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Plataforma: PC | PlayStation 5 | Xbox Series |
Género: RPG | Sandbox |
Desarrollador: Ubisoft |
Editor: Ubisoft |
Fecha de lanzamiento: 20 de marzo de 2025 |
Precio: U$D 55,99 (STEAM y Epic Games) | U$D 69,99 (Ubisoft) | U$D 69,99 (PS5) | $59.999 (Xbox) |
Idioma: Textos y Voces en Español e Inglés |
Ubisoft está en un momento crucial en lo que respecta a la franquicia Assassin’s Creed. Hace un año y monedas salía al mercado Assassin’s Creed Mirage, ambientado en Bagdad durante el Siglo IX, el cual pasó sin pena ni gloria, pero que evidentemente habrá dejado dudas internas sobre el futuro de esta franquicia amada por millones. Estamos a días del lanzamiento de Assassin’s Creed Shadows, donde ahora la acción nos llevará a la Japón feudal del Siglo XVI, con la intención por parte de los desarrolladores de brindarnos una gran experiencia de juego y una historia atrapante, pero tratando de desempolvar algunos de los pilares que hizo de la franquicia Assassin’s Creed lo que es hoy y que, con suerte, volverá a ser.
Con Assassin’s Creed Shadows, Ubisoft presenta el Animus Hub, una especie de central donde podremos seleccionar los últimos juegos de la franquicia, ya sea para comprarlos o para lanzarlos o bien seguir misiones temporales que nos darán llaves para luego poder canjear por objetos, entre otras cuestiones. Habrá que ver cómo lo aceptan los usuarios y qué mejoras tendrá a futuro, pero me parece una adición interesante para unificar todos los juegos de los asesinos en un sólo lugar.
Volviendo a Shadows, a diferencia de lo que sucedió en entregas anteriores como Odissey o Valhalla donde el/la protagonista era el mismo pero con una skin diferente, en Assassin’s Creed Shadows los focos están puestos en Naoe, una shinobi buscando venganza, y Yasuke, un extranjero devenido en samurái con un gran sentido del deber. En el prólogo, se nos muestra un poco la historia de ambos, con Yasuke conociendo a Oda Nobunaga, un daimyo con gran poder y ambición que ve en él un gran potencial, y luego pasaremos a controlar a Naoe durante la invasión de Nobunaga a Iga, su hogar, donde veremos cómo recibe la hoja oculta.
Así da comienzo el juego, con Naoe buscando una caja misteriosa a pedido de su padre, pero al llegar es sorprendida por un enemigo quien la deja malherida, llevándose la caja. Luego de ciertos sucesos que no vamos a develar para no spoilearles la experiencia, Naoe jura venganza contra el Shinbakufu, un grupo de enemigos que actúa bajo las sombras y que no se dentendrá ante nada por su búsqueda de poder. Esto lleva a Naoe, a quien controlaremos las primeras horas de juego, a realizar alianzas con diversos personajes, entre los que se encontrará Yasuke en cierto momento de la historia, y allí será cuando el gigante samurái pasará a ser controlable. El misterio y la duda estarán implantadas desde el momento en que comencemos a jugar, y la historia tendrá momentos altos, otros predecibles y otros no tanto, con giros que realmente valdrán la pena, pero que al final no termina de convencer en la forma en que está dirigida.
Para llevar a cabo su objetivo, Naoe y Yasuke poseen una base de operaciones proporcionada por Tomiko, una gran amiga del padre de Naoe, la cual irá creciendo tanto en construcciones como en aliados a medida que avancemos en la historia. Como sucedió en Valhalla, podremos organizarla de la manera en que nos guste, pero tendremos no solamente construcciones con un fin específico como la herrería o el establo, sino que también podremos decorarla con caminos, árboles, objetos y más, que podremos adquirir comprandolos a mercaderes o bien mediante la exploración. Por lógica, a medida que crezca nuestra base y mejoremos cada uno de sus edificios, mayores serán sus beneficios.
Personalmente, me parece un gran acierto que los protagonistas sean dos personas distintas. Más allá de la opción de elección de género, Naoe y Yasuke se complementan perfectamente. Naoe es una shinobi que usa todo tipo de artilugios para poder derrotar a su enemigo, como ganchos para trepar por paredes y realizar asesinatos a oscuras, lanzar proyectiles para eliminar enemigos distraídos, bombas de humo para escapar de situaciones complejas, pero además de todo eso posee un estilo de combate veloz y ágil. Pero sobre todo, vuelve a estar disponible el asesinato mientras caminamos con la hoja oculta, algo que realmente se extrañaba.
Yasuke, por su parte, es como un tanque. Fuerza bruta letal pero con una velocidad sorprendente para su tamaño, con armas más pesadas que las que utiliza Naoe pero que como compensación inflingen una mayor cantidad de daño al objetivo. Su falta de objetos rápidos para atacar a distancia los compensa con la posibilidad de utilizar el teppô, una especie de rifle, o un arco y flecha, los cuales inflingen una gran cantidad de daño. Mención especial para las finalizaciones con las distintas armas cuando vencemos al último enemigo, con una gran cantidad de sangre con Naoe y desmembramientos (y sangre) con Yasuke.
Como un buen RPG, género al que la franquicia evidentemente se volcó de forma definitiva, a medida que ganemos experiencia y cumplamos ciertos objetivos obtendremos puntos de maestría, que utilizaremos para desbloquear nuevas habilidades pasivas como activas, pero además nos servirán para ampliar el repertorio de accesorios de nuestros protagonistas, con cascabeles y bombas de humo para Naoe, o bien flechas con distintos efectos para Yasuke. Pero además, cada tipo de arma tendrá su árbol de habilidades, mejorando su poder de ataque o bien otorgando una habilidad específica para utilizar durante el combate. Hay una gran cantidad de puntos para gastar, por lo que cada jugador podrá elegir en donde hacerlo.
Además, las armaduras y la montura son totalmente personalizables. Aunque la montura es puramente estético, la cantidad de equipamiento para el cuerpo y para la cabeza, tanto para Naoe como para Yasuke, es impresionante, pero sobre todo el nivel de detalle que posee cada uno de ellos. El atuendo de Samurái de Yasuke que utiliza inicialmente es realmente imponente y no dan ganas de quitárselo nunca, y el abanico de posibilidades de atuendos para Naoe es impactante. Un gran acierto es que, ya desde el inicio, podremos equiparnos una armadura con mejores estadísticas pero visualmente equiparnos otra, y no debemos esperar para completar el juego para hacerlo. Punto para Ubisoft.
Todo el equipamiento, armas, armaduras, objetos, y mapas, lo encontraremos diseminado por una hermosa representación de Japón durante el Siglo XVI. En las ciudades, estarán dentro de fortalezas o en pequeños asentamientos cuidados por pocos enemigos, pero siempre podremos verlo con nuestra vista de águila. Los puntos dorados serán cofres que podremos saquear, mientras que los azules serán objetos o personas con los que tendremos que interactuar durante una misión.
Habrá momentos en la historia donde deberemos jugar obligatoriamente con alguno de los dos, pero la mayor cantidad del tiempo el jugador decidirá con quién recorrer los hermosos paisajes que nos da Assassin’s Creed Shadows. Da la impresión que la exploración del mundo está más pensada para Naoe, ya que su agilidad y su gancho permiten llegar más rápido a ciertos lugares, mientras que la mayoría de los combates frente a frente cambiaba a Yasuke, quien realmente impone respeto y hasta temor en los enemigos.
Hablando de la exploración, me encontré con un mapa enorme que incita al jugador a intentar conocer cada uno de sus rincones. Vuelven las atalayas tan arraigadas a la franquicia, pero con puntos estratégicos en el mapa situados en lo alto de los castillos o templos que componen cada una de las provincias de este Japón feudal, o bien en la copa de árboles o montañas que nos permitirán empaparnos de paisakes realmente hermosos. El mundo se siente realmente vivo en todos sus lugares, ya sea en ciudades imponentes como Kyoto u Osaka con infinidad de gente recorriendo sus calles, con conversaciones y con una rutina establecida, o bien a campo abierto donde la naturaleza está presente en todo momento, con animales de todo tipo recorriendo los caminos o los cambios climáticos constantes. Los paisajes se sienten reales, y por momentos nos encontraremos con que nos quedamos quietos únicamente para apreciar su belleza. Además veremos las atrocidades de la guerra, debiendo rescatar a campesinos de las garras de bandidos o bien pueblitos pequeños totalmente quemados, lo que nos presenta un mundo vivo constantemente.
Aunque nuestra misión principal será la de transformar Japón en un lugar mejor, a medida que avancemos iremos desbloqueando distintas “islas” de actividades donde Naoe o Yasuke deberán intervenir, en donde deberemos desbaratar una sociedad oculta que rapta niños, o bien hacer frente a distintos ronin que atemorizan a las personas. Cada una de estas subtramas se conocerá a medida que investiguemos e interactuemos con todo lo que nos ofrece el juego, dándole un poco más de profundidad al lore de Shadows.
Para esto, tendremos nuevos aliados que se sumarán a nuestra causa ya sea por convicción o porque les perdonamos/salvamos la vida. Pueden transformarse en un adición fija como aliados, o bien ser utilizados por única vez como espías. Los aliados podrán ser llamados durante el combate si vemos que las cosas se ponen complicadas, mientras que los espías nos servirán para conocer la ubicación de un objetivo en las misiones. Aunque podremos descubrirlo nosotros, puede que tardemos mucho tiempo en hacerlo, por lo que el uso de los espías es fundamental.
Esto es así porque Assassin’s Creed Shadows no te marca con un punto donde está nuestro objetivo. Nos brinda pistas y está en nosotros poder descifrarlas, pero utilizando espías en la zona correcta podremos conocer su ubicación exacta. Además, los espías nos servirán para enviar recursos a nuestras guaridas cuando cambie la estación, siempre y cuando tengamos la cantidad necesaria para hacerlo. Igualmente, en los kakurega, distintos escondites que tendremos en varios puntos del mapa (desbloqueables por 800 mon), podremos contratar nuevos espías, por lo que no hay que ponerse nerviosos su utilizamos todos. Además, en cada cambio de estación, se rellena automáticamente la cantidad de espías, por lo que a veces no deberemos gastar de forma innecesaria.
Personalmente, me hubiese gustado que, cuando no estemos utilizando a uno de los protagonistas, el otro pueda estar disponible para llamarlo a que nos ayude en batalla como un aliado más. Ojalá que en un futuro lo agreguen como opción porque ver a Yasuke y Naoe combatiendo juntos sería épico.
Pero no todo serán asesinatos y batallas, sino que podremos recorrer los distintos lugares icónicos de Japón y aprender más sobre ellos en el Códice; realizar dibujos de la fauna local en su hábitat natural siempre y cuando seamos lo suficientemente sigilosos; practicar posturas Samurái con distintos maestros para Yasuke; buscar la paz interior con Naoe; todo esto y más nos permitirá aumentar las horas de juego de forma exponencial.
Gráficamente es un deleite. Como les contaba, el detalle está cuidado perfectamente, tanto en lo que es la representación de Japón en la época feudal, la flora y la fauna, las armaduras y armamento, las ciudades, y las animaciones tanto en las cinemáticas como durante el juego, sobre todo en combate con gran cantidad de enemigos. No tuve un solo bug ni problema ni caída de frames, realmente una seda japonesa. Las expresiones en algunos momentos dentro del juego daban la impresión de estar medio duras, pero no arruina la experiencia de juego.
En consolas tendremos, como es costumbre, tres modos gráficos: Performance, Fidelidad y Balanceado. El modo Performance correrá a 60 FPS con el uso de Raytracing de forma selectiva, mientras que el modo Fidelidad y el modo Balanceado tendrá un Raytracing estándar, pero correrá a 30 y 40 FPS, respectivamente. Los jugadores de PlayStation 5 contarán con mejoras para el DualSense que permitirán una mayor inmersión al tensar el arco, cargar un ataque o sentir las gotas de lluvia en el mando.
Además, Ubisoft incluyó dos puntos que son ideales para disfrutar el juego: el Modo Canon, donde los jugadores no tomarán decisiones sino que la aventura y su desenlace será la canónicamente aceptada, y el Modo Inmersivo, en donde los personajes hablarán en su lengua de origen, pudiendo elegir qué tipo de subtítulos veremos.
Luego de varias horas de juego, puedo decir que lo que más se destaca de Assassin’s Creed Shadows es la libertad que tiene el jugador. No te lleva de la mano para realizar las misiones, confía en las habilidades del jugador pero le da las herramientas necesarias para sortear un obstáculo que parece complicado. Te da la libertad para elegir qué enfoque de batalla encarar dependiendo si utilizamos a Naoe o Yasuke, así como para recorrer el mundo de la forma y al ritmo que deseemos.
Para finalizar, Assassin’s Creed Shadows me parece lo mejor de la franquicia durante los últimos años, y el mejor desde que cambiaron el foco al mundo abierto. Todavía le falta, pero los cambios vistos entre Valhalla y Shadows (sin contar Mirage) son realmente notorios tanto en el modo de contar la historia como en su jugabilidad. La diferencia notable de estilos entre Naoe y Yasuke nos invitan a jugar la misma cantidad de tiempo con uno y con el otro, y aunque siempre habrá uno favorito, la jugabilidad de ambos realmente se disfruta y mucho. Una gran cantidad de actividades para realizar y un mapa gigante que da gusto de recorrer aseguran horas de juego, y aunque la historia está bien, tiene sus altos y bajos, con momentos que nos sorprenderán y otros que serán evidentes.