No hace mucho se actualizó la web de soporte de Activision, y nos hemos encontrado con una muy mala noticia para quienes pensaran comprar Call of Duty Black Ops IIII en su versión física: el juego requerirá de la instalación de un parche de 50 Gb. Sí, como leen, CINCUENTA GIGAS el parche de día uno.

Lejos de ser correcciones de errores o mejoras, eso da a entender que en el disco solo tendremos la mitad del juego, teniendo que descargar la otra mitad, y quizás la más importante, ya que será necesaria y obligatoria para poder jugar.

Tal como lo rezan los párrafos de la web de soporte, “Antes de jugar por primera vez, los jugadores deberán descargar e instalar el parche día uno, el cual deberá estar instalado completamente para acceder al Multiplayer, Zombies y Cuarteles de Especialistas”.

Esta vez, por más que tengamos el juego físico, habrá que esperar un rato antes de jugar al modo Zombies

Lo ÚNICO que se podrá jugar será el modo Blackout, y solamente cuando la instalación se haya completado un 30% aproximadamente (cuando la misma esté entre 16-20 GB).

Se recuerda además que para poder llevar a cabo todo esto, se necesitará un espacio de 112 GB, que si bien se recuerda que ese no será el tamaño de la descarga sino el requerido para la instalación, todos sabemos que tarde o temprano se alcanzará dicha cifra por la cantidad de contenido que tienen estos juegos, así como la falta de optimización y compresión.

No es la primera vez que pasa esto con un Call of Duty. Ya ha pasado con WWII, el cual requería sí o sí la instalación del parche día uno para poder jugar la versión física, que sin dicho parche quedaba como un posavasos temático. Todo ello en miras a evitar la venta de juegos físicos previa a su fecha de salida, y en un claro perjuicio a los gamers que apoyan año a año a la franquicia.

Lamentablemente esta debe ser la razón por la que hacen esto nuevamente, aunque maquillada como parche día 1. Una vez más, Activision demuestra que solo le importa hacer dinero, sin siquiera preocuparse por entregar un producto de calidad en todos sus aspectos, sea en formato físico o digital.

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