Chesnais considera que Atari “es más que una marca de software… es una marca de hardware“, aclarando que “no quiero decir que se trate de una marca de hardware en primer lugar, pero también es una marca de hardware“. Por otro lado, el CEO deja claro que no ha comprado la compañía “para hacer camisetas y cosas así. Somos mucho, mucho, mucho más que eso”.
“Así que estamos considerando… ya sabes… tenemos una réplica de la Atari 2600 original, pero eso también es algo que queremos anunciar cuidadosamente durante los próximos años, y es que con nuevas licencias con socios adecuados construimos la marca no sólo en el espacio del software, sino en el del hardware“.
Pese a los ambiguos planes anunciados por Chesnais para el terreno del hardware, el objetivo final no parece ser una consola de videojuegos, sino algún dispositivo cercano a los wearables que aproveche el gran reconocimiento de la marca Atari. “No estoy hablando de una nueva consola… sino, como, un reloj. Un reloj gamificado. No es lo que vamos a hacer, pero creo que algo por el estilo. Un reloj con marca, donde no tengas un ‘reloj ordinario'”.
La última incursión de Atari en el mercado del hardware se produjo con Atari Flashback, una serie de réplicas de Atari 2600 y Atari 7800 que contaron con varias ediciones entre 2004 y 2012. Antes de la comercialización de consolas dedicadas con juegos en memoria, Atari intentó conquistar por última vez el mercado de los videojuegos domésticos en 1993 con su Atari Jaguar.