos de debilidad. Es decir, golpear con nuestro garrote con el ataque fuerte, y luego hacer una serie de combinaciones con el ataque débil. El combo no evoluciona, siempre es la misma secuencia y la misma repetición de acciones para eliminar a un enemigo. Aunque se añaden nuevas habilidades, a través de un árbol, y estrategias, la mecánica básica no evoluciona lo suficiente. A esto se le suma la utilización de un arma a distancia, la resortera, que dispara las piedras especiales o comunes y no resulta muy cómoda para el combate ágil que se requiere mano a mano, ya que el sistema de apuntado no es muy efectivo, y hasta se podría decir, tosco.

Además de las habilidades, tendremos las diferentes mejoras que podremos realizarle a las armas a través de runas y las variaciones en calidad de ellas. El equipo es muy básico, presentando un arma, escudo, la resortera y dos piezas de armadura. Claramente no querían obviar la esencia rolera, y se agregan estadísticas para el daño, defensa y stamina, entre otros, que solo pueden ser afectados por las runas y las piezas de equipo que pongamos.

Quizás el arma más fuerte de Kaku: Ancient Seal sean las plataformas. Siendo que los escenarios son muy complejos a nivel diseño, hay puzzles muy interesantes, y otros tan precisos, que terminan frustrando. Ya sea por la exactitud de los saltos o la claridad del destino, parece una tarea fácil pero no lo es.

A nivel técnico, el juego es muy vistoso, pero de poca performance. Las cinemáticas, aunque mejor animadas que el resto del juego, resultan confusas y molestas por las bruscas transiciones entre el gameplay y las escenas. Lo bello de algunos paisajes son lo único que salva esto, no así su banda sonora. Además, lo impráctico de no poder jugar el título con joystick en PC, retrocede más escalones.

Después de un largo periodo en acceso anticipado, la versión 1.0 de Kaku: Ancient Seal incluye cambios, como la transformación del protagonista y nuevas habilidades para Piggy. Sin embargo, estos cambios no son suficientes para superar la irregularidad en la ejecución del juego.

Kaku: Ancient Seal intenta seguir el camino de grandes títulos de mundo abierto, pero su falta de cohesión y dirección clara le impide alcanzar su potencial. Aunque tiene buenas intenciones y momentos interesantes, la ejecución irregular y los problemas técnicos hacen que el juego se sienta como una colección de piezas inconexas.