Hoy día la batalla de los Battle Royale, el género de moda en los videojuegos, cada vez tiene más competidores. A pesar de eso, Epic Games sigue apostando increiblemente fuerte al suyo: Fortnite. Con una temporada que ya tuvo un evento en vivo con la tormenta de nieve que trajo el Rey de Hielo, decidieron entrar en la historia con otro hito: el primer concierto virtual en vivo en un videojuego. ¿La estrella? DJ Marshmello.
Como si de un concierto en carne y hueso se tratara, DJ Marshmello anunció su show en su página web haciendo eco que sería en Pleasant Park (Parque Placentero) el sábado 2 de Febrero. Aunque fue una sorpresa verlo ahí, la minería de datos ya había hecho magia y teníamos una sospechas fundadas de que sería así.
DJ Marshmello no es un desconocido en Fortnite, ya que ha participado de partidas contra Ninja y ElRubius, entonces podemos decir que la comunidad del videojuego “ya lo conocía”. Epic Games tuvo que realizar un trabajo de logística para lograr que este evento, a diferencia de otros que ya han realizado, sea lo menos caótico posible dado que solo se podría apreciar en una única ubicación del mapa. Para ello, aproximadamente 10 minutos antes del evento deshabilitaron todos los modos de juego, dejando únicamente “ShowTime“, un modo de 20vs20 al mejor de 200 eliminaciones con respawn, pero con un ingrediente más: sin armas ni daño.
El concierto inició con la estrella saliendo del escenario para tocar sus platos, con efectos de luces, fuegos artificiales (más artificiales que nunca, ja) y música. Pero lo importante es que todo fue en vivo. Marshmello incentivaba a la gente a usar su emote favorito, a bailar con él, y hasta lanzó pelotas con su clásica cara de Malvavisco por toda la zona para que los jugadores puedan interactuar con sus picos. El evento fue asombroso. Quizás por lo que representaba tener un concierto online con miles de espectadores en muchas partes del mundo, o simplemente por estar disfrutandolo con los compañeros de armas.
El evento duró aproximadamente 10 minutos donde los jugadores en cierto momento fueron impulsados al aire para flotar como si se tratara de Kevin nuevamente destruyendo Balsa Botín. Otros podían disfrutar del momento no en las gradas, sino arriba del escenario o de los parlantes. Al finalizar, todo volvió a la normalidad y Fortnite volvió a ser Fortnite: construcciones, tiros y streamers.
El concierto tuvo un encore por la noche, donde se repitió para aquellos que se lo hayan perdido. Epic Games sabe muy bien como motivar a su público. Igualmente, esto solo me hace desear más la llegada de la siguiente temporada (¿Se vendrá el volcán finalmente?).