Hidetaka Miyazaki, creador de la saga Souls y su última entrega en forma de sucesor espiritual, Bloodborne, ha revelado interesantes detalles de su vida y cómo llegó a From Software.
Miyazaki cuenta que creció en un entorno tremendamente pobre, y que sus padres ni siquiera tenían dinero para comprar libros, lo que lo obligaba a conformarse con lo que podía conseguir en la biblioteca. Esto hizo que creciera un tanto desganado, sin sueños ni ambiciones.
A pesar de que los videojuegos le llamaban la atención, estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Keio, y aunque antes de terminar consideró buscar trabajo en la industria, acabó trabajando de lo suyo.
La llegada de Ico
Varios años más tarde recuerda que un amigo le enseñó Ico, y que entonces decidió que él quería hacer su propio juego. Así, comenzó a buscar trabajo en la industria, aunque con 29 años y sin experiencia, pocas compañías le darían una oportunidad.
Pero From Software lo hizo, y entró como desarrollador, cobrando un 80 por ciento menos de lo que cobraba en su anterior trabajo. Allí se encontró con un proyecto con problemas, Demon Souls, que el estudio no conseguía hacer funcionar. Miyazaki “cambió todo”, y dio forma al juego que ya conocemos.
Las ventas para Demon Souls no fueron demasiado buenas al principio, pero el boca a boca hizo que poco a poco fueran despegando e incluso encontrara una editora para Occidente. Y el resto, como dicen, ya es historia.
Fuente: Vandal