En 2008, Codemasters adquirió la licencia de Fórmula 1, y hoy podemos reseñar la decimoquinta entrega de una de las franquicias más importantes del género automovilístico. Codemasters se ha consolidado como una marca registrada, ofreciendo una experiencia de velocidad intensa y un equilibrio fascinante entre un estilo relajado y una auténtica experiencia de manejo en su amplio historial de videojuegos de conducción.
F1 23 viene a romperla y superar todas las expectativas que dejó su antecesor. El juego no solo busca mantener el gran nivel que ya tenía, sino también consolidarse y demostrar que es mucho más que una simple actualización de plantilla. En lugar de conformarse con lo mismo de siempre, saca jugo a sus mejores características para justificar su lanzamiento anual, una costumbre que se lleva tanto en la marca como en el deporte en general. El juego anterior ya tenía un plus gigante: la implementación de las nuevas reglas técnicas y logísticas, reflejando los desafíos reales que enfrenta la Fórmula 1. Y aunque asumir esos cambios conllevaba un riesgo importante, el juego salió airoso.
La incorporación de la impresionante y deslumbrante pista de Las Vegas a la temporada. Esta carrera nocturna, a diferencia de las demás, resalta la belleza natural de su ubicación y le da un brillo literal al juego. Desde el punto de vista estético, es un agregado destacado, aunque personalmente no me gusten tanto los circuitos callejerosr. Resulta curioso que este Gran Premio se presente primero en el juego, antes de que tenga lugar en la versión real en noviembre.
Con cada nueva entrega de la franquicia F1, Codemasters se supera a sí misma. El realismo es increíble, desde el rugido de los motores hasta el comportamiento de los neumáticos en diferentes condiciones climáticas. Los gráficos deslumbrantes capturan cada detalle, desde las expresiones de los pilotos en el podio hasta los paisajes impresionantes que pasan a toda velocidad. La personalización y las opciones de juego también se han ampliado, permitiendo a los jugadores adaptar la experiencia según sus preferencias, ya sea compitiendo en carreras rápidas, desafiando a amigos en línea o sumergiéndose en una carrera profesional completa.
El juego nos sorprende al traer de vuelta uno de los modos favoritos que estuvo ausente en la última entrega: el emocionante Modo Historia conocido como “Braking Point”, que fue visto por última vez en la edición de 2021. En lugar de regresar simplemente como una de las atracciones principales, la trama continúa exactamente donde la dejó, con un generoso flashback que nos refresca la memoria (o introduce a aquellos que no lo experimentaron) sobre nuestro valiente, joven e impetuoso héroe, ahora compartiendo equipo con otro piloto igual o incluso más temperamental que él. En un equipo ficticio que reúne a marcas reconocidas, este modo resulta extremadamente entretenido, ya que ofrece desafíos que abarcan desde secciones muy específicas de una carrera hasta metas principales y complementarias de rendimiento que se deben alcanzar para avanzar en la historia.
El modo Carrera clásico sigue firme y de la forma más tradicional posible, con las 23 fechas de la Fórmula 1 en juego para pelear el campeonato de pilotos y constructores. Cuando armás tu propio corredor y elegís tu equipo, tenés que pasar por las sesiones de entrenamiento libre de siempre para ajustar las mejores configuraciones para esa carrera, cumpliendo objetivos en programas establecidos, como hacer una vuelta rapida, mantener la estabilidad y ajustar cada componente, desde los frenos hasta el tanque de nafta y las gomas, entre otras cositas que le encantan a cualquier fanático de los fierros.
Hay otras movidas copadas, algunas heredadas directo de la vida real, como las carreras sprint, y otras que le meten un condimento extra, como los eventos de sponsors en los que manejamos un auto de paseo por el circuito con objetivos puestos para sumar más puntos de prestigio, que nos sirven para firmar contratos más top en las próximas temporadas. Además, tenemos el trabajo en los boxes, invirtiendo en el desarrollo del auto y mejoras específicas, gestionando rivalidades y otras cuestiones de microgestión que le dan un toque de realismo al juego. Obvio, la carrera es clave (y podés elegir de a una si preferís pruebas cortitas con pocas vueltas o más largas, que hasta te obligan a hacer pit stops y estrategias rebuscadas con las gomas), pero todo esto le agrega un gustito especial a la experiencia.
El apartado multijugador incluye modos online contra competidores de todo el mundo, sesiones de tiempo y las clásicas carreritas amistosas individuales, donde el juego recluta a nuestros amigos como rivales controlados por la compu. También podemos armar nuestra propia secuencia de carreras y arreglar eventos más copados.
F1 23 mantiene el espíritu de los juegos anteriores permitiendo elegir entre tres niveles de dificultad, de los cuales los dos primeros tienen un montón de opciones personalizables de asistencia, como control de freno y aceleración asistidos, indicaciones visuales del recorrido, tipo de transmisión y más, y también podés ajustar la habilidad de la IA de los rivales. Pero la verdadera papa caliente está en el nivel más alto, donde se encuentra el desafío de verdad de F1, porque ahí no solo tenés que ser perfecto, sino que tenés que llevar el auto al límite extremo, buscando milésimas de segundo y aprovechando al máximo cada ajuste posible. Todo eso hace que el juego sea atrapante tanto para los novatos y los que solo quieren divertirse sin volverse locos con la simulación, como para los que realmente se dedican a exprimir al máximo todo lo que esta experiencia tiene para ofrecer.
Todo esto no sería posible sin el manejo refinado y cada vez más preciso del juego. Los frenos, los cambios y el acelerador son cada vez más impresionantes, sin pasarse de irreal. El auto se inclina, se siente el borde de la pista, pierde agarre cuando te pasás de rosca, responde a curvas mal planificadas, pero también ruge cuando acelerás con maestría. El juego premia a los que saben dosificar la fuerza y el control, y exige cada vez más a los que están dispuestos a ir más allá. Incluso la IA ha mejorado un montón, toma buenas decisiones tanto de forma agresiva, cuando tiene que defender o adelantar, como de forma más tranqui, compitiendo de manera justa. A veces se manda alguna macana y nos deja de lado en las curvas, pero está mucho más atenta que en la edición anterior a pesar que tambien lo destacamos como mejora el año pasado.
Otra gran ventaja es poder apreciar en toda su magnitud todas las maravillas de un trabajo gráfico simplemente impecable. Si bien los rostros todavía están un poco flojos, los autos están reproducidos con el máximo detalle, las pistas se ven espectaculares y el sistema de iluminación es sorprendente. El clima también es un deleite visual, aunque una pista mojada en un fin de semana lluvioso puede ser una pesadilla. Además, la generación de partículas se acerca muchísimo a lo que se espera del fotorrealismo en un juego de este tipo.
Conclusión
En líneas generales, F1 23 no decepciona en términos de calidad y entretenimiento, cumpliendo con las expectativas que se esperan de esta reconocida franquicia. Brinda una experiencia de conducción auténtica y emocionante que captura la esencia de la Fórmula 1. Con su impresionante variedad de circuitos y la inclusión del apreciado Modo Historia, el juego ofrece a los fanáticos de la Fórmula 1 y a los amantes de los juegos de carreras una experiencia completa y gratificante, dejando satisfechos a quienes se sumergen en él.