Plataforma: PC |
Género: Novela visual | Aventura |
Desarrollador: Serious Sim |
Editor: Saber Interactive |
Fecha de lanzamiento: 7 de Mayo de 2024 |
Precio: PC US$ 10.49 |
Idioma: Textos en Español |
Heading Out es un experimento raro de un arcade de conducción, aventura y gestión de recursos, que termina quedandose corto en todos los aspectos juntos. No lleva una única bandera como destacada, donde sea un género el que lo defina. Incluso es difícil encariñarse con algo de lo que tiene, excepto quizás por momentos el arte estilo comic que utiliza, pero solo en algunas ocasiones.
Al iniciar el juego nos dirán que elijamos un vehículo, y respondamos tres preguntas que serán “cruciales” para la narrativa, todas enfocadas al desarrollo afectivo y emocional de nuestro personaje (y de nosotros, obviamente, para poder personalizar la experiencia). Estas tres respuestas, nos advierten, servirán para modificar los discursos que oigamos en la radio, algo que en teoría es de suma importancia para la trama, pero en la práctica, está lejísimos de afectar.
El fundamento del título ronda en torno a los miedos, las decisiones que tomamos, las consecuencias que poseen las mismas y qué tanto giros puede dar la vida. Es por eso, que luego de una breve cinemática, entramos en el asiento del piloto manejando por la ciudad, perseguidos por nuestro miedo. No, no es sentido figurado, es literalmente el “miedo” quién nos quiere atrapar. Una vez nos alejamos de él, en escasos minutos de jugabilidad al mando de un vehículo como en cualquier GTA con escasez de colores primarios, inicia el verdadero desafío de Heading Out: aprender a soportar la gestión de recursos en un juego que creíste era de conducción.
Tendremos una ubicación particular de Estados Unidos a la que llegar, y las diversas rutas y los estados que componen el país para recorrer. Nuestra tarea será gestionar, en el tiempo que contamos, la mejor ruta para llegar (a través del mapa), eligiendo entre paradas que pueden ofrecer reparaciones para el vehículo, descanso, o la posibilidad de explorar nuevas historias y objetivos secundarios que nos recompensarán con dinero. Cada decisión y acción consume tiempo, y una amenaza constante, representada como una línea roja en el mapa que se dirige al mismo destino que nosotros y nos acecha: nuestro miedo.
Un ejemplo de lo anterior sería cuando nos acercamos a la primer ciudad que tenemos al alcance, y nos encontramos con un vagabundo que nos pide ayuda para llevar un paquete a cierto pueblo alejado. Como queremos cumplir este objetivo, decidimos desviarnos por otro estado que va en dirección contraria a nuestro destino final, y que así mismo servirá para recargar combustible y/o descansar. Esta simple decisión nos cuesta caro, porque hacerlo puede beneficiarnos con buena fama, dinero o algun objeto consumible, pero nuestro miedo jamás se desvía, y por ende, perdemos ventaja. Cada ruta o suceso nos puede desviar del objetivo final, que es superar a nuestro miedo.
Así mismo, cada desvío puede revelar también nuevas historias y actividades. Encontraremos eventos y personajes curiosos, que nos presentan siempre una elección que hacer, y que en ninguna ocasión tienen sentido de ser. Pasamos de una señora que nos pide una bebida en un bar alejado en la ruta, pero que nos ofrece sus servicios de adivinación, hasta una mujer mutante que hallamos en un cráter y requiere la bateria de nuestro auto para “recargarse”. El factor novela visual está aquí presente, porque como si fuera una tira de comic tendremos que protagonizar la respuesta a cada decisión. ¿La historia principal? Quizás luego de varias horas va tomando formato.
Por si aún no quedó claro, el núclo de Heading Out es avanzar entre ciudades mediante la elección de rutas en un mapa, escapando de tu miedo, y gestionando la gasolina, el cansancio, el dinero y el estado del vehículo. Pensarás, quizás, “todo esto lo hago manejando”, pero lamento decepcionarlos, no es así. Durante el viaje, solo algunos eventos particulares requieren conducir en primera persona, como algunas carreras ilegales, ayudar a alguien en fuga o evadir a la policía. Solo aquí es donde el género de conducción aparece y, para peor, queda limitado a los minutos que dura una canción en la radio. Algunos eventos son opcionales, afectando nuestra reputación según las decisiones que tomemos, mientras que otros son obligatorios.
Durante el transcurso de estos momentos de conducción “real”, pueden ocurrir varias cosas: si estamos con mucho cansancio, podríamos dormirnos al voltante y perder partes de la carrera; podemos chocar demasiado y averiar el vehículo, lo que produciría demoras; o inclusive nos puede perseguir la policia. A excepción de las consecuencias del cansancio, en cada carrera podremos tener una suerte de reintentos, donde retrocedemos un pequeño segmento de tiempo y rectificamos nuestro error. En ocasiones será tan pobre la mecánica de las carreras que optaremos por no correr, y perder fama o reputación, pero no gasolina, dinero y hasta salud de nuestro vehículo (sin contar que no suma nada a la trama). Por difícil que parezca por su portada bien símil Driver, Heading Out no es un juego de conducción.
Visualmente, Heading Out se presenta continuamente como un cómic en blanco y negro, con pocas notas de color para resaltar elementos importantes como señales, luces de la policía y principalmente nuestro miedo. Esta dirección artística unifica la narrativa y las carreras, manteniendo una coherencia estética que refuerza la experiencia (incluso cuando no conducimos en primera persona, el mapa no tiene colores excepto por la linea roja del miedo). Aunque el estilo gráfico puede ser simple técnicamente, contribuye al ambiente único del juego, intentando representar los miedos y las sensaciones profundas en estos matices bicolor.
A pesar de que su punto más alto debería estar en la narrativa, la trama y el trabajo con el audio, ninguno de los tres factores sorprende. La banda sonora puede tener canciones simpáticas, pero al momento de oír a la presentadora de la radio local que nos relatará siempre anécdotas como si fuera un podcast de auto-ayuda, van a querer apagar el audio. Estos relatos deberían ser personalizados gracias a las tres preguntas que comentamos al inicio, pero a pesar de eso, no aportan nada relevante y, cuando lo hacen, estamos en medio de una carrera y no podemos prestar atención.
Parafraseando el inicio de esta reseña, Heading Out es un producto extraño. No se destaca especialmente por nada de lo que tiene, pero sin embargo por el precio y algunas horas que nos puede dar de diversión, está bien. Siempre y cuando sepan con firmeza que van a jugar una novela visual con gestión de recursos, y todo lo demás es decorado.