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| Plataformas: PC | Xbox Series X|S | Playstation 5 | Nintendo Switch |
| Género: JRPG |
| Desarrollador: Square Enix, ARTDINK |
| Editor: Square Enix |
| Fecha de lanzamiento: 14 de noviembre de 2024 |
| Precio: Steam U$D 49,99 | Xbox ARS 47.999 | PS5 U$D 69,99 | Nintendo Switch ARS 47.999 |
| Idioma: Voces Inglés y Japonés | Textos en Inglés y Español |
Probablemente poca gente que lea esto haya jugado al original Dragon Quest 3, un juego que salió allá por 1988, quizás porque nunca fue una franquicia fuerte en el occidente hasta hace poco o porque los RPGs no se hicieron populares hasta juegos como Chrono Trigger o Final Fantasy IV. Pero quizás lo que pocos saben es que Dragon Quest 3 es uno de los pioneros y los que crearon lo que fue un sinfín de juegos JRPG que tomaron la misma esencia.
Desde el momento en que encendés el juego, el impacto visual del estilo HD-2D es innegable. Este motor gráfico, que ya deslumbró en Octopath Traveler 1 y 2, Triangle Strategy, Star Ocean: The Second Story R y Live a Live, mezcla el pixel art tradicional con efectos 3D modernos, que logra un apartado visual único y realmente atractivo, y que para puristas del pixel art (como es mi caso) es un deleite visual.
Realmente se siente que todo cobra vida de una manera majestuosa: los castillos, lagos y estructuras sobresalen como un libro de cuentos infantil, pero se complementan perfecto con los sprites de los personajes, que calzan a la perfección y no por ser 2D dejan de verse excelentes. Siguen las luces y sombras de los escenarios y también se reflejan en los distintos lagos que nos encontraremos en la aventura.
Pero no todo es apariencia. El remake introduce mejoras significativas en la jugabilidad que hacen que esta versión sea la definitiva.
Ahora podés ajustar la velocidad de las batallas, activar auto-batallas y personalizar las tácticas de tus compañeros.
La velocidad en batalla es rara, porque tiene 3 niveles de velocidad, siendo la máxima (ultra) una velocidad estándar para un juego RPG de hoy en día; las otras dos velocidades las sentí muy lentas y hacían aburrida cada pelea de las muchas que vamos a tener.
Las peleas automáticas no son nada que no hayamos visto en otros juegos del género. Recuerden que acá no vamos a encontrar un sistema de peleas dinámico o de acción, sino un juego de peleas por turnos hecho y derecho. Pero lo lindo del sistema de peleas automático es que cada personaje puede adoptar estrategias como “Atacar sin piedad” o “Enfocarse en curar”, y lo sorprendente es lo bien que funciona la inteligencia artificial. Esto hace que algunas peleas repetitivas, como por ejemplo cuando tengamos que levelear a nuestros personajes para poder enfrentar las difíciles peleas contra los jefes, no sea tan tedioso.
En general, funciona bastante bien. No suelen tomar decisiones tontas o poco acertadas, sino que todo lo contrario.
Pasemos un poquito a la trama de este Dragon Quest 3 HD-2D Remake, que en general se mantiene fiel a su historia original. Somos un héroe sin nombre, hijo de un gran guerrero que ya se encuentra entrado en años, y ahora tenemos que tomar las armas y ser nosotros quienes derrotemos al malvado de turno.
Nuestros compañeros no son más que personajes que vamos a reclutar en distintos puntos de compra de mercenarios en el juego. Vamos a poder elegir el personaje que más nos guste, su clase y hasta su personalidad (un aspecto que parece poco interesante pero que cambia los stats de nuestros personajes), este aspecto hace que ni nuestro héroe ni nuestros compañeros sean personajes realmente relevantes para la trama.
Con esto que les digo, van a encontrar un juego que no está dentro de los estándares de los RPGs de hoy en día. No tenemos personajes ni historia memorable; es un juego que está orientado mucho más a la nostalgia.
El sistema de vocaciones o jobs sigue siendo uno de los puntos fuertes del juego. Ahora vamos a tener 10 vocaciones distintas para elegir, con algunas nuevas como Monster Wrangler, que nos va a permitir capturar y entrenar monstruos para participar en la Monster Arena. Es un elemento interesante que está presente en Dragon Quest modernos y está muy bueno que lo hayan traído para este juego.
En cuanto al ritmo, el juego conserva ese sabor a “JRPG de la vieja escuela“. Eso significa que habrá momentos que, como mencioné, vamos a tener que “grindear” o subir de nivel a nuestros personajes, porque siempre nos vamos a sentir un pelín menos fuertes de lo que deberíamos contra los bosses de turno, algo que podría alejar a los jugadores a quienes quizás no les guste este aspecto.
También agregaron misiones secundarias y un montón de secretos, que hacen que realmente tengamos ganas de explorar los dungeons secundarios o lugares secretos que vamos a encontrar en el mapa.
Algo que me llamó la atención son las peleas, porque apenas arranca una pelea, y durante la elección del comando a cada personaje, vamos a ver no solo a los enemigos sino a nuestros personajes, todos animados en un estupendo pixel art. Pero apenas empiezan a ejecutarse las acciones, pasa a un modo primera persona (como fue históricamente la saga), algo que quizás podrían haber dejado optativo para los más nostálgicos. A los que nos gusta ver a nuestros personajes atacar y usar las magias, es algo que me hubiese gustado que estuviera presente en el juego.
El apartado sonoro y musical sigue teniendo las canciones y sonidos típicos de la saga, sonidos que no son mis favoritos, y me gustó lo que hicieron en Dragon Quest XI, que fue renovarlos completamente.
Algunos diálogos tienen voces ahora, que están muy bien logrados y le dan algo de vida a personajes que quizás en general tienen nombres genéricos o se les pone solamente un asterisco adelante para indicar que están hablando.
En Nintendo Switch, donde hice la review, vamos a notar que los sprites pueden verse un poco lavados, y que en las ciudades haya caídas de frames constantes, no afecta al gameplay en sí pero es un aspecto importante por si quieren decidir que versión comprar, obviamente la versión de Switch va gozar de ser portable.
Dragon Quest 3 HD-2D Remake es mucho más que un lavado de cara. Es un homenaje a un clásico que redefine cómo debería hacerse un remake. Con su impresionante apartado visual y mejoras en la jugabilidad, no es solo un remake del Dragon Quest 3, sino que lo siento como un remake de los orígenes de los JRPGs.
Es una experiencia que es más recomendada para fans del género que para jugadores nuevos, pero si sos un gamer que creció amando los JRPGs, vas a encontrar un viaje a la infancia que no vas a poder soltar.
