El sueldo medio de los desarrolladores europeos en proyectos triple-A se sitúa en los 46.232 dólares anuales (unos 34.194 euros). Esta cifra todavía permanece a mucha distancia de Estados Unidos y Canadá donde los desarrolladores ingresan por término medio 83.060 y 71.445 dólares anuales respectivamente.
En nuestro continente, el puesto más rentable dentro del desarrollo de videojuegos corresponde a los profesionales del sonido, con un suelo de 66.666 dólares anuales. A continuación se encuentran los administradores de negocio, con 57.500 dólares anuales, los productores, con 56.273 dólares, y los programadores, que reciben un salario medio de 47.312 dólares anuales.
Respecto al mercado independiente, el informe señala dos tendencias contrarias que tienen que ver con el tamaño del equipo de desarrollo. Los estudios con varios integrantes han visto como los sueldos medios de sus trabajadores subieron un 161% en 2013, mientras que los desarrolladores solitarios han sufrido un descenso del 49% en sus jornales. Gamasutra atribuye este fenómeno a la gran facilidad para realizar juegos de forma unipersonal como aficionado.
Siguiendo en el segmento indie, la encuesta revela la pobre monetización de la mayoría de los proyectos, que en un 56% de los casos no superan los 500 dólares en ventas. En el lado opuesto se encuentra un 2% del espectro estudiado que supera los 200.000 dólares ingresados en ventas del juego.
Entre muchas otras consideraciones, el informe destaca la gran satisfacción de los profesionales de la industria con su trabajo. No obstante, en el lado negativo aparecen cuestiones como jornadas excesivas, inestabilidad laboral, modelos de negocio cambiantes y factores culturales como el sexismo. Por esta línea, las mujeres de la industria del videojuego han cobrado 12.192 dólares menos que los hombres durante 2013.