La última actualización de firmware de Xbox One, entre otras mejoras, elimina un filtro que, aunque destinado a mejorar la calidad de la imagen, muchas veces era contraproducente.
Este filtro estaba pensado para definir la imagen, si bien en títulos que funcionasen a menos de 1080p –tales como Dead Rising 3, Ryse: Son of Rome o la beta de Titanfall– podía hacer casi inútil el antialiasing del juego, haciendo que mostrase bordes de sierra mucho más marcados que sin él.
A través de NeoGAF nos llega una comparativa del antes y el después en la beta de Titanfall, que os dejamos para que juzguéis por vosotros mismos. La primera pantalla de cada comparativa es antes de la actualización, seguida de cómo se ve tras la misma.