Plataforma: PC | Xbox Series | PS5 |
Género: Musical | Aventura |
Desarrollador: Anomalie Studio |
Editor: Microids |
Fecha de lanzamiento: 12 de Septiembre de 2024 |
Precio: PC US$ 19.99 | PS US$ 19.99 | Xbox $ 18.999 |
Idioma: Texto en inglés |
En el mundo de los juegos indie, de vez en cuando surge una joya que desafía las convenciones y nos recuerda por qué amamos este medio. Melobot – A Last Song es precisamente eso: una experiencia única que fusiona música, narrativa y exploración de una manera que te dejará pensando mucho después de que los créditos hayan terminado.
La historia comienza en un mundo vacío donde la humanidad ha desaparecido, y tomamos el control de Melobot. Aquí, la misión es usar la música para descubrir lo que pasó y explorar las emociones que resuenan en el entorno. Aunque la trama es simple, está llena de simbolismos. A medida que se avanza, se exploran diferentes áreas y se encuentran fragmentos del pasado que ayudan a desarrollar la narrativa.
La música juega un papel central en la historia, tocando temas como la soledad y la búsqueda de significado. Cada melodía que se crea o se interpreta revela algo nuevo sobre Melobot y su mundo.
Sin embargo, el ritmo de la trama es un poco lento, y quizás es ideal para aquellos que les gusta más la “experiencia que el juego”, con un relato más reflexivo.
La jugabilidad está fuertemente relacionada con la música, y los rompecabezas requieren que se compongan o interpreten melodías para avanzar. La mecánica principal consiste en escuchar sonidos, identificar patrones y replicarlos, aunque si no somos muy pacientes con este tipo de “descubrimiento”, podemos optar porque el juego nos muestre que patrón de botones tocar (al estilo Guitar Hero, Rock Band, etc).
Los entornos están diseñados para ser explorados con calma, permitiendo descubrir secretos y objetos coleccionables, pero el mundo se torna lineal a las pocas horas de comenzar, pese a los intentos (como ciertos enemigos a vencer con “el poder de la música”).
Los escenarios están llenos de vida, con una paleta de colores que cambia según la melodía que predomina en cada área. La mezcla de paisajes industriales y naturales crea un contraste visual entre lo mecánico y lo emocional. Además, Melobot, el protagonista, tiene un diseño minimalista que contrasta con la profunda conexión emocional que desarrolla a través de la música.
El aspecto sonoro es, obviamente, el alma de Melobot – A Last Song. La música no solo acompaña la acción, sino que también es interactiva y cambia según las decisiones que tomemos. Cada pieza musical influye en el entorno, lo que hace que cada melodía tenga un propósito en la historia principal de Melobot.
Melobot – A Last Song es un juego muy lindo dentro de su género. La combinación de música, narrativa y exploración no logra satisfacer a todos, pero brinda una linda experiencia íntima y emocionalmente resonante que no todo título puede alcanzar. Si te gustan los títulos musicales, no hay dudas que este es para vos.