“He decidido ir por mi cuenta para tener la libertad de hacer el tipo de juegos que realmente quiero hacer. El mismo tipo que creo que los fans de mis juegos anteriores también quieren”, dice Igarashi a IGN. “Abandonar Konami ha sido una decisión muy grande, y no una que haya tomado a la ligera. He pasado mi carrera entera aquí, he hecho muchos amigos y he tenido un montón de grandes oportunidades. Pero espero que todos los jugadores y los fans que me apoyaron en el pasado se unan a mí al entusiasmarse por lo que viene ahora. ¡Deseadme suerte!”.
Igarashi comenzó su carrera trabajando como programador a media jornada en varios títulos de Konami para sumarse a la compañía a tiempo completo en 1990. Tras programar los escenarios para las diferentes versiones del título Tokimeki Memorial, Igarashi se embarcaría en el legendario Castlevania: Symphony of the Night cumpliendo labores de subdirector, programador y programador de escenarios.
A partir del desembarco de la saga Castlevania en los 32 bits, Igarashi se posicionó como productor dentro de los sucesivos títulos que continuaban las aventuras de la dinastía Belmont hasta Castlevania: Harmony of Despair en 2010. Con la llegada de Castlevania: Lords of Shadow a cargo del estudio español Mercury Steam el desarrollador japonés se apeó de la serie y dejó paso a David Cox en el asiento de productor.
La partida de Igarashi se suma a otros ejemplos de desarrolladores nipones distinguidos que en los últimos años han abandonado su compañía para formar un proyecto independiente que les permita más libertad creativa. Este también ha sido el caso de Shinji Mikami o Keiji Inafune, en ambas ocasiones salidos de Capcom.