Argentina está viviendo un momento clave en la evolución del Simracing, un deporte electrónico que mezcla lo virtual con la realidad física del automovilismo. En noviembre de 2024, la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) del Automóvil Club Argentino (ACA) dio el puntapié inicial al primer torneo de F4 FIA del país, un evento que se disputa en la plataforma IRacing, una de las más avanzadas en el mundo del automovilismo virtual.
Este torneo no solo marca un hito en el mundo de los esports argentinos, sino que también refleja el creciente interés por el Simracing, un deporte que ofrece a los pilotos la oportunidad de competir en un entorno digital que replica con gran precisión las condiciones de las carreras reales. Desde su inicio el 20 de noviembre, la competencia ha captado la atención de pilotos de todo el país, quienes se disputan los primeros lugares en cuatro fechas, con la gran final programada para el 11 de diciembre.
Gracias a la simulación avanzada de IRacing, los competidores están inmersos en una experiencia que demanda habilidades muy similares a las que se requieren en una pista de carreras real. “El Simracing es una disciplina en auge que conecta a los fanáticos del automovilismo con las nuevas generaciones a través de la tecnología. Esta competencia demuestra cómo los esports pueden transformar el panorama deportivo, llevando el automovilismo a un nivel más accesible y global”, expresó Eduardo Baca, Vicepresidente de la CDA.
Además de atraer a una creciente audiencia digital, el torneo cuenta con el apoyo de YPF, lo que ayuda a consolidar al Simracing como una disciplina con proyección en el futuro del automovilismo. Plataformas como Twitch y YouTube Gaming permiten a miles de personas seguir las carreras en tiempo real, creando una comunidad de fanáticos que interactúa y vive la competencia de forma inmersiva.
En un momento en el que los esports siguen creciendo y las tecnologías avanzan, el Simracing está abriendo nuevas puertas para la industria del automovilismo en Argentina, posicionando al país como un líder en este ámbito virtual. Así, lo que comenzó como un pasatiempo para los aficionados a los videojuegos, se está consolidando como un deporte profesional con un impacto significativo tanto en la cultura digital como en el mundo real del automovilismo.