Plataformas: Xbox One | PS4 | PC |
Género: Shooter | Acción | RPG |
Desarrollador: BioWare |
Editor: Electronic Arts |
Lanzamiento: 22 de febrero de 2019 (PS4, Xbox One y PC) |
Precio: Xbox One $ 1.599.99 | PS4 U$S 59.99 | PC (Origin) U$S 59.99 |
Idioma: Voces y Textos en Inglés | Español | Francés | Alemán | Italiano |
Recuerdo cuando, en la E3 de 2017, se presentó un nuevo título que me llamó mucho la atención. Habiendo títulos pesados como God of War, Assassin’s Creed Origins, Metro Exodus o Dragon Ball FighterZ, por citar algunos, fue una sorpresa que desde EA junto con BioWare mostraran Anthem. En ese primer trailer con gameplay quedé impactado por el mundo que nos mostraban, donde teníamos la posibilidad de recorrerlo sobre un traje al mejor estilo Iron Man en un mundo lleno de peligros. Pasado el tiempo, y a medida que se conocía más sobre Anthem, empecé a albergar un miedo que podría hacerse realidad: que intente separarse tanto de lo que fue Destiny que termine siendo algo totalmente distinto a lo que los desarrolladores pensaban o peor, que termine transformándose en una copia sin siquiera proponérselo.
Luego de un inicio tormentoso debido a las críticas que recibieron las compañías con posterioridad al lanzamiento del Demo de Anthem, y con menos de un mes de diferencia entre éste y la fecha de lanzamiento del título, finalmente tenemos entre nosotros este juego que nos llega de la mano de los creadores de las sagas Mass Effect y Dragon Age.
Al ser de BioWare, Anthem tenía muchas chances (o por lo menos eso esperábamos) de tener una historia y un trasfondo sólido. Al comenzar Anthem ya estamos sobre nuestra Javelin (o Alabarda) intentando evitar un cataclismo en el Corazón de la Furia, en el que la mayoría de los Freelancers (Libranceros) intentarán acallar al Himno de la Creación que se estaba gestando ahí. Como sabremos apenas terminamos el Tutorial, los Freelancers son derrotados y eliminados en gran parte, lo que ocasiona que la gente pierda su fe en ellos. Los Freelancers vendrían a ser una suerte de mercenarios que ayudan a la gente y, previo a los eventos que dan inicio al juego, eran considerados como héroes por todos. Dos años después de estos eventos es donde el juego comienza realmente, y donde iremos encontrándonos con viejos amigos, así como con nuevas amenazas que se ciernen sobre los Freelancers que quedan.
Una vez que ya tenemos el control total de nuestro personaje, nos encontraremos en Fuerte Tarsis, nuestra base de operaciones, junto con nuestro encriptador Owen. Desde allí, iremos obteniendo misiones y contratos los cuales deberemos cumplir para ir conociendo más sobre la historia central de Anthem, la cual es contada a los tumbos y de forma confusa. Esto es debido a que muchas cosas que pasan nos son contadas mientras estamos sobre nuestra Javelin, por lo que se puede hacer bastante complicado estar prestando atención a la trama central del juego mientras somos abordados por hordas de escaras, agentes del Domino (una facción que intentará matarnos por todas las vías posibles) o monstruos que vagan por todo Bastion, el mundo donde nos encontramos.
Esto es un punto en contra ya que, si la intención de BioWare era darnos un marco del mundo de Bastion contándonos los sucesos de su nuevo universo en Anthem, no se entiende la forma en que ésta es contada. Más adelante me adentraré en detalles, pero esta historia la conoceremos siempre y cuando tengamos conexión a Internet y los servidores de EA se dignen a estar disponibles, algo que a esta altura y por parte de una compañía de ese calibre es algo que no se puede dejar pasar.
Más allá que la historia no es la gran cosa, hay que destacar la intención de BioWare al momento de crear el mundo de Bastion y todo lo que lo rodea, ya que a lo largo del juego encontraremos distintos fragmentos que serán agregados a nuestro Códex gracias a los cuales podremos conocer un poco más sobre el mundo, Fuerte Tarsis y muchas cosas más, en el intento de crear un universo nuevo que podría ofrece muchas posibilidades a futuro.
Para conocer la historia principal de Anthem se deberán completar algunas misiones específicas, por lo que su duración está atada a lo que desee el jugador. Hay que aclarar que la campaña principal es relativamente corta, aunque con las distintas misiones secundarias, contratos y otros modos de juego podremos disfrutar el título por un tiempo aceptable. Así, dentro de Fuerte Tarsis iremos aceptando contratos y misiones secundarias que nos llevarán a lo largo de todo Bastion, aunque también tendremos la posibilidad de ingresar al modo de juego libre en el que no tendremos ninguna atadura para volar por todo el mapa a nuestras anchas. Además, al finalizar el juego podremos completar los Baluartes tantas veces como queramos, aunque actualmente sólo existen 3, agregándose más a futuro.
Anthem está centrado en los Freelancers y sus Javelins, las cuales son uno de los puntos altos del juego. Existen 4 tipos de Javelins: Comando, la cual es la más balanceada del juego, ya que permite realizar ataques a distancia o cuerpo a cuerpo con una cantidad de vida y escudo aceptable; Tormenta, centrada en los ataques elementales y que posee una capacidad de vuelo mayor al resto de las Javelins; Coloso, una armadura pesada que será un gran receptor de daño así como una gran fuente de ataque; e Interceptor, la Javelin más ágil de todas e ideal para aquellos que les gusta combatir cuerpo a cuerpo de forma letal. Todas ellas son distintas y podremos utilizarlas dependiendo la misión que realicemos, aunque cada tipo de jugador tendrá una favorita que utilizará en la mayoría de los casos. Además, cada Javelin dispondrá de un ataque final que será distinto al del resto pero igualmente de devastador, el cual puede ser utilizado luego de cierto tiempo de carga.
Al iniciar el juego utilizaremos la Javelin Comando, aunque luego de los eventos del Corazón de la Furia se nos dará la posibilidad de elegir cualquiera de las 4, desbloqueándose las restantes a medida que elevemos nuestro nivel. Todas las Javelins son personalizables: no habrá en todo el juego una Javelin que sea igual a la nuestra, sin importar lo básico de nuestro diseño, y eso es algo para destacar. Se podrá personalizar tanto su armamento como su estética, pudiendo cambiar las distintas partes de nuestra Javelin por las que obtengamos o compremos a lo largo del juego. La compra de partes es pura y exclusivamente estética, no cambiará en nada la capacidad de nuestra Javelin, y todo puede ser adquirido con dinero dentro del juego o con cristales que pueden comprarse en las distintas tiendas virtuales, eso ya dependerá de cada usuario.
Existen muchas combinaciones que podremos realizar para subir el poder de nuestra Javelin, llevando dos tipos de armas de fuego (pistolas, escopetas, ametralladoras, rifles, francotiradores, etc.), componentes, granadas y tantas otras cosas que nos brindarán un abanico de posibilidades al momento de enfrentar las amenazas que encontraremos en Bastion.
Uno de los puntos altos de Anthem se encuentra en la forma en que podremos volar por todo el mapa. El sistema de vuelo creado por BioWare está hecho a la perfección, con unos controles que responden maravillosamente a cada orden que les damos. Tendremos un tiempo limitado para volar, aunque si pasamos por debajo de una cascada o nos zambullimos dentro del agua nuestra Javelin se enfriará y podremos continuar deslizándonos por el aire mientras nuestros motores lo permitan. Vi algunas críticas al tiempo de vuelo del que disponemos, ya que muchos consideran que debería haber sido mayor. Personalmente, creo que fue un acierto el tiempo que disponemos para volar (el cual además puede ampliarse con la utilización de algunos componentes) ya que de otra forma nos pasaríamos la totalidad del juego volando por Bastion, en vez de apreciar el mundo que crearon desde BioWare y que tanto detalle tiene.
Gráficamente, Anthem es una maravilla. BioWare creó un nuevo mundo lleno de vida en el que veremos criaturas adorables, monstruos épicos y paisajes que nos cortarán el aliento, todo ello pasible de exploración dentro de nuestras Javelins. Volaremos entre montañas, ríos, cascadas, ruinas, todos realizados de forma destacable. La flora y la fauna que encontraremos mientras exploramos Bastion serán de un detalle impecable, y las batallas, tanto contra enemigos comunes como contra jefes finales, serán un espectáculo de luces y sonidos. En ningún momento el juego se vio afectado por baja en los FPS, sin importar la cantidad de enemigos que hubiese o efectos especiales que se utilizaran. El sonido, además, acompaña perfectamente cada ocasión, dándonos una sensación de épica en todas las batallas, no sólo en las esenciales para completar la historia. Las cinemáticas están muy bien logradas, y las expresiones faciales que vemos en ellas contrastan (aunque menos que antes, hay que decirlo) con las que vemos en Fuerte Tarsis que son cuasi estáticas.
Dicho todo esto, acá es donde empiezan los problemas que opacan seriamente el resultado final del juego. Cada misión que realicemos nos obligará indefectiblemente a volver al Fuerte Tarsis, a la Bahía de Lanzamiento (donde podremos interactuar con otros jugadores) o a la Fragua, el único lugar donde podremos modificar nuestra Javelin como las armas que utilizaremos. No existe forma de probar las armas de las que disponemos salvo que las equipemos en la Fragua y salgamos al mundo, lo cual es un problema ya que cada vez que deseemos cambiarla debamos volver a la Fragua y sufrir varias pantallas de carga. Esto le corta fluidez al juego, por no decir que lo torna aburrido y tedioso.
La Fragua es un agregado que no tiene ningún sentido, ya que si la intención es que podamos modificar el armamento de nuestra Javelin únicamente cuando no estemos en el medio de una misión, las pantallas de carga que deberemos soportar tanto para entrar como para salir de ella le generan una sensación de tosquedad a Anthem.
Las misiones secundarias y los contratos son prácticamente un copy paste entre ellas, debiendo volar de un lugar a otro, acabar con enemigos, resolver algún que otro puzzle muy poco desafiante y no mucho más. Únicamente sirven para conseguir objetos, aunque su rareza y utilidad dependerán mucho de la dificultad que elijamos. No suman prácticamente en nada salvo agregarle tiempo de juego al título, algo que podría haberse solucionado de una forma distinta.
En cuanto a nuestro tiempo en Fuerte Tarsis, muchas veces terminaremos detestándolo. Nuestro personaje se moverá de forma pesada a lo largo de todo el fuerte mientras interactuamos con personajes que nos contarán sus historias o nos darán contratos pero que se encuentran a mucha distancia entre ellos, obligándonos a pasar un tiempo innecesario dentro del fuerte. Un lugar más pequeño y la eliminación de algunos NPCs que no suman absolutamente nada hubiese sido algo más que bienvenido, ya que lo interesante del juego está en subirnos a nuestra Javelin y volar.
La Inteligencia Artificial del juego es muy pobre, por decirlo de una forma. Si nos situamos frente a un enemigo y comenzamos a dispararle, este esbozará un intento de movimiento hacia alguno de sus costados, aunque únicamente de pocos centímetros, para intentar escapar de nuestra ráfaga de balas. Podríamos hasta decir que la IA no existe, ya que no supone un desafío. Podrán suponer que aumentando la dificultad esto cambia, pero nada más lejos de la realidad. Si seleccionamos el modo Grandmaster 3, que se desbloquea luego de cumplir ciertos requisitos por parte de nuestra Javelin, variará el daño que nos infligirán nuestros enemigos así como aumentarán las recompensas que recibamos, pero la IA continuará igual. Que recibamos mayor cantidad de daño no es un desafío si lo único que hacen nuestros enemigos es ser una estática bolsa receptora de balas.
Anthem es un juego pura y exclusivamente online, por lo que debemos tener una conexión a internet constante para ser jugado. No importa si jugamos en una sesión privada, será requisito indispensable estar online para disfrutarlo. El matchmaking es bastante rápido y nunca tuve problemas para encontrar sesión pública, aunque muchas veces era con una partida ya iniciada y una parte de la historia de la misión ya había sido contada. Uno de los problemas recurrentes en cada todas y cada una de mis sesiones de juego fue la falla en los servidores. Principalmente, uno de los fallos que se dio con los servidores de EA fue previo a una cinemática esencial para entender la historia de Anthem. Ingresé a una cueva, se cerró la sesión alegando fallos en el servidor y cuanto intenté volver a entrar, no sólo me dejó esperando en la pantalla de carga con la frase “Cinemática en curso” sino que al momento de reaparecer encontré que estaba derrotado por un enemigo al que nunca pude enfrentar mientras esperaba que alguno de mis compañeros de sesión se tomara el trabajo de revivirme. Estos fallos no pueden suceder en un juego que su premisa se basa en el juego en línea, sobre todo si esos fallos repercuten en cómo cuentan la historia principal, los cuales se agravan si tenemos en cuenta que el título es propiedad de dos compañías que poseen un largo currículum dentro de la industria.
En cuanto al Endgame, y más allá de la hoja de ruta que planean realizar tanto BioWare como EA en los próximos meses, Anthem deja mucho que desear. Si completamos la historia y los contratos, así como las misiones secundarias, nos quedamos únicamente con el Juego Libre y los Baluartes que, como les contábamos antes, al día de hoy son solamente 3. Estos Baluartes son mazmorras en las que nos deberemos enfrentar una y otra vez al mismo jefe (uno de ellos el mismo que enfrentaremos al finalizar la historia principal), variando su dificultad y los beneficios que obtendremos dependiendo cuál elijamos. Más allá de los anuncios y la espera, el contenido que podemos disfrutar una vez terminado el juego es corto y repetitivo.
Luego de jugarlo por bastantes horas, podemos llegar a la conclusión que Anthem no es ni por asomo lo que se prometió en su momento. Se anunció como una nueva forma de jugar, donde abundaría el RPG y que sería distinto a todo lo que había sido visto. Nada más lejos de la realidad. ¿Es un mal producto? Para nada. ¿El juego es lo que prometieron? Tampoco. Unos excelentes gráficos y un modo de vuelo impecable no bastan para hacer de Anthem el juego que prometía que sería. No se puede dejar de lado el hecho que el título tiene muchos errores esenciales para que funcione correctamente, lo que repercute negativamente y de forma grave en el producto final. Tiene un largo recorrido por delante, esperemos que BioWare y EA tomen nota de los fallos que posee el juego y mejore la experiencia a futuro, pero es una lástima que la recomendación sea “Habrá que esperar a que se actualice una vez que reparen sus muchos errores“.