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| Plataforma: PS4 | PS5 | PC | XSX | XB1 | NSW |
| Género: Acción Aventura |
| Desarrollador: Portkey Games | Avalanche |
| Editor: WB Games |
| Fecha de lanzamiento: 10 de Febrero de 2023 |
| Precio: $59.99 |
| Idioma: Textos en Español | Voces en Ingles | Voces en Español |
A través del tiempo han habido juegos que buscaron traernos recuerdos y nostalgia para triunfar en épocas modernas. Algunos incluso riéndose de sus versiones originales, para que creamos que siempre nos escucharon en todo lo que hemos opinado. El dilema era que nos faltaba aún otro contendiente en este juego de “qué tanto puedo hacer que mi público sienta nostalgia” que sucede entre las distintas desarrolladoras y distribuidoras de videojuegos: el factor Harry Potter.
Luego de años de tener juegos “medio pelo” de la saga más famosa de magos en todo el mundo, surgió una idea sobre un título mundo abierto, de verdadera acción y lleno de movilidad que tanto necesitaba la franquicia de J.K. Rowling (a pesar que ella no debe estar muy satisfecha con el resultado). Hogwarts Legacy, el hijo pródigo de Portkey Games, Warner Bros. Games y Avalanche Software vió la luz el mes pasado rodeado de halagos por parte de la prensa internacional y los jugadores, principalmente fanáticos de la saga.
Si bien no podemos decir que estas son unas primeras impresiones, dado el momento en que se publica esta reseña (si quieren eso, pueden escuchar nuestro podcast semanal en Youtube), era importante exprimir todo el moco de trol que tenía para ofrecer el videojuego y dar una visión más sensata de lo que fue convivir con la experiencia por varias noches desveladas.
Hogwarts Legacy define dos objetivos claros. En primer lugar, dejar contentos a los fanáticos, y no decepcionarlos en lo que respecta a las referencias que posee al universo de Harry Potter, así como sus personajes. Y por otro lado, traer mecánicas que no resultan innovadoras pero sí son efectivas para jugadores no tan frecuentes de los juegos de acción-aventura, para lograr que estos se sientan atraídos a probar el título.
En cuanto al primer punto, desde mi humilde opinión como seguidor de la saga cinematográfica, y no tanto así la literaria, considero que cumple con creces lo buscado. No solo juega con subtramas que nos traen apellidos, objetos o situaciones conocidas, sino que amplía de gran manera con textos, coleccionables y conversaciones sobre quizás puntos que no pudieron ser explotados en otros momentos del desarrollo de Harry Potter. Por supuesto, recuerden que este no es “un juego de HP”, por lo que nunca van a ver referencias al “niño que vivió”.
Respecto a las mecánicas o jugabilidad que mencionaba, esto es importantísimo, porque dudo fervientemente que Portkey Games tuviera intención de lanzar este título para un nicho de jugadores. La experiencia que brinda, muy fácil de amoldarse a cualquiera que tenga el mando en la mano, hace que sea uno de esos títulos a recomendar a todos tus amigos (así sean los que juegan FIFA nada más). Las batallas, lo más destacable de la jugabilidad, con sus distintos modos de dificultad, no buscan estresar a nadie y resultan sencillas de aprender a controlar, más allá del set de hechizos que poseemos. La inclusión de un viaje rápido y los transportes (aéreo con hipogrifo o escoba, y por tierra) también te dan la libertad de que si no andas con tiempo, apresures la marcha y lo aproveches para otras actividades de las muchas que hay.
Si resumimos muy brevemente la trama del juego, nuestro personaje, un estudiante que ingresará directamente a quinto año de Hogwarts y requiere aprender todos los hechizos para “estar al día” con la ayuda del profesor Fig (nuestro fiel compañero), en camino a su primer año de hechicería sufre un contratiempo que le enseña dos cosas: es capaz de manipular una extraña magia antigua, y ya tiene un enemigo por esa razón, Ranrok, un duende malvado que busca romper los lazos con los magos para traer caos a la sociedad mágica.
Como excelente excusa para poder enseñarnos cada uno de los hechizos (en una lista acotada pero suficiente), debemos asistir a diferentes clases con profesores de Hogwarts quienes nos darán tareas a cambio de enseñarnos estos encantamientos. Por otro lado, un camino más oscuro asociado a un personaje dentro de la historia, hará que tengamos contacto con las artes oscuras, las cuales podremos optar por aprenderlas o no (y definirá muy levemente el rumbo del desenlace de la historia).
En cuanto a la variedad de misiones, es destacable mencionar que aquellas que son secundarias y no afectan al desenlace de la historia, me parecieron mucho más interesantes que las principales. En especial las que forjan lazos con un personaje en particular, que suele ser algún alumno de Hogwarts que conocemos en otras clases (tenemos un amigo de cada Casa, para no discriminar).
Las misiones que nos presentan estos personajes tienden a hacernos explotar situaciones que quizás no veremos más en el juego, como salvar algunas criaturas mágicas, conocer animales fantásticos o explorar catacumbas. Sin contar, que algunas, nos enseñan hechizos que de otra manera no podríamos aprenderlos. Particularmente la subtrama de Sebastian, personaje de Slytherin, es muy destacable.
Al jugar Hogwarts Legacy se sintió como cuando ingresaba en el mundo de Elden Ring, pero con menor intensidad. Si bien constantemente quería saber qué continuaba en la trama, no había el mismo deseo de que llegue la noche para poder disfrutarlo nuevamente. Esto, creo, se debió a que el mundo de Hogwarts Legacy si bien es variado y amplio (el mapa completo es enorme), tiene ese toque repetitivo en el que caen muchos juegos de este estilo. Uno podía recorrer desde Hogwarts hasta Hogsmeade, o ir hacia el sur del mapa, y siempre el patrón era el mismo de enemigos. No había eventos aleatorios en el trayecto (excepto alguna pelea de magos oscuros contra bestias, u otros magos). Incluso estando en la escoba, uno podía saltarse absolutamente todo tipo de exploración porque arriba de ella tenemos una suerte de “beneficio” que nos permite salir volando de peleas, entrar a edificios semi destruídos y recolectar fragmentos de magia antigua (uno de los items para subir niveles). La escoba parece que fuera un hack directamente.
Al márgen de este detalle sobre las bondades de la escoba, volar, es espectacular. ¿Quién no soñó de chico poder recorrer los cielos? Si bien es muy placentero, también es complicado acostumbrarse a los controles, pero con un poco de tiempo todo llega. A pesar de desbloquear otros medios de transporte, sin duda la escoba será el primario (si queremos explorar, obvio). Excepto por algunas locaciones en particular, podremos acceder a prácticamente todo con ella.
Metiéndonos un poco en el terreno del rendimiento, debo decir que no fue el que esperaba en Xbox Series X. En contraste con otros colegas y amigos, que pudieron disfrutarlo en PC o Playstation 5 (recordemos que las versiones old gen saldrán más adelante), tuve muchos problemas de carga de escenarios primordialmente. Nuestro personaje se queda atorado contra una puerta, aparece un símbolo y finalmente luego se destraba mostrando todo el ambiente al que ingresamos.
A esto se le suman errores que debo nombrarlos pero que no hacen la diferencia si hemos jugado otros títulos mundo abierto: enemigos que se desvanecen, fallas en las colisiones de objetos, por ejemplo. Digo que todo esto es despreciable, porque si bien afectan de cierta forma la jugabilidad, al no ser tan frecuentes, no sería correcto bajarle puntos a la experiencia Hogwarts Legacy.
Dentro del listado de acciones fastidiosas que me brindaron las más de 40 horas que estuve con el título, hay una que se lleva los mayores premios: el inventario y todo lo que lo rodea. No resultó la mejor decisión armar un inventario acotado en número, cuando el juego nos llena de equipo cada vez que abrimos un cofre, derrotamos enemigos o completamos una misión. Poco práctica que no tenga un botón de acceso rápido al mismo, y tedioso que constantemente estemos teniendo que vender items (DE A UNO) o desecharlos porque aparece la terrorífica notificación de “Inventario lleno”.
Justamente mencionando el inventario, es difícil pensar en que no hayan tenido otra idea sobre cómo darle más utilidad a los ítems: vender, equipar o desechar. Siendo que cada uno de ellos tiene una “calidad” (normal, raro, extraordinario, etc), no buscaron que los mismos se reciclen para fabricar algo nuevo, pero en cambio agregaron la posibilidad de mejorarlos con “gemas”. Quizás hoy día esto no esté, pero esperemos que luego lo agreguen en alguna actualización.
Finalmente, hablando en líneas generales, Hogwarts Legacy es una experiencia placentera, por momentos repetitiva, pero que cumple con creces lo que vino a plantear desde aquel video filtrado que dió inicio a las expectativas de todos los jugadores. Con muchísimo lienzo como para ampliar aún más el terreno y desarrollo de la trama, hace foco en los detalles que cualquier seguidor de la saga estaba buscando encontrar. Con una jugabilidad interesante, nada innovadora, pero efectiva, logra captar la atención de quienes llegamos esperando una batalla de hechizos.
Sin duda alguna, este título es un candidato a Game of The Year para este año.
