Plataformas: Nintendo Switch | PC | PS4 |
Género: Acción | Aventura | Plataformas | Puzzles |
Desarrollador: Nomada Studio |
Editor: Devolver Digital |
Lanzamiento: 13 de diciembre de 2018 (Switch y PC), 26 de noviembre de 2019 (PS4) |
Precio: Nintendo Switch U$S 16.99 | PC $ 199,99 | PS4 $16.99 |
Idioma: Japonés | Francés | Alemán | Español | Portugués | Ruso | Inglés |
Todo juego es una experiencia. Sin importar el título, género o plataforma, siempre transmite algo, ya sea bueno o malo. A fin de cuentas, hacer un videojuego es un arte que muchos apreciamos hace tiempo y otros recién comienzan a descubrirlo en estas épocas. Hay estudios que intentan plasmar sus ideas en sus obras, aunque muchas veces no pueden hacerlo por falta de confianza por parte de los editores. Devolver Digital es conocido por tener buen ojo para captar estos estudios, y es gracias a esto que Nomada Studio, formado por Adrián Cuevas, Roger Mendoza y Conrad Roset, pudo darle vida a GRIS.
GRIS es el primer juego que realiza Nomada Studio, cuya recepción puede permitir que un estudio despegue o quede estancado esperando una segunda oportunidad. Luego de un casi año desde su lanzamiento en PC y Nintendo Switch, GRIS finalmente desembarca en PlayStation 4, por lo tanto a continuación podrán ver por qué consideramos que GRIS es, además de un gran juego, una experiencia que debemos transitar en algún momento sin excusas.
Voy a intentar hacer un análisis lo más profundo posible, intentando no adentrarme tanto en las mecánicas del juego ya que, como dije, GRIS es una experiencia. Podríamos pensar que el juego se asemeja a una pintura en un museo, donde cada persona que ve el lienzo capta un significado distinto al resto. Tiene una historia profunda, donde la protagonista Gris (ese es su nombre) se encuentra en un mundo sin colores, siendo nuestro objetivo devolver las distintas tonalidades que forman parte del mundo al mismo tiempo que intentamos recuperar su voz. Podríamos decir que nuestra protagonista se encuentra en un mundo sin vida, con una oscuridad latente que pretende hacerse con todo lo que encuentra a su paso, resultando el mundo gris y sin voz en el que se encuentra inmersa. A medida que avancemos podremos recuperar ciertos colores que le darán otra visual al juego, así como a nuestra interpretación del mismo.
Una de las grandes virtudes que tiene GRIS es la libertad que le da al usuario para entender el juego y sus escenarios. En ningún momento vamos a recibir un consejo (hablado ni escrito, ya que ambas cosas no existen en ese mundo) ni indicio de dónde tendremos que ir, apostando así Nómada Studio a la inteligencia de quien juega. Habrá puntos en los que no podremos avanzar ya que al ser un juego de plataformas no existe un mundo abierto, pero la dirección en la que debemos ir no se encuentra indicada de ninguna forma. A medida que vayamos avanzando desbloquearemos habilidades que le permitirán a Gris lograr su objetivo, pudiéndonos encontrar algún que otro amigo en el camino. Estas nuevas habilidades son sinónimo del crecimiento de la protagonista a lo largo de la historia, por lo que es mejor que cada uno las descubra y les dé el significado que cada uno considere, porque eso es lo que busca este título.
Algo que es imposible de obviar es el detalle gráfico que posee el juego. Ya al ver el tráiler de lanzamiento supimos que el detalle de las ilustraciones, llevadas a cabo por Conrad Roset, sería el punto más alto de GRIS, aunque no me imaginaba hasta qué punto. Cada escenario desde que iniciamos la aventura hasta que la terminamos tiene un nivel de detalle que es para resaltar, dándonos la sensación que estamos dentro de una pintura en movimiento. Salvando las distancias, me hizo recordar a la primera vez que jugué Journey en PlayStation 3. Un mundo que entra por los ojos sin necesidad de inundar la pantalla con gráficos despampanantes, sentando sus bases en la simpleza como punto de partida para lograr algo hermoso. Además, el gran manejo de la cámara hace que el juego sea aún más bello, acercándose o alejándose de Gris según lo amerite el escenario, regalándonos además con hermosos paisajes a medida que avanzamos en la historia. Hay que destacar que no se pierde ningún detalle de dicho marco cuando jugamos en modo portátil en la Nintendo Switch, algo muy difícil de lograr por el tipo de pantalla que posee la consola, ni hablar de lo que puede apreciarse en un televisor de gran pantalla
A lo largo de las cuatro o cinco horas que nos durará el juego (pueden ser menos si no se buscan todos los coleccionables) pasaremos por distintos ambientes en los que deberemos resolver puzzles para avanzar y lograr conseguir el próximo color. Hasta puede que tardemos más de esas horas ya que nos podríamos sentir tentados de dejar la imagen en el televisor de forma estática por la belleza de sus terminaciones. No se necesitan más horas que las que idearon desde el estudio, ya que con eso corrían el riesgo que el título no tenga el sentido esperado.
A veces, este tipo de juegos ofrece una visual impactante, pero la banda sonora no acompaña de la forma que debería. Por suerte, este no es uno de esos casos. Berlinist, banda de Barcelona como los creadores de GRIS, supo captar de forma perfecta lo que los desarrolladores quisieron transmitir con el juego. Hubo momentos en que uno termina emocionado por lo que se está viendo, siendo la música también responsable de ello.
GRIS es toda una experiencia. Es una forma de contar una historia sin contarla, ya que es puro sentimiento. Y esto es lo que lo hace un gran juego. Es una experiencia que todos deberían probar por lo menos una vez, ya que se percibe por casi todos los sentidos. Más allá que podamos hacer una “disección” del juego, es de destacar que sus partes forman un todo. Tal es así que no solamente los gráficos con acuarela que nos roban el aliento son los que nos hacen seguir jugando sin intenciones de soltar el mando, sino que todo lo que forma parte de este gran título es lo que nos mantiene inertes en el mismo espacio, sin darnos cuenta que el tiempo pasa a medida que acompañamos a Gris en su historia de superación y conocimiento personal.