Muchos de los juegos, series y productos que consumimos en la actualidad tienen algún tipo de influencia derivada de los años 80, debido a diversas razones tanto comerciales como personales, ya que la nostalgia juega un papel importante en nuestras decisiones. Por eso no es de extrañar que una empresa como Artax Games, quien está dando sus primeros pasos en la industria, lance al mercado Iro Hero, un shoot ‘em up vertical al estilo 1942 o (más cercano en el tiempo) Ikaruga.
Uno de los puntos “fuertes” o novedosos de este juego es el contenido que tiene en cuanto a su historia. Es refrescante para el género tener algún tipo de objetivo por el cual hacemos lo que hacemos, ya que en su mayoría solamente conducimos algún tipo de vehículo disparando a mansalva a todo lo que se nos cruce sin saber absolutamente nada del por qué.
Esto cambia en Iro Hero, donde nos encontramos en el año 2306 y la raza humana aprendió, gracias al contacto con una raza alienígena llamada los Nyagu, a generar electricidad con su cuerpo para poder paliar la crisis energética en la que se encontraba sumido el planeta. Como siempre existe un lado oscuro para todo, esta nueva habilidad despertó la codicia de corporaciones comerciales quienes comienzan a explotar humanos para producir y comercializar esa energía. Al secuestrar a la madre de Iro para ser llevada a una de estas granjas, este asume su rol como héroe para intentar detenerlos. A medida que vayamos avanzando por los distintos niveles tendremos diálogos con nuestros compañeros en armas que nos irán contando un poco más de la historia, aunque resulta complicado intentar eliminar a nuestros enemigos mientras leemos los comentarios de estos aliados. Hubiese sido un gran agregado tener la posibilidad de escuchar las conversaciones mientras avanzamos por los niveles a medida que se van dando.
Todos los escenarios están planteados para ser jugados en forma vertical, con nuestra nave en la parte inferior de la pantalla posibilitando el movimiento para donde se nos antoje. A medida que vayamos avanzando el número de enemigos a combatir irá aumentando, así como la dificultad de cada uno de los niveles, donde además abundarán los obstáculos que tendremos que sortear para salir airosos de los combates. Hay que destacar un aspecto clave en este tipo de juegos que es la fluidez con la que nuestra nave responde a los comandos que le indicamos, reaccionando de manera rápida a nuestras órdenes.
Una adición interesante a este tipo de juegos es el agregado de puzles que tendremos que resolver para avanzar en los niveles, ya que Iro Hero posee un sistema de cambio de polaridad de nuestra nave (claramente, rindiendo homenaje a Ikaruga) que nos permitirá abatir a los enemigos del color opuesto al que estemos utilizando, obligándonos a tener reflejos rápidos para elegir el color correcto antes que un disparo enemigo nos alcance. Además, el color que elijamos nos da cierta “invulnerabilidad” contra nuestros enemigos, ya que si seleccionamos el mismo color que la nave enemiga, sus disparos no nos afectarán en lo más mínimo; aunque atentos, porque si las naves chocan sufriremos daño igualmente. Este cambio de polaridad además es necesario para sortear algunos obstáculos en los que tendremos que disparar a espejos reflectores que limpiarán del camino a nuestros enemigos para que podamos avanzar sin problemas en lugares en los que el espacio en el que nos desplazaremos no abunda.
En cuanto a los niveles, son relativamente largos, lo que resulta un punto tanto a favor como en contra para el título, ya que no existe ningún punto de guardado o checkpoint donde podremos estar tranquilos que nuestro progreso sea guardado. Así, en caso que perdamos las vidas que nos otorga el juego, no tendremos la posibilidad de continuar el nivel desde un punto cercano donde caímos, sino que deberemos iniciarlo nuevamente desde el principio. Además, tampoco poseemos créditos disponibles para utilizar una vez que gastemos las vidas que tenemos a disposición, por lo que tendremos que estar muy atentos y con los sentidos bien afilados para sortear cada uno de los enemigos que nos presenta Iro Hero.
La calidad de los gráficos no es mala, aunque los diseños de los niveles y de las naves son bastante básicos, hasta cayendo en la repetición constante con cambios menores en algunos aspectos, tanto en formas como en colores, aunque siempre utilizando la misma base para ello. La musicalización, por su parte, está en sintonía con lo que nos ofrece el juego, acompañando de forma correcta su desarrollo.
Para resumir, Iro Hero es un buen juego que toma conceptos interesantes de distintos exponentes del género, pero que se queda corto al intentar ser algo innovador. La falta de créditos para poder continuar la historia una vez que perdemos las vidas que tenemos genera cierta irritación, ya que tendríamos que jugar de forma casi perfecta para finalizar el juego con las vidas que poseemos por defecto. Es todo un reto para los jugadores amantes del género, pero no es una buena opción para aquellos que no están familiarizados con este sistema y recién están incursionando en los shoot ‘em up.