Estoy seguro de que casi todos habran leído por internet ese meme que pone lo de ‘No estoy enfadado, pero me da coraje’. Al margen de si lo habíais visto antes o no, esa es justa la sensación que me ha dejado Deus Ex: Mankind Divided cuando, después de tirarme una semana cantando sus virtudes respecto a narrativa y mensaje, me encontré con el decepcionante y repentino final de frente, frenando mis expectativas a la velocidad de un mazazo en la cara.
Poco, muy poco puede decirse para salvar la forma en la que Deus Ex: Mankind Divideddecide culminar, presentándonos el final como un puñetazo, una señal de Stop en un momento del juego en el que apenas parece haber empezado a desarrollarse la trama. Un final que te coje de sorpresa y a traición, y que no contento con la forma de aparecer en el juego, te planta por delante unas cinemáticas larguísimas en las que se desarrolla mucha más trama que la disfrutada en el videojuego y te obliga a tragarte unos créditos que repiten fotos y melodías si quieres volver a ver el menú a la espera de un extra que, no os voy a engañar, no llega.
El mal de los finales mal llevados
Ya dije en su momento que el final de Dishonored me había parecido de chiste, y tampoco el final de Thief fue como para tirar cohetes, pero nada me hacía pensar que Deus Ex: Mankind Divided, un juego que pertenece a una noble estirpe de juegos largos y con grandes posibilidades, iba a alzarse con el galardón de final más cabreante, no tanto por lo que cuenta o cómo lo cuenta como por cómo llega y en el momento que llega.
Dicen por ahí, no seré yo quien se arriesgue a tomar el autor de una mala fuente, que un juego retrasado siempre está a tiempo de ser un gran juego, mientras un juego malo sacado precipitadamente no se puede salvar (que se lo digan a Danbuster Studios y su Homefront the Revolution), yo a eso, que es una gran verdad, añadiría que un juego normal con un gran final se convierte en un juego excepcional, mientras que un juego excepcional con un final mediocre, se convierte en toda una decepción.
No dudo que en Eidos tuvieran motivos para actuar como lo han hecho a la hora de cortar el juego de forma tan atroz dejando a medias la historia, contando cosas vía cinemáticas que habría sido más interesante conocer mediante el juego, y dejando todo a medias. Lo que sí dudo es si la necesidad de vender el DLC y la secuela era de la propia Eidos o de Square Enix. Sea de quien sea, al margen de quién se queda esta vez con la medallita de empresario sin escrúpulos, lo cierto es que la cosa ha hecho un flaco favor a una franquicia que estaba sabiendo renacer y reinventarse en muchos aspectos necesarios.
Deus Ex; Mankind Divided no deja de divertir ni de hacer muchas cosas bien gracias al empeño de una compañía que quería cumplir lo prometido, ‘sólo’ porque su final llegue sin avisar y te arrée en la cabeza con todo lo gordo, pero sí que deja de ser el producto que podría haber sido si en su compañía hubieran sido más sutiles.
Ya han anunciado su próximo DLC y, oh, sorpresas, será para el modo historia. Yo creo que ya esperaré a que lo saquen todo junto para ver si merece la pena de verdad o si van a volver a crear este ludus interruptus que me ha dejado con sensación de abandono y dolor de pulgares.
Fuente: mundogamers