Editorial: Ivrea Argentina |
Género: Shonen Spokon |
Autor: Takehiko Inoue |
Dibujo: |
Guión: |
Y un día finalmente pude leer el final del manga Slam Dunk gracias a Ivrea Argentina y el tan esperado tomo 20 de la edición Deluxe que se estuvo publicando en los últimos años (la edición tradicional consta de 31 tomos).
Todo empezó allá por febrero de 2001, un niño de 10 años, junto a su hermano de 7, pasando todo el verano viendo mucha televisión (a falta de internet), principalmente el famoso canal argentino Magic Kids. Este canal, caracterizado por su alto volumen de animes, comenzó a transmitir la historia de un novato del básquetbol, Hanamichi Sakuragi, que decide comenzar a jugar este grandioso deporte para tratar de conquistar a una mujer (que raro un hombre haciendo locuras para conquistar a una dama), Haruko Akagi.
El anime consta de 101 episodios, adaptando los primeros 22 tomos tradicionales del manga, y deja afuera todo el torneo nacional. Independientemente de no haber conocido el final de la historia a través del anime, eso no fue impedimento para que mi hermano y yo comenzáramos a jugar este deporte. Todo empezó con un pequeño aro de básquet en la terraza de nuestras casas, luego un club de barrio, y finalmente incorporarlo como una actividad esencial y “más profesional” durante toda nuestra niñez, adolescencia y cada tanto un poco de adultez.
Centrándonos en el final de la historia, nos encontramos con el enfrentamiento entre el Shohoku y el Sannoh, un partido muy reñido, dónde ambos equipos están dejando todo en la cancha. Tal es así que Hanamichi en el afán de recuperar una bola que se va fuera de la cancha, vuela para alcanzarla, pero se lastima muy fuerte su espalda al chocar con una mesa. Prácticamente cada movimiento que realiza le genera un escalofrío de dolor en la espalda que le recorre todo su cuerpo, y teme por la continuidad de su carrera profesional como basquetbolista.
Faltando pocos segundos, el triplero por excelencia del Shohoku, Hisashi Mitsui, logra encestar su último triple del partido con una defensa muy exigida que le genera la falta y le otorga la posibilidad de un tiro libre. Concretando este tiro también, el partido queda 76-75 a favor del Sannoh.
Takenori Akagi, capitán del Shohoku, y hermano mayor del amor platónico de Sakuragi, logra que su equipo recupere el balón a través de un tapón característico de su juego, y a través de un pase poco creíble de Sakuragi a la estrella del Shohoku, Kaede Rukawa, finalmente el partida queda 77-76 a favor del Shohoku.
Desde mi punto de vista, este pase de Sakuragi a Rukawa es un quiebre importantísimo en la relación entre ambos. No hay que olvidarse la competencia que existe entre ellos, con el condimento adicional que el amor platónico de Sakuragi se encuentra enamorada de Rukawa. Ambos compañeros de equipo logran dejar afuera de la cancha sus diferencias y enfocarse en ganar el partido.
Faltando 9.4 segundos para que termine el partido, en una excelente jugada de la estrella del Sannoh, Sawakita Eiji, vuelven a tomar la delantera con una diferencia de 1 punto (78-77).
Sakuragi corre desesperadamente hacia su aro, Akagi saca pasando la pelota a Rukawa, que con un dribleo excelente llega hasta el aro, salta para lanzar la pelota, pero se encuentra con dos defensores en el aire. Lo ve a Sakuragi a una distancia cercana del aro totalmente confiado para lanzar gracias a su famoso entrenamiento de los 20.000 tiros, por lo tanto, también Rukawa logra dejar de lado su orgullo, le pasa el balón a Sakuragi y éste finalmente convierte los dos puntos de la victoria. El Shohoku logra ganarle al equipo candidato a la victoria del torneo nacional por 79-78.
Hasta este punto del manga me saco el sombrero con Takehiko Inoue, es una historia que logró en mí sentirme identificado con Hanamichi, y tener ganas de progresar en el deporte con la misma convicción que él lo hizo durante toda la historia.
Luego de la conclusión de este partido, se han dicho muchas cosas del final apresurado de la historia, y está claro desde mi punto de vista que Inoue fue forzado a darle un final brusco a Slam Dunk. La lesión de Sakuragi y el cansancio del equipo, en teoría generan que el próximo partido lo pierdan contra Aiwa (sin ni siquiera mostrar ni una escena del partido).
Finalmente, algún tiempo después nos encontramos con Haruko escribiéndole una carta a Sakuragi, contándole que Kogure y Akagi se graduaron y que el nuevo capitán del Shohoku es Miyagi (el base del equipo). Mitsui continúa en el Shohoku y Haruko se convierte en la manager del equipo. Mientras que Sakuragi termina de leer la carta, se encuentra con Rukawa corriendo por la playa ya que se encuentra entrenado porque fue convocado para la selección juvenil de Japón. Esto le genera mucha bronca e impotencia a Sakuragi, quién le dice a Rukawa que él fue convocado porque Sakuragi se encontraba imposibilitado para jugar por su lesión en la espalda. La última escena muestra a Sakuragi retirándose de la playa con su kinesióloga para continuar con su rehabilitación y poder volver a jugar al básquet.
Todos soñamos con una continuación digna de esta historia. Quizás algún día Inoue nos sorprenda y nos cumpla el sueño…