Doom para Nintendo Switch es el primer intento de Nintendo de hacer versiones de nuevos shooters con la temática vieja que nos enseñó a jugar. Tiro, lío y cosha golda, diría Oaky.
Lo primero que hay que aclarar es que tu experiencia varía muchísimo entre la versión portátil y la versión de mesa, los FPS tienen bajones muy grandes, al punto de que llega a ser molesto jugarlo en portátil (las letras, como ejemplo, son ilegibles, como un miope sin anteojos), pierde nitidez y es clave. Sin embargo, al cambiarlo a versión de mesa y jugarlo en una TV todo mejora y alcanza lo que realmente se buscó desde un inicio, pero no hay que perdonar, Nintendo Switch es una consola portátil y no deberían existir grandes problemas como este.
Gráficos:
Doom no es un FPS que plantea la perfección actual gráfica, como un Destiny o Battlefield (por poner un ejemplo más fantasioso y uno más real). Con 720p y 30fps mentirosos en TV, Doom nos lleva a las primeras consolas con las que jugamos, los gráficos están muy bien ambientados y optimizados para lo que quieren lograr (claro está, en la versión de mesa, en la portátil ya hemos dicho que se queda muy atrás).
Hay sangre, muchisima, buenos disparos, los personajes están bien hechos y los escenarios también. Nada lujoso, lo justo y necesario para lo que Bethesda plantea y es lo bueno, quisieron mantener la esencia de Doom original y lo lograron con creces.
Jugabilidad:
Otro de los puntos medios de Doom es la jugabilidad ya que si no contás con un pro controller a veces te terminás convirtiendo en un Stormtrooper con los Joycon’s (literalmente he llegado a disparar 5 veces sin pegar ni un solo tiro al objetivo que estaba a pasos mio). Sin embargo, es compensado por su falta de ingeniería a la hora de realizar las misiones, como dijimos antes, no es necesario apuntar mil veces y disparar preciso, sin dudas el mejor arma inicial para todo esto es la escopeta.
Fuera de este pequeño tropiezo, el juego está muy bien armado para la consola, y realmente disfrutas de reventar un par de cabezas a las piñas como en los viejos tiempos, los movimientos rápidos, adrenalínicos y casi de reflejos hacen que constantemente estés alerta a cualquier amenaza. El juego se deja llevar, no cuenta con bugs y es firme en el online.
Online:
Acá está el punto fuerte del juego, ¿Te acordás del Quake?, ¿y del Unreal?. Jugar Doom online nos lleva a viejas épocas en donde todo lo importante del multiplayer era agarrar armas y disparar a lo que se mueva.
Varios modos de desafío se encuentran en esta parte, pero seguramente la más usada es la clásica “todos contra todos” o “todos contra todos (en equipo)”. Los modos Deathmatch realmente son muy adictivos, y si tenés la suerte de estar en un lugar con Wi Fi, podés jugar unas partidas en cualquier parte, y eso es una experiencia única.
Cada victoria o derrota nos sumará puntos para ir subiendo de nivel en el modo online, esto nos permitirá desbloquear nuevas armas, nuevos personajes, personalizar nuestra armadura, mejorar esto y aquello… lo cual es super motivador.
Sin dudas el modo online eleva el puntaje, a pesar de que me tardó unos 10 minutos a veces en encontrar la primera partida.
¿Qué tenemos dentro del juego?:
Gran cantidad de armas, una dificultad de fácil a imposible (el 5to nivel, bloqueado en el inicio, te reta a finalizar el juego sin morir ni una sola vez), demonios por todas partes y de a montones para reventar a escopetazos, una historia que realmente no llama la atención pero que está bien, y mucha, muchisima sangre.
Uno de los puntos atractivos fué el amplio menú en donde podrás ver todo, desde las armas con todas sus especificaciones, hasta un “bestiario” en donde leerás todo sobre los monstruos que derrotaste. También contás con un mapa 3D para ubicarte y un glosario.
Otra cosa a destacar es el modo “arcade” en el cual deberás disparar hasta morir en todas las pantallas del juego que desbloqueaste hasta el momento.
Lo mejor:
Doom nos trae un poco de nostalgia, como hemos dicho antes, los que empezamos a jugar con FPS hace mucho tiempo no contabamos con la estrategia tal cual dicha, era entrar, disparar a mansalva y tratar de no morir. Y Doom es esto.
Con una gran cantidad de armas, enemigos y formas de matarlos es una linda opción para tener en cuenta, sin embargo, el online es todo lo que está bien: divertido, frenético, y al haber cosas por desbloquear, querés jugar hasta tener todo.
Y lo más importante, ¡ROCK!, la música te lleva a querer romper todo sin tapujos y la adrenalina que sentís al pegarle un escopetazo en el pecho al que te mató la ronda anterior mientras suena una guitarra al palo, ¡sin dudas es genial!.
Lo peor:
A pesar de que sus especificaciones en portátil sean 720p y 30FPS, constantemente sentís que se quedaron cortos. Jugarlo en portátil lleva unos cuantos minutos acostumbrarse y llega a molestar, en especial cuando las computadoras te tiran información y no podés leerla.
Si no te gusta mucho el género, y estás acostumbrado a campear y esperar el momento justo para dar el golpe, ni te acerques, porque estás lejisimo de lo que estás buscando.