Plataforma: Xbox One| PC | PS4 |
Género: Aventura | Simulación |
Desarrollador: Ghost Games |
Editor: Electronic Arts |
Lanzamiento: 8 de noviembre de 2019 (PC, Xbox One y PS4) |
Precio: U$S 59,99 PC y PS4 | $2.499,00 Xbox One |
Idioma: Voces y Textos en Español e Inglés |
31 de agosto de 1994 fue la fecha de lanzamiento del primer Need for Speed. 25 años más tarde llega Need for Speed Heat, una nueva entrega de la franquicia de la mano de Electronic Arts y Ghost Games, quienes se encargaron de desarrollar los títulos de la saga los últimos años.
Aunque Need for Speed Heat no tuvo la prensa que uno podría esperar de un juego de este calibre y con tanta historia, cierto es que los últimos títulos dejaron un sabor de boca relativamente amargo. Ahora, ambas compañías intentaron volver a las raíces de lo que hizo grande a la franquicia y tratar de tomar lo mejor de títulos anteriores, y luego de recorrer cada uno de los rincones de Palm City, les contamos si efectivamente pudieron lograr lo que se proponían.
Primero en principal, hay que centrarnos en la historia, que aunque es claramente de relleno, no deja de ser parte del título. En forma resumida, y como en los últimos juegos de la serie, la policía intenta “persuadir” de todas las formas posibles a los conductores que hacen carreras ilegales por las noches, y como vemos al principio del juego con métodos más que cuestionables.
Así comienza nuestra historia, seleccionando entre 12 avatares distintos (6 hombres y 6 mujeres) -cada uno con su estilo y voz correspondiente-, llegando a una Palm City en las que durante el día abundan las Speedhunters Showdown, carreras legales en las que aumentan los números de nuestra caja de ahorro en el banco, pero por la noche es una historia distinta. Para esto deberemos seleccionar entre 3 vehículos que nos acompañarán en nuestras primeras carreras, que serán: Ford Mustang 1965, BMW M3 Evolution II 1988 y Nissan 180SX Typex 1996. Cada uno tendrá sus pros y sus contras, dejando al jugador que decida qué tipo de vehículo se ajusta más a su modo de conducir.
Una vez elegido nuestro motor, el sol se esconde y es señal que las carreras clandestinas comienzan. Aunque no modificarán nuestro dinero, al ganar carreras nocturnas aumentará nuestra reputación que nos servirá para ir compitiendo en mejores circuitos y adquirir mejoras para nuestro vehículo, el cual también podremos modificar si tenemos el dinero y la reputación suficientes. Habrá más de 130 autos que podremos adquirir entre los que vienen por defecto en el juego y aquellos que se irán agregando más adelante. Hay que destacar que la reputación se hace efectiva siempre y cuando volvamos sanos y salvos a un garage luego de una carrera nocturna – si nos atrapa la policía, perdemos todo y a comenzar nuevamente.
Aunque se habló acerca del ciclo día/noche en Need for Speed Heat, este no será dinámico. Para seleccionar en qué momento del día queremos correr deberemos hacerlo desde un garage para así obtener dinero o reputación, lo que más necesitemos. Cada uno de los ciclos tiene sus tareas específicas, que podremos realizar a nuestro ritmo pero que perderemos el progreso si lo cambiamos. Aunque hay un sinfín de carreras para competir, estas se limitan a unos pocos estilos como sprints, circuitos, derrapes y carreras todoterreno, donde nuestro auto deberá estar debidamente preparado si no queremos hacer papelones, y para ello deberemos personalizarlo como corresponde.
Esto es uno de los puntos más altos que tiene el juego: la personalización de los vehículos. Podemos modificar absolutamente todo, desde los frenos, motor, transmisión y nitro hasta la forma de los paragolpes. Hay miles de posibilidades para dejar nuestra impronta, teniendo la posibilidad de compartir nuestra creación con otros jugadores, quienes a su vez hacen lo propio con las suyas, las cuales además podremos obtener. Una infinidad de colores y pegatinas se ponen a disposición para mostrar nuestro arte por las calles de Palm City.
Como veremos, el mapa es de un tamaño considerable y tendremos la posibilidad de recorrerlo como queramos, en donde encontraremos una serie de desafíos que aumentarán las horas que pasaremos arriba de nuestro auto. Así, encontraremos carteles que debemos destruir, graffitis que podremos agregar al vehículo y radares de velocidad que servirán para obtener más reputación.
A todo esto, debemos sumarle las persecuciones policiales, las cuales se llevarán a cabo tanto de día como de noche con una salvedad: de noche los policías son brutales. Aunque en el ciclo de día la policía está presente, a menos que los choquemos directamente no tendremos ningún problema con ellos, algo que cambia totalmente durante la noche. No tienen escrúpulos y no dudarán en destruir nuestro auto de la forma en que puedan. A medida que aumente el nivel de persecución irán apareciendo policías mejores, más rápidos y con mejor carrocería, lo que implicará una detención segura si no tenemos un vehículo decente y cuidando que nuestra barra de daño no baje más de la cuenta.
El daño a nuestro vehículo puede ser reparado, aunque con unas aclaraciones: aunque de día las reparaciones son ilimitadas, durante la noche únicamente tendremos 3 reparaciones, las cuales deberemos racionar bien si no deseamos pagar una fianza bastante elevada. Estas reparaciones se realizan en las distintas estaciones de servicio o gasolineras que encontraremos en todo Palm City.
Un punto negativo, que le quita realismo a la experiencia de juego, es la capacidad que tenemos para destruir cosas que están en nuestro camino. Todo (o casi todo) puede romperse si nuestro vehículo entra en contacto con el objeto en cuestión, no importa lo que sea: postes, señales de tránsito, semáforos y hasta árboles de un grosor imponente. Un poco más y casi que podemos derrumbar edificios con nuestro Mustang del ’65.
Need for Speed Heat posee un modo online -algo limitado pero por lo menos está ahí- en el que podemos competir con hasta 15 jugadores más en carreras distintas a las que encontraremos en el modo historia, pudiendo además competir contra nuestros amigos. A todos ellos los veremos deambular por Palm City.
Para ir cerrando este análisis, entramos ahora en el apartado audiovisual. En cuanto a la calidad de los gráficos, se nota que todos los vehículos que forman parte de Need for Speed Heat fueron cuidados hasta el más mínimo detalle, pudiendo ver hasta los rayones de los choques que tenemos. La ciudad está claramente inspirada en Miami, y aunque de día los edificios, árboles y todo aquello que forma parte del mapa se ve de forma correcta, de noche es un espectáculo de luces que acompaña el andar de nuestro auto, sobre todo en aquellas noches de carreras clandestinas donde, además de los otros vehículos y la policía, la lluvia hace que manejar sea más difícil tanto por el agarre de las ruedas como por la exhibición de colores que nos hacen ver todo menos la pista. La música está compuesta por distintas canciones de artistas actuales con estilos bien marcados, que variarán dependiendo el momento del día en que nos encontremos. Aunque no desentona, tampoco es algo memorable.
Need for Speed Heat, aunque es un buen título, no supone una gran novedad con respecto a anteriores entregas. Los puntos altos los encontraremos en la personalización de los vehículos, los cuales están cuidados hasta el más mínimo detalle, y las persecuciones policiales, que se tornan cada vez más difíciles a medida que avanzamos en el juego. Sin embargo, la falta de innovación impide que este 25° aniversario de la franquicia Need for Speed venga acompañado de un título que entre en la categoría de “obligatorios para jugar”.