Si de juegos de estrategia hablamos, es imposible no mencionar Age of Empires. Su segunda entrega, Age of Empires II, el ápice de los RTS en esa época y uno de los juegos de estrategia más populares y queridos de todos los tiempos, lanzó hace unos días una nueva expansión que nos transporta a la antigua Roma. Esta nueva expansión (que raro no llamar a todo DLC hoy en día) nos llena de contenido que hace alusión a la primera entrega de la saga, y llega bajo el nombre The Rise of Rome.
Basicamente, en esta expansión se toma la mecánica de juego de Age of Empires I y se la aplica a Age of Empires II, para permitir jugar con 17 civilizaciones que aparecieron en la entrega original, sumado a tres campañas adicionales completamente nuevas. Dentro de las civilizaciones que revivieron, tenemos dos romanas diferentes, que se diferencian marcadamente una de la otra (o al menos eso pretenden) y se adhieren al resto: griegos, hititas, macedonios, minoicos, palmiranos, persas, fenicios, asirios, babilonios, cartagineses, dinastía Choson, egipcios, dinastía Shang, sumerios, dinastía Yamato y finalmente los vietnamitas, conocidos como Lac Viet.
En cuanto a las campañas, tendremos la campaña de Pirro de Epiro, que se centra en una figura histórica que llevó a los griegos al colapso, donde asumiremos el papel de los macedonios. También está disponible la campaña de Sargón de Akkad, que narra la ascensión al poder de un desconocido en la Mesopotamia, donde lideraremos a los sumerios. Por último, contamos con la campaña de Trajano, en la que intentaremos evitar la caída de Roma, por supuesto, controlando a los romanos.
Lamentablemente por más que parezca, no es un título por sí mismo, sino que es necesario contar con el juego base, y luego adquirir la expansión, a un cómodo precio en Xbox, o jugarla simplemente gracias a Xbox Game Pass.