Plataforma: PC | Xbox Series | PS5
Género: Aventura | Rompecabezas
Desarrollador: Dogubomb
Editor: Raw Fury
Fecha de lanzamiento: 10 de Abril de 2025

Precio:

Idioma: Textos en Inglés

Todo comenzó aproximadamente hace 1 mes y medio, cuando llegó la posibilidad de jugar un título del cual no tenía registros y que, rápidamente, pasaría a ser el único en el que pienso cada noche antes de irme a dormir. Un título que sorprende por el ingenio detrás de la creación de esta idea, de la ejecución y de la capacidad de captar la atención para los que amamos los títulos de puzles y misterio. Estoy hablando de Blue Prince, una joya independiente de Dogubomb y editado por Raw Fury.

La tarea de describir la sensación que brinda este videojuego va a ser muy difícil, desde ya se los advierto, dado que lo que vemos y oímos al experimentarlo, es solo una capa muy delgada del trasfondo que posee, y lo adictivo que puede ser. Además, la vivencia de este título se basa en su exploración y sus rompecabezas intrigantes a través de cada partida que hagamos, y por ello contar algún detalle de más puede arruinar la experiencia para algunos.

Nos situamos en una mansión, Mount Holly, donde el dueño de la misma falleció y nos hereda a nosotros todas sus pertenencias (incluída dicha mansión), pero con un pequeño truco o condición de por medio: debemos descubrir todas sus habitaciones, y especialmente entrar en la número 46. Uno dirá “Qué pavada, es solo recorrer cuartos hasta desbloquear todos”, pero no señores y señoras, hay un contratiempo: cada día que pasa, la mansión cambia.

Nuestro personaje parte todos los días con una cantidad limitada de pasos para dar, algo así como la estamina o durabilidad en cualquier otro juego. En este caso, son 50 los que poseemos, para recorrer una mansión que, en principio, posee 46 habitaciones. A pesar de que suene caótico, hay formas de obtener más pasos en la medida que avancemos, pero si los perdemos todos debemos finalizar esa run, e ir a dormir. El “inconveniente” con hacer esto es que al siguiente día, todo lo que avanzamos en nuestro recorrido, vuelve a foja cero.

Entonces, recapitulando, cada día que ingresamos a la mansión tendremos que construir las habitaciones que van a componerla, una tras otra, en función de llegar a encontrar la número 46. Para ello, tendremos un Blueprint (¿lo cazan? guiño guiño) o plano, que nos mostrará 9 filas y 5 columnas, que serán los cuartos a recorrer. Nos paramos sobre la primera y tendremos disponible una puerta en el norte, este y oeste. Cada vez que abramos la puerta, tendremos tres opciones de habitaciones a ingresar, cada una de ellas con un color diferente y puede tener (o no) una bonificación, item o presentar un puzle que nos dará más pistas de cómo surcar el camino hacia la deseada habitación 46.

El juego usa como base el factor RNG de randomización para hacer que nuestro objetivo no sea tan fácil de lograr. Para ello, podemos abrir una puerta de ranking 4 (cada fila es un ranking que incrementa la dificultad de abrirla o de los puzzles que la contienen), y que nos permita crear una biblioteca, una sala de estar o una cocina, pero en el siguiente día, estas no sean las mismas opciones. Hay algo que así mismo el título nos enseña una y otra vez: no hay runs malas, solo aprendizajes. No siempre llegar hasta la fila 9 tiene que ser nuestro objetivo, tenemos que saber balancear nuestro accionar, y aprovechar la experiencia que nos da cada tipo de habitación.

Por ejemplo, en uno de los días, llegué hasta la fila 7, haciendo el camino “lógico” de víbora hacia el norte, pero me quedé sin llaves o gemas para continuar atravesando la mansión, dos items esenciales en la exploración. Quizás, la experiencia me enseñó, que si hubiera elegido otras habitaciones, con puertas laterales en vez de buscar siempre ir hacia el norte, me encontraría con propuestas diferentes que me ayudaran a llegar al mismo destino pero equipados correctamente. Eso es Blue Prince, repetir, mejorar y avanzar.

La mansión es cambiante, pero conocer las virtudes de cada habitación hará que conservemos algunas cosas para un futuro. Solo algunas de ellas son permanentes, como un roguelike cualquiera, y hay que saber aprovecharlas. Por ejemplo, hay habitaciones que sirven como tiendas para comprar con monedas de oro que encontramos en el camino, u otras que nos permiten guardar objetos para el siguiente día (recordemos que todo se pierde de un día al otro). La estrategia es la clave, y apresurarnos es nuestro enemigo.

El título está repleto de puzzles e interrogantes. Tanto es así, que por primera vez en mucho tiempo tuve que recurrir a un anotador y capturas de pantalla para poder avanzar. Estos puzzles son difíciles, pero no imposibles, aunque requieren de concentración y tiempo para pensarlos. Muchos de ellos podemos quebrarlos a fuerza bruta, pero la realidad es que cuando tenemos una caja de electricidad con 6 luces, y solo una combinación de colores es la correcta para avanzar, no vamos a probar más de 700 opciones. Vamos a buscar las instrucciones en otro lugar. ¿Pero dónde? Probablemente sí, en esa habitación que te salió el día anterior, y ahora lo perdiste.

Dentro de la cantidad de puzzles que están disponibles en Blue Prince, algunos permiten que desbloqueemos mejoras permanentes y, aunque son escasos, la utilidad es extrema. Como si fuera poco, fuera de la mansión el misterio también se encuentra, dado que podemos recorrer zonas en los bosques que rodean a la misma. Llega un punto donde no nos interesa más la habitación 46, y solo queremos saber qué hay detrás de esa puerta en el patio trasero de la mansión.

Para poder cruzar con todas esas habitaciones y llegar hasta el fondo de los misterios, también contaremos con herramientas en la exploración, que van desde una lupa para leer algunos textos imposibles de ver con nuestros ojos, hasta un detector de metal, que nos permitirá obtener más llaves, monedas o gemas, todo lo necesario para avanzar en la aventura.

Luego de más de 20 horas, el juego sigue conteniendo puzzles que no pude resolver, ya sea porque el RNG no me lo permitió, o simplemente no encontré la respuesta aún. En un run parece que estoy por vencerlo, pero el juego me recuerda que tiene más sorpresas escondidas. Y también me recuerda que debí anotar esa última pista que tuve ayer…

Blue Prince teje una secuencia de enigmas que orquestan un gran título de rompecabezas, como supo hacer Jonathan Blow en The Witness, pero más complejo e intrigante. Cada puerta que abrimos es un agujero negro que nos aleja más de la gran incógnita detrás de la habitación número 46, pero nos da aún más sed de exploración. Como un Indiana Jones de la arquitectura, cada paso que damos, debe ser estratégico, aprovechando los días anteriores para planificar lo que haremos el día siguiente. Es, por lejos, un videojuego que me ofendería si no posee reconocimiento en The Game Awards.

Analisis
Puntaje total
10
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Adrian Elias
Gamer. Narrador. Loco. Entusiasta. Fanático del Chrono Cross y la aventura. Queriendo tener un condensador de flujos y viajar en el tiempo, para explorarlo todo.
review-blue-princeBlue Prince teje una secuencia de enigmas que orquestan un gran título de rompecabezas. Cada puerta que abrimos es un agujero negro que nos aleja más de la gran incógnita detrás de la habitación número 46, pero nos da aún más sed de exploración. Como un Indiana Jones de la arquitectura, cada paso que damos, debe ser estratégico, aprovechando los días anteriores para planificar lo que haremos el día siguiente. Es, por lejos, un videojuego que me ofendería si no posee reconocimiento en The Game Awards.

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