[Review] Horizon Forbidden West: Burning Shores

Creo que a esta altura no es necesario hacer una introducción a la franqucia Horizon, ni que hablar de Guerrilla Games, los cerebros detrás de Aloy y de la franquicia Killzone. Pero hay que destacar cómo en un corto período de tiempo se adaptaron a lo que Sony viene haciendo en sus exclusivos: contar historias. El año pasado, esta subsidiaria de Sony Interactive Entertainment (adquirida en 2005) lanzó Horizon Forbidden West, la secuela al aclamado Horizon Zero Dawn donde pasaron de desarrollar un shooter en primera persona (Killzone) a traernos un enorme mundo abierto post apocalíptico en tercera persona y una historia que nos voló la peluca. En la secuela, lanzada tanto para PlayStation 4 como para PlayStation 5, profundizaron la historia y el sistema de combate, mejorando así cómo se podría encarar cada combate contra las máquinas y resultando en otra nominación al juego del año. Ahora, como frutilla del postre llega Burning Shores, la expansión lanzadad de forma exclusiva para PlayStation 5. Esta es totalmente diferente a The Forzen Wilds, la expansión que recibió en su momento Zero Dawn, por una cuestión básica: profundiza la historia.

La primer pregunta que hay que responder es que, si no tenés una Playstation 5, no vas a poder jugar a Burning Shores en una PlayStation 4. Más adelante vamos a explicar y entender el por qué. La segunda pregunta es si es necesario haber jugado Forbidden West para visitar este Los Ángeles tomado por máquinas, y la respuesta es un rotundo SI. Primero porque la misión para visitar Hollywood se activa cuando finalizamos la campaña, y segundo porque si no entendés la historia no vas a entender este DLC. Con esta introducción, vamos a nuestro análisis.

Hay que aclarar que, por cuestiones lógicas, el siguiente párrafo donde hablamos de la historia va a tener SPOILERS por lo que dije antes. Asique si no jugaste los juegos saltá directo a la Conclusión porque no te quiero arruinar la experiencia. Ahora bien, dicho esto, sigamos.

Como les decía, la historia continúa justo después de derrotar a los Zenith y salvar al mundo… por ahora. La amenaza de Némesis está cada vez más cerca y Aloy está intentando descifrar cómo va a vencer a esta fuerza que hasta los Antiguos temían. Así, una vez finalizada la misión “Singularidad”, recibiremos un llamado de Sylens (que en paz descanse el gran Lace Reddick) donde nos dice que nos reunamos con el. Al hacerlo, nos contará que Walter Londra, un nuevo Zenith libre del cual no tenían conocimiento anteriormente, volvió a su Los Ángeles natal para continuar con sus planes macabros. Así es como nuestra protagonista vuela hasta las Costas Ardientes, un Hollywood lleno de islas y actividad volcánica que sirve para darle nombre a este contenido extra, donde es derribada por un arma Zenith, conociendo así a Seyka, una guerrera Quen que quedó varada junto con parte de su tribu en las “Burning Shores“. No se dejen engañar, el nombre parece macabro, pero la localización es hermosa.

Hasta acá les cuento sobre la historia para que vayan destripando ustedes cómo se conecta tanto con la historia de Forbidden West como con la futura nueva entrega de la franquicia que ya está confirmada por Guerrilla para PlayStation 5 y que esperemos llegue más temprano que tarde. Pero volviendo a Seyka, aunque no son tantos los momentos compartidos con Aloy, si es verdad que son intensos y es ahí donde vemos que este nuevo personaje se parece mucho a nuestra amada protagonista. Vamos a dejarlo ahí para que ustedes descubran el resto.

Ahora bien, esta expansión está hecha pura y exclusivamente para PlayStation 5, y desde el inicio nos damos cuenta el por qué. Burning Shores nos lleva a un mapa nuevo al que se accede luego de una escena cinemática, diferenciándose muy bien del juego base, a diferencia de lo que ocurría con The Frozen Wilds, donde se expandía el mapa. Acá es uno aparte, y bastante grande la verdad. Volviendo a la consola, está hecho para la nueva generación y se nota el poder que tiene el motor Decima y todo lo que tiene para dar. Los detalles siempre fueron algo para destacar en estos juegos de Guerrilla, pero acá se fueron de tema. El mar hace olas, moja la arena y a medida que pasa el tiempo se va secando; la vida salvaje está aún más presente que en el juego base, viendo infinidad de bichos, partículas, arena seca volando, hojas, todo en una danza hermosa mientras sopla el viento en la cara de Aloy. Pero la verdadera joya se da en la batalla final, contra un jefe titánico que explica por qué este DLC no podría haber salido para PlayStation 4.

Esto también da la pauta de lo que podría haber sido el juego si hubiese estado hecho para PlayStation 5, entendiendo así que Forbidden West fue desarrollado para PlayStation 4 con algunas mejoras para la 5. Ya se veía hermoso, tiempos de carga nulos, gráficos a un nivel altísimo, pero no deja de sembrarnos la duda de lo que pudo haber sido. Todo esto lo veremos en la próxima entrega, y ahí tendremos nuestra respuesta. Para aquellos que nos deleitamos con los gráficos de Forbidden West y nos pasamos horas con el Modo Foto, Burning Shores no se queda atrás, ya que el reconocido cartel de Hollywood es una de las tantas localizaciones que nos servirán de excusa para que Aloy, Seyka, o cualquier máquina que nos encontremos sea la excusa perfecta para volver a zambullirnos en este modo.

En Burning Shores volveremos a encontrarnos con máquinas conocidas de la entrega base, pero habrá nuevas incorporaciones, aunque muy pocas. La Hidroala, mostrada en los distintos tráilers, nos permitirá surcar los cielos y recorrer los mares a una gran velocidad, pero si nos atacan en grupo serán mortales. El Panzabilis, una especie de sapo gigante que nos dará algún que otro dolor de cabeza, sobre todo cuando pone huevos y de ellos salen los Aguijoneadores, pequeñas maquinas voladoras que, aunque se destruyen fácilmente, si nos llegan a atacar en malón la pasaremos mal. Y por último el jefe final que no spoilearemos. A estos se le suman algunos tipos Alfa de las ya conocidas máquinas, por lo que este aspecto no es pobre, pero una maquinita más no hubiese estado mal.

En cuanto al combate, tendremos una nueva arma que podremos adquirir cuando avancemos en la historia y que si hacemos una misión secundaria podremos mejorar para obtener una forma distinta de disparo. El entorno también volverá a jugar un papel importante, ya que tendremos depósitos de lumbre que podremos hacer explotar, géisers que servirán para impulsarnos al aire y disparar mientras ralentizamos el tiempo, y más.

El árbol de habilidades ahora tiene nuevas adiciones donde podremos gastar nuestros puntos de habilidad, y hace aparición nuevo equipo legendario, tanto atuendos como armas, que podremos comprar de los mercaderes siempre y cuando tengamos un nuevo recurso, el “Brimshine”, un cristal dorado que está disperso por todo Burning Shores y que nos servirá además para mejorar el equipo.

Uno de los grandes aciertos es la forma en que las misiones secundarias se disparan. Aunque siguen habiendo los NPCs que nos cuentan sus problemas y la buena de Aloy va y los ayuda, ahora también podremos adquirirlas mientras exploramos. Así, una se disparará mientras recorremos una gigante nube conteniendo una temerosa tormenta elecéctrica, o bien al recoger un artículo de colección tan bien sellado que sobrevivió todos los cambios que tuvo Los Ángeles. Es un buen lavado de cara que nos invita a explorar todo el mapa y que esperemos sea la base para la próxima entrega respecto a la forma de encarar las misiones secundarias.

El apartado sonoro es espectacular, con melodías que acompañan cada momento de manera perfecta. La sincronización entre voces y labios (Lipsync) es perfecto, y la actuación tanto de Ashley Burch como Aloy y la refrescante adición de Kylie Liya Page como Seyka fueron impecables. Ojalá que a futuro veamos más de la interacción entre esta guerrera Quen y Aloy, pero también será interesante ver cómo encaja con el resto de la manada que fue creando nuestra protagonista en sus aventuras.

Para finalizar, Burning Shores se siente como la frutilla del postre. Forbidden West tenía sus cosas, como todos los juegos, pero era una obra de arte. Esta expansión no se queda atrás, y corre los límites de lo que podemos esperar tanto para la nueva entrega de la franquicia como de lo que pueden dar las consolas de nueva generación. La historia es convincente, el villano es malo de verdad, Seyka es una gran adición al reparto de personajes, pero Aloy se lleva todas las luces. Vemos como continúa desarrollándose su personaje, sin quedarse estancada en una coraza vacía, y eso es muy bueno. Los gráficos y el apartado sonoro son para sacarse el sombrero, y el Decima Engine tiene pinta de tener un futuro hermoso. Uno de los puntos bajos de este DLC es la falta de adición de nuevas máquinas, ya que las pocas que vemos no me resultaron suficientes, pero esto no quita que Horizon Forbidden West: Burning Shores, es una gran expansión y todos los que seguimos las aventuras de Aloy deberíamos jugar.